Con veinte años viviendo en Berlín, la comunicóloga y gestora cultural mexicana Alejandra Balleza Sachse, supo echar raíces en otra patria sin perder el arraigo de la propia, así como vincular la cultura de ambas naciones. En 1998, tras estudiar una Maestría en Comunicación e Industrias Audiovisuales en Andalucía, España, realizó un viaje a través de Europa, donde conoció al berlinés Stefan Sachse. En 1999 contrajeron matrimonio y decidieron vivir en la capital alemana para que ella se familiarizara con las costumbres y el idioma. Es así que Alejandra dejó atrás un trabajo estable de 12 años en la televisión local del estado de Colima y llegó a la ciudad europea, “con una maleta llena de ilusiones”, sin imaginar la cantidad de retos que esto implicaría: como profesionista, como mexicana que ama su tierra y tal vez la más difícil, como miembro de una familia muy unida.
Después de dos años de estudios de alemán, ya podía mantener una conversación superficial. Tras 20 años de su llegada a Berlín, rememorando cómo pudo aprender el idioma, concluye que es “hasta que lo sientes, lo lloras y lo vives”. Mientras tanto en su casa, se comunicaba con su esposo, primero en inglés y posteriormente él aprendió a hablar español.
Acercando a México a través de la cultura
Como suele suceder, la gestión cultural llegó a Balleza sin darse cuenta, de manera natural y por la necesidad de crear en su entorno, actividades que la mantuvieran vinculada con México. Es así que se acercó a la embajada de nuestro país que en el año 2000 regresó su sede a la ciudad de Berlín. Empezó a colaborar con la Agregaduría Militar y Aérea de México y aunque no era especialista en fuerzas armadas, se tuvo que preparar intensamente sobre el tema ya que su labor era estar presente en las juntas de responsables militares de ambas naciones, y necesitaba estar actualizada sobre la información relacionada con nuestro país. Parte de sus funciones también era hacer gestiones para la dependencia en la que laboró cerca de 10 años, donde llegó a ser intérprete mediadora entre los dos países, lo que le permitió conocer más la manera de ser de los alemanes.Dejó la agregaduría poco antes de convertirse en madre, ya que ese trabajo era muy incierto, con un contrato fuera de las leyes alemanas, que le demandaba mucho tiempo, sin prestaciones y sin posibilidad de crecimiento; exacto, la pesadilla laboral mexicana extendida al extranjero. Sin embargo, la espina de contribuir y gestionar seguía dentro de sus inquietudes.
Motivada por las visitas de amigos a su casa, principalmente hispanos y muchos de ellos artistas, empezó a buscar la manera de compartir con los berlineses, la cultura y el arte de su país. Sin ningún apoyo económico, sumando voluntades y con la firme certeza de que “el arte y la cultura es una manera de unir al mundo y demostrarles a los alemanes que en México hay gente muy creativa y talentosa”, Alejandra organizó para la embajada mexicana en Berlín varios eventos de calidad sin que representara un gasto monetario a la dependencia.
En el año 2011, aprovechó que el cineasta mexicano José Roberto Levy, presentó en España la serie documental “Vidas enraizadas”, Alejandra logró gestionar que se presentara en la embajada mexicana, ya que uno de los capítulos había sido traducido al alemán.
Por iniciativa de la sociedad mexico-alemana en Berlín, agrupación a la que pertenece, se realizó otra actividad en la embajada: un círculo de lectura en el que se leyeron autores mexicanos importantes, como Juan Rulfo y Griselda Álvarez entre otros.
Un evento de gran relevancia organizado por Balleza para la embajada, fue presentar en 2015 varios conciertos del Dúo Petrof integrado por los pianistas ruso-mexicanos Anatoly Zatin y Vlada Vassilieva, radicados en Colima, México. Después de realizar una gira por la República Checa, se trasladaron a Berlín invitados por la mexicana. Con el apoyo de la embajadora Patricia Espinoza y de un concejal de arte, la organización fue “relativamente sencilla”. Uno de los conciertos fue llevado a cabo con gran éxito en el auditorio del ayuntamiento; la peculiar combinación de dos pianistas rusos interpretando música mexicana llamó mucho la atención. El 80 por ciento del público asistente fue alemán. Los invito a conocer al Dúo Petrof interpretando El jarabe tapatío. Esta pieza, tocada a dos pianos y con arreglos de Anatoly Zatin, les permitió ser el primer grupo mexicano nominado a los premios Hollywood Music in Media Awards de 2016, en la categoría música contemporánea clásica e instrumental.
En la siguiente entrega conoceremos algunas actividades culturales gestionadas por Alejandra Balleza con la Red Global MX, Capítulo Alemania.
Hasta el próximo Vuelo del ticús.
[*] Entrevista realizada por Marcela Flores a Alejandra Balleza. (2020)
Marcela Flores Ruvalcaba
Bailarina, gestora cultural, docente con especialidad en danza contemporánea; empresaria y productora cultural. Miembro del Seminario de Cultura Mexicana Corresponsalía Colima, donde forma parte de la mesa directiva. Maestra en Promoción y Desarrollo Cultural, licenciada en Artes Escénicas y egresada de la Escuela Nacional de Danza Contemporánea del INBAL. Fue docente del Instituto Universitario de Bellas Artes de la Universidad de Colima y de varios grupos de danza y teatro de Colima y la CDMX. Productora de obras de teatro, danza y música. Colabora como dictaminadora de artículos para la revista Estudios sobre las Culturas Contemporáneas de la Universidad de Colima.