“Es una obra que a través de la belleza poética de la danza, representa el camino de la vida, las dificultades, pero también la belleza de lo vivido, de lo que se aprende y se guarda como tesoro a lo largo del trayecto andado…”.

Así presenta Contempodanza su montaje Ítaca, el viaje, que este fin de semana se presentó en la Plaza de la Soberanía de la Alcadía Benito Juárez, en el marco del 2o. Festival EstacionArte 4X4, donde el público observó la obra desde sus autos.

La directora de la compañía, Cecilia Lugo, celebra esta función porque es la primera vez de manera presencial, desde que inició el confinamiento por la pandemia.

Explica que la coreografía es una interpretación suya de La Odisea de Homero y el poema El Viaje a Ítaca de Konstantinos Kavafis. El montaje se divide en cuarto partes o pasajes: El mito de Ulises con la sirena, La espera de Penélope, El tiempo de verano (“una danza de mujeres, muy libre y gozosa”) y El exilio: travesías de humo.

 

 

Su idea está condensada en “el símbolo que representan los barquitos de papel, que metafóricamente te pueden llevar a cualquier lado. Es como cuando uno sale de un lugar y tal vez no llegue a ningún otro lado. O tal vez, el lugar a donde quieres llegar no está afuera, sino adentro de uno mismo”.

Para Cecilia Lugo, quien a los cuatro años soñaba ser rumbera (“porque mi abuelita nos llevaba al cine a ver películas de rumberas), su propio viaje por la danza ha sido diverso: desde ballet cuando era niña, pasando por bailes regionales con Amalia Hernández, hasta llegar a fundar y dirigir, en 1986, Contempodanza.

“Para mí la música es muy importante, porque me da un tono dramático en escena, porque la música es una ficción. Pero con la música, aclaro, quiero un diálogo, no sólo ilustrarla”.

 

16 de mayo de 2021, colonia Santa Cruz Atoyac, Ciudad de México.

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