He de volver a Estrella de dos puntas. Octavio Paz y Carlos Fuentes: crónica de una amistad (Ariel, 2020), de Malva Flores. Ahora me detengo en la página 362, donde reproduce un fragmento de una carta del escritor Carlos Fuentes al poeta Pablo Neruda, del 24 de abril de 1969, revelación que acredita solamente a la revista Proceso.
Era agregado cultural de la Embajada de México en Chile, pero no podía de dejar de ser reportero. Hacer entrevistas fue el eje, buena parte de ellas publicadas en la sección cultural de La Jornada, siendo editor el querido Braulio Peralta.
Gonzalo Rojas, Volodia Teitelboim, Jorge Edwards, José Donoso, entre otros autores conformaron un elenco que se combinó con numerosas crónicas y con la búsqueda de novedades de la relación cultural entre ambos países.
Un día de 1997 me vi en la soledad de una habitación de La Chascona, la casa de Pablo Neruda en Santiago, a los pies del cerro San Cristóbal. Con todo el día por delante para leer la correspondencia de quien se llamara Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto. Horas para tomar los libros de autores mexicanos y leer las dedicatorias. Andar por los cuartos, en uno de los cuales la curadora Blanca Garduño vendría a descubrir un retrato que, de Matilde Urrutia -la última pareja del Premio Nobel- hizo Diego Rivera. Era impregnarme de algunos episodios del poeta con sus intereses mexicanos.
Inolvidable la amabilidad de quienes me atendieron en La Chascona. Obtuve fotocopias de numerosas cartas, de portadillas. Solo en una de ellas la encargada del archivo estampó de puño, letra y con tinta roja: “Prohibida su reproducción parcial o total en cualquier medio, sin la autorización del Sr. Carlos Fuentes”. Abajito apenas se lee el sello “Fundación Pablo Neruda”.
Además de La Jornada, muchos de mis textos se publicaron en el suplemento El Búho, de Excélsior, con el querido René Avilés Fabila. Lo último que me dejó esta estancia en Chile, un serial de crónicas llenas de recuerdos, aparecieron en unomásuno, siendo editor de cultura el entrañable Fernando Belmont.
De regreso a México, con enorme emoción le propuse a otro amigo de toda la vida, Armando Ponce, el editor leyenda de la sección cultural de la revista Proceso, viera con Carlos Fuentes la autorización para publicar la carta, ya que como podrán leer, da cuenta a Pablo Neruda de lo ocurrido en Tlatelolco en 1968. Aquí les dejo la hoja del Palace Hotel de Madrid, España, en la que el novelista da su consentimiento desde Londres, el 2 de octubre de 1997: “Me conmovió re-encontrarme (y reencontrar a la generación del 68) (…) -le ruego eliminar solamente la línea que dice ‘a algunos los castraron’ porque no me consta-. No sabe cuánto le agradezco esta resurección. Un gran abrazo”.
En la página 52 del número 1092 de Proceso, edición del 5 de octubre de 1997, como cita Malva Flores, apareció la carta, con una nota introductoria en la que se da noticia de ese y otros hallazgos en esos días de mi vida en Santiago.
