México no está aislado ni en lo social ni en lo económico, prueba de ello son las relaciones comerciales que mantiene con otros países. Durante la década de los 90s del siglo pasado dichas relaciones se expandieron considerablemente a raíz de la firma del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos y Canadá, además de otros convenios comerciales. No obstante ese dinamismo, el impacto en el sector cultural ha sido marginal.
En gráfica 10 de la serie que es posible gracias a la colaboración del INEGI y Paso libre, podemos observar el comportamiento de las importaciones y las exportaciones en precios corrientes de 2008 a 2019, donde lo primero que se distingue es un balance desigual, ya que las ventas al exterior se ven rebasadas en cuatro veces, en promedio, por las compras.
Las importaciones aumentaron de 52.4 a 73.7 miles de millones de pesos entre 2008 y 2019, pero ese incremento no fue constante. En 2013 se observa una caída de 20% que se mantiene en 2014, para después conservar una trayectoria ascendente, lenta pero firme.
Por su parte, las exportaciones se mantuvieron en niveles cercanos a los 11 mil millones de pesos entre 2008 y 2013. Es a partir de 2014 donde se muestra un cambio de tendencia para crecer de manera discontinua y alcanzar los 24 mil millones de pesos en 2019. Más del doble.
Si bien persisten algunos problemas con el registro de los bienes y servicios que se exportan, como las artesanías o las visitas a los museos, no es factible que eso corrija las tendencias observadas. Debemos considerar que todavía se puede y se debe hacer más. Los mercados externos ofrecen una gran variedad de oportunidades para los productos culturales, las cuales se pueden traducir en un mejoramiento de los ingresos y del nivel de vida de quienes los elaboran. Las cartas están sobre la mesa.
Antonio Mier Hughes
Antonio Mier Hughes resuelve todas las aristas relacionadas con el análisis económico en el que se desempeña el sector cultural. Elabora estudios y soluciones para empresas culturales, para organizaciones de la sociedad civil y para dependencias de gobierno, en escenarios propios de la planeación estratégica, el diseño de políticas económicas, la creación y evaluación de indicadores así como en el análisis de las finanzas públicas. Es un docente a toda prueba con los emprendedores culturales.