Han sido semanas agotadoras. En un día pasamos por todos los estados de ánimo. Una cuarentena con dos hijos (4 y 6 años) más el trabajo, las actividades de la escuela y las tareas de la casa, está rudo. Dentro de toda esta locura hay cosas que nunca habíamos hecho antes. Nunca habíamos desayunado en nuestra terraza, ni pasado tanto tiempo en ella, ni cocinado pastel en una taza. Jamás habíamos pasado tanto tiempo juntos los cuatro, ni escuchado a tantos músicos tocar frente a nuestra casa. Yo nunca había leído, ni hecho ejercicio diario y tampoco había trabajado tanto en mi casa. Nuestras plantas nunca se habían visto tan bien. Nos hemos apropiado de cada rincón de nuestra casa. (Jimena Salas).
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