De la comparecencia o reunión de trabajo (da lo mismo) de la secretaria Frausto en la Cámara de Diputados surge un asunto de diferente interpretación en la cobertura mediática. Tiene que ver con las cuentas, muy alegres, que presentó la oriunda de Guerrero. Aquí la página de la discordia: la 22 de un documento de 40 que un alma caritativa dio a Paso Libre. Para unos, que se haya gastado casi la mitad de lo que le fue asignado para el año al mes de julio, tiene un componente de subejercicio. Para otros, la otra mitad se erogará o se cuadrará el presupuesto en el siguiente semestre. Entonces, no hay aún subejercicio. La secretaria Frausto presumió un gasto ordenado. Lo criticable no es solo la falta de claridad para decir las cosas. También una ausencia de calculadora, de conceptos y un reduccionismo imperdonable para una funcionaria de su nivel. Haga usted las cuentas: los cinco conceptos suman 6 mil 198.2 millones de pesos. Arriba dice 6 mil 225. Si resta al monto real el primer rubro, servicios personales, es decir salarios y demás, quedan 2 mil 484.2 millones de pesos. Abajo, en mayúsculas rojas, dice 5 mil 708.8 millones de pesos para actividades sustantivas. ¿Qué diablos pasa aquí? A ver si la dependencia emite un boletín para aclarar esto, ya que otra reunión de trabajo o comparecencia de tres horas, para qué.
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