Se dijo en alguna ocasión, allá en los tiempos de la expansión nacional del siglo XX, que México era el “hermano mayor” de Latinoamérica. Lo cierto es que nuestro país ha tenido un notable ascendente en no pocas naciones de la porción continental que nos vincula. Una, que en estos días cobra relevancia, es Chile. Para no ir más lejos, fue el presidente Lázaro Cárdenas quien envió un barco a ese país con un nutrido contingente de artistas y deportistas para estrechar relaciones. Los escritores Gabriela Mistral y Pablo Neruda, que son como nuestros; los murales de David Alfaro Siqueiros (en Chillán) y de Jorge González Camarena (en la Universidad de Concepción); la infraestructura donada por el mandatario Adolfo López Mateos, la Casa del Arte Diego Rivera, en la austral Puerto Montt; el doloroso episodio de la dictadura pinochetista que trajo un exilio que alimentó la calidad de nuestras universidades. Hacemos votos por la pronta resolución de los conflictos en Chile y que el intercambio cultural señale el destino que compartimos.
