
Es un director general que va a concursar por su cargo. Quien fuera legislador perredista por la Ciudad de México, Diego Raúl Martínez García, relevó a Esther Hernández en Vinculación Cultural en abril pasado. La designación la hizo la secretaria de Cultura (SC), Claudia Curiel, al amparo del neoliberal artículo 34 de la Ley del Servicio Profesional de Carrera (SPC). Ni el primero ni el último funcionario que se beneficia del artículo que, desde 2003 en que se instauró la supuesta carrera meritocrática, en su concepción envenenó el árbol del servicio público.
Vale detenerse en lo nodal del artículo: “En casos excepcionales y cuando peligre o se altere el orden social, los servicios públicos, la salubridad, la seguridad o el ambiente de alguna zona o región del país, como consecuencia de desastres producidos por fenómenos naturales, por caso fortuito o de fuerza mayor o existan circunstancias que puedan provocar pérdidas o costos adicionales importantes, los titulares de las dependencias o el Oficial Mayor respectivo u homólogo, bajo su responsabilidad, podrán autorizar el nombramiento temporal para ocupar un puesto, una vacante o una plaza de nueva creación, considerado para ser ocupado por cualquier servidor público, sin necesidad de sujetarse al procedimiento de reclutamiento y selección a que se refiere esta Ley”.
Por consiguiente, desde la promulgación del adefesio, titulares del Conaculta y de la Secretaría de Cultura, han logrado colocar a su gente de confianza. Tras la celebración de los concursos o de plano irlos posponiendo, sobre todo para las direcciones generales, el Comité Técnico opera para afianzar a quien es el elegido. Aquellos que por méritos llegaron a lograr sus nombramientos de definitividad, fueron presionados a renunciar o a pactar su salida. Otros, de menor jerarquía, permanecen a pesar de las amenazas. Hay muchas anécdotas al respecto.
Por ejemplo, la exsecretaria Alejandra Frausto fue objeto de ayudas en la tercera gestión de Rafael Tovar para permanecer en la Dirección General de Culturas Populares sin ser aún licenciada. (Dejo al final la liga a la historia para quien guste conocerla). La actual subsecretaria de la SC, Marina Núñez, lo vivió cuando Tovar la puso al frente de la Dirección General de Publicaciones. Y así.
Tenemos que la Convocatoria 97 abrió el concurso el 9 de abril para seis vacantes, tras el parón decretado por la Secretaría de Anticorrupción y Buen Gobierno, de enero a marzo de este año, por razones del cambio. Los resultados se darán a conocer a más tardar el 7 de julio. Además de la Dirección General de Vinculación Cultural, se deberá de cubrir, en la misma área, la Dirección de Capacitación Cultural. También la Dirección de Gestión de Información, en la Oficina de la C. Secretaria. En ese orden, las “percepciones ordinarias” son de 150 mil 822, 66 mil 362 y 96 mil 526 pesos.
En esas cosas de un gobierno de la transformación que bastante se parece a sus antepasados, fue en enero de 2024 cuando se dignó el Legislativo a hacer enmiendas a la Ley del SPC. Puro maquillaje que dejó, sabiamente, la facultad al “superior jerárquico inmediato” la capacidad tanto de aprobar como de vetar a quien el Comité Técnico escoja tras el largo y empedrado camino a la cúspide de un puesto ganado a pulso. La clave es concursar para ganar por ser amiga o amigo del que será la jefa o el jefe. En esta trama hay otro montón de cuentos.

Uno se entera de las oportunidades de ingreso en la página de la Secretaría de Cultura. Sin embargo, hay otra ventana, la del sitio “Trabajaen”. Se puede leer que, con relación al Ramo 48 de Cultura “Los puestos a continuación NO SE ENCUENTRAN CONVOCADOS O EN CONCURSO; solo se encuentran vacantes u ocupados temporalmente”.
Si por el momento hay en proceso seis concursos, “Trabajaen” dice que son 254 puestos activos. De esta cifra, remite a ¡173! del INAH, plazas de las cuales 74 se concentran en la Ciudad de México y 54 son la Secretaría de Cultura, también en la capital del país.
Así que ni Martínez García, ni nadie del staff del primer y segundo nivel del equipo de Curiel tienen de qué preocuparse. No vale la pena adquirir la categoría de titulares de carrera ya que, en un momento dado, serán despedidos por necesidades del servicio a la 4T.
Alejandra Frausto y su paso por el Conaculta
Servicio Profesional de Carrera, Secretaría de Cultura, Convocatoria 97, 9 de abril de 2025.
https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/989815/Convocatoria-97.pdf
Secretaría de Anticorrupción y Buen Gobierno, Trabajaen

Eduardo Cruz Vázquez
Eduardo Cruz Vázquez periodista, gestor cultural, ex diplomático cultural, formador de emprendedores culturales y ante todo arqueólogo del sector cultural. Estudió Comunicación en la UAM Xochimilco, cuenta con una diversidad de obras publicadas entre las que destacan, bajo su coordinación, Diplomacia y cooperación cultural de México. Una aproximación (UANL/Unicach, 2007), Los silencios de la democracia (Planeta, 2008), Sector cultural. Claves de acceso (Editarte/UANL, 2016), ¡Es la reforma cultural, Presidente! Propuestas para el sexenio 2018-2024 (Editarte, 2017), Antología de la gestión cultural. Episodios de vida (UANL, 2019) y Diplomacia cultural, la vida (UANL, 2020). En 2017 elaboró el estudio Retablo de empresas culturales. Un acercamiento a la realidad empresarial del sector cultural de México.