Disputas y renacimientos: a 31 años de la creación del Fonca y de la instalación de estructuras similares en los estados de la República, el presidente López Obrador instruye que el sistema de apoyos a la creación tengan el sello de la 4T, para distanciar un preciado organismo de sus orígenes en el sexenio de Carlos Salinas. Víctor Flores Olea y Alejandra Frausto, los operadores. (Imagen: Paso Libre)
En la página 28 del Programa Nacional de Cultura 1990-1994, se puede leer:“IV. 2 Las líneas básicas de la Descentralización. (…) El Gobierno Federal, en particular, seguirá estableciendo nuevos convenios y acuerdos de coordinación con las autoridades estatales y municipales, promoviendo la creación de Consejos Estatales para la Cultura y las Artes que propicien, en ese ámbito, corresponsabilidades análogas a las que se procuran a nivel nacional. Igualmente, para incrementar los recursos destinados a la ejecución de la política cultural, se fomentará el establecimiento de Fondos Estatales para la Cultura y las Artes, según el ejemplo del Fondo Nacional, y se aprovecharán los mecanismos que para la redistribución del gasto federal proporcionan los Convenios Únicos de Desarrollo”.Y llovió dinero. Pocos podrán decir lo contrario: el presidente Salinas, primero de la mano de Víctor Flores Olea y después con la de Rafael Tovar, llevaron a las entidades federativas recursos para crear las réplicas del Fonca. Aunque es imposible disponer de cifras, aquellos años fueron de abundancia en apoyos a la creación. Además, los flujos del Conaculta a los estados corrían por diversas vías, por ejemplo: la Coordinación de Descentralización (en el gobierno de Zedillo llamada Desarrollo Cultural Regional), los programas de apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (Pacmyc), a Infraestructura Cultural en los Estados, de Proyectos Arqueológicos Especiales, de Animación Cultural…
En la línea del tiempo tenemos pendiente una valoración en conjunto de lo que es hoy en día el Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico (Pecda). Con el paso de los años se presentaron cuatro situaciones especiales. Primera: la disminución paulatina de los fondos vía Conaculta-Fonca generaron, sobre todo en las administraciones federales panistas, que varios de los mecanismos estatales disminuyeran su potencial. En no pocas emisiones, los programas fueron posibles (se salvaron) gracias a los dineros provenientes de las arcas locales.
Segunda: la estructura jurídica de los “fonquitas” no fue de fideicomiso o mandato, lo cual les dejó bajo el control de los institutos, consejos o secretarías locales, mismo que tiende a diluirse por la supervisión mancomunada entre la Dirección General del Vinculación Cultural y el Fonca. Tercera: la combinación de dineros públicos y privados resultó llamarada de petate. Y cuarta: de lo nacional a lo local, se replicaron las disputas, vicios, limitaciones y críticas en la repartición de las becas y demás apoyos.
Como sucede a nivel nacional con las reuniones de becarios o exposiciones colectivas como Creación en movimiento, en los estados de la República, a través de los Pecda, se replican los esquemas y prácticas. Veremos en 2020 o quizá hasta 2021, el estilo que imprima la 4T.[/caption]
Cual falso fue tu amor
Para muestra, un botón: el estado de Morelos, donde nuestra colega Grecu, Bárbara Martínez, radicada en Cuautla, nos ilustra: “La mayor parte de las y los beneficiarios son artistas que egresaron o están por egresar de los centros universitarios de Cuernavaca: el Centro Morelense de las Artes y la Facultad de Artes de la UAEM. Se han quedado en clara desventaja artistas de otros municipios que no han tenido acceso a educación artística de calidad”. En lo que va de la administración de Cuauhtémoc Blanco, no ha habido pronunciamiento sobre la continuidad del Pecda, ni propuesta de organismo similar.
Mientras tanto, cuestionada al respecto, la secretaria de Cultura de Querétaro, Paulina Aguado Romero, si bien no quiso opinar sobre el destino del Fonca “hasta no conocer el nuevo funcionamiento que proponen y su operación”, confirma que el mecanismo estatal Programa de Apoyo a la Producción Artística (APOYARTE) seguirá sin alteraciones.
Durante el fin de semana se buscaron al menos una docena de responsables de cultura de los estados. Al cierre de esta nota, seguimos esperando ser atendidos…
Sin duda, en el affair Fonca, ha prevalecido un centralismo feroz. Un diálogo entre pares de la Ciudad de México. Ni siquiera en algunos de los epicentros del activismo cultural, como Guadalajara, Tijuana, Monterrey, Mérida, Jalapa y Oaxaca, han sido visibles los pronunciamientos a favor del Mandato que nació de la mano de Octavio Paz y Héctor Vasconcelos, como tampoco sobre la situación y suerte de los Pecda en tiempos de la 4T. Mucho menos las coberturas informativas se han ocupado de los instrumentos que también superan más de tres décadas de haberse instalado.
Cuántas explicaciones y sobre todo, qué cantidad de información nos debe la secretaria Frausto y su equipo, tanto como deberían manifestarse al respecto los directivos de las instituciones culturales de los estados y sus comunidades artísticas.
Eduardo Cruz Vázquez
Eduardo Cruz Vázquez periodista, gestor cultural, ex diplomático cultural, formador de emprendedores culturales y ante todo arqueólogo del sector cultural. Estudió Comunicación en la UAM Xochimilco, cuenta con una diversidad de obras publicadas entre las que destacan, bajo su coordinación, Diplomacia y cooperación cultural de México. Una aproximación (UANL/Unicach, 2007), Los silencios de la democracia (Planeta, 2008), Sector cultural. Claves de acceso (Editarte/UANL, 2016), ¡Es la reforma cultural, Presidente! Propuestas para el sexenio 2018-2024 (Editarte, 2017), Antología de la gestión cultural. Episodios de vida (UANL, 2019) y Diplomacia cultural, la vida (UANL, 2020). En 2017 elaboró el estudio Retablo de empresas culturales. Un acercamiento a la realidad empresarial del sector cultural de México.