¿Quién para el deporte en el sexenio 2024-2030?

De izquierda a derecha los posibles sucesores de Ana Gabriela Guevara en la CONADE: María José Alcalá, Moisés Muñoz, Romel Pacheco y Julio Pérez. (Imágenes tomadas de publimetro.com, eleconomista.com, lavozdemichoacan.com.mx y maspormas.com).

La expectativa para esta semana que comienza, gira en torno al gabinete de la nueva administración que encabezará la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo. Sólo un nombre queda claro, el del actual secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, que repite en el cargo, y otros que, por lo menos desde la trinchera donde me muevo suenan con mucha fuerza: Susana Harp para Cultura y Omar García Harfuch para Seguridad Pública. El otro protagonista de esta incógnita es Juan Ramón de la Fuente quien, como coordinador de transición pudiera ser tomado en cuenta para ocupar alguna secretaría de relevancia. Pero, y a todo esto ¿quién suena para dirigir el deporte en México?

Los Juegos Olímpicos, próximos a realizarse en París, serán el examen final de la gestión encabezada por Ana Gabriela Guevara. Sorprendentemente su administración, plagada de controversias ajenas al deporte y ligadas con corrupción, sumada a un enfrentamiento abierto con algunas Federaciones y atletas de renombre, ha mantenido resultados positivos desde el punto de vista de las medallas obtenidas en los mega eventos disputados durante el sexenio. No así, me parece, han sido sus logros para coadyuvar a perfilar una política deportiva a nivel nacional alineada con los preceptos establecidos desde 2018 por la 4T, particularmente bajo el concepto de “deporte social”. En este sentido, me pregunto ¿quién pinta para ser el sucesor de la controvertida ex velocista?

A diferencia de los nombres que de una u otra manera se manejan para las diversas dependencias, el deporte no tiene personajes claros. De hecho, son pocos los medios, casi nulos, que se han tomado el tiempo para pronosticar al nuevo titular del deporte mexicano. Lo anterior no es cosa menor ya que, por un lado, sigue siendo un indicador que habla del papel secundario que tiene el deporte en la agenda nacional, y, por el otro, da cuenta, de acuerdo con los nombres que a continuación voy a señalar, que no hay interés real por procurar que el presidente de la CONADE represente a una administración enfocada en crear una política deportiva nacional, sino en nombrar a un titular que coordine los tibios esfuerzos por mantener las actuales estructuras que hoy tan solo permiten un acceso limitado al derecho a la cultura física y al deporte.

Los nombres que suenan son:

  • Rommel Pacheco, ex clavadista y político yucateco que ha ocupado cargos para el PRI, PAN, y que recientemente contendió por la alcaldía de la ciudad de Mérida, Yucatán, siendo diputado por Morena.
  • María José Alcalá, también ex clavadista y presidenta actual del Comité Olímpico Mexicano.
  • Moisés Muñoz, ex futbolista del Club Atlético Morelia, Atlante y Club América.
  • Julio Pérez Guzmán, actual titular del Instituto del Deporte de la Ciudad de México.
Polémica gestión, pero la termina el 30 de septiembre. (Imagen tomada de infobae.com).

 

De los mencionados, me parece que Pérez Guzmán es quien menos posibilidades tiene. Lo considero entre los posibles para la CONADE por haber formado parte del equipo de Claudia Sheinbaum durante su administración como jefa de Gobierno de la Ciudad de México. Con programas que en realidad son el resultado de la inercia de los gobiernos anteriores, el Instituto del Deporte de la Ciudad de México ha mantenido sus actividades y eventos esenciales de los cuales destacan los paseos ciclistas dominicales, las activaciones en distintos espacios delegacionales, el Maratón Internacional de la Ciudad de México y otras carreras atléticas en convenio con patrocinadores y marcas de renombre. Nada, por cierto, cercano realmente a una política deportiva. Quizá el único atisbo de ello, fue la inclusión de escuelas técnico deportivas en el programa Utopías, orientadas en el rubro deportivo, tanto a la capacitación de entrenadores como a la iniciación deportiva, particularmente en atletismo.

Como presidenta del Comité Olímpico Mexicano, María José Alcalá, emergida de la “escuela” del antiguo PRI, parecería contar con más experiencia y “colmillo”, mientras que a Romel Pacheco le juega a su favor su juventud y carisma, aunque sus “abruptos” cambios ideológicos, que lo hicieron “chapulinear” del PRI al PAN y recientemente a Morena, supondrían que su nombramiento sería más por asuntos mediáticos que por sus capacidades como gestor del deporte. Sobre el ex portero del Club América, se sabe que después de salir de TDUN logró colocarse en una lista para contender por una diputación por Morena. Este personaje, más allá de sus oposiciones “duras”, que no necesariamente críticas, sobre el futbol mexicano, desconozco si cuenta con alguna experiencia en administración deportiva más allá “de haber sido un atleta de alta competición”. Un antecedente, en ese sentido, es la experiencia que se tuvo con el ex futbolista titular de la CONADE, Carlos Hermosillo, quien rindió cuentas paupérrimas en su breve periodo al frente de esta dependencia.

Al final me parece que, la elección de un ex deportista sería “más de lo mismo”, ya que se estaría privilegiando la experiencia de un ex atleta, más allá de tomar en cuenta las habilidades creativas y administrativas que permitan dar pie a un liderazgo capaz de formular un plan de trabajo orientado realmente a coordinar, de conformidad con la Ley General de Cultura Física y Deporte, los esfuerzos locales, estatales y federales en esta materia. En tal sentido, no es obligatorio que el nuevo titular de la CONADE haya sido o tenga que ser un atleta de alto rendimiento; aún más, tampoco es indispensable que éste haya sido o guste del deporte como fue en su momento el caso de Bernardo de la Garza quien, dicho sea de paso, encabezó una de las administraciones más decentes desde la creación de la Comisión.

Dejemos que los ex atletas sean consejeros o voces que expresen el sentir de un grupo, por supuesto, no de todos los atletas de este país. En el fondo, la verdadera intención de la CONADE debe ser garantizar, operar y coordinar los esfuerzos para que todos, especialmente la niñez y los jóvenes puedan acceder al derecho al deporte. Las medallas pueden esperar.

 

A la puerta del fin de sexenio de AMLO. (Imagen tomada de es.wilkipedia.org).

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