Alexandra Domarchi
Una tarde nublada, mis nietos, Leo y Tiziana, de diez y ocho años de edad, estaban jugando en la biblioteca cuando encontraron un baúl polvoriento.
-¡Abuela! ¿Qué hay dentro de este baúl?
-¿Es de piratas?
Les abrí el cofre y me fui al jardín. Dejé que mis nietos descubrieran los recuerdos de mis vidas anteriores. Después de un rato, mientras estaba regando los crisantemos, Leo y Tiziana me llamaron por la ventana.
-Te tenemos una sorpresa.
-¡Ven!
Al entrar en la biblioteca, vi que el piso estaba cubierto por unas hojas de papel de dibujo.
-¿Abuela, quién hizo esto?
-Fíjense que hace veinte años, en 2020, antes de que ustedes nacieran, dibujé estos crisantemos con carboncillo. Vivimos una cuarentena que duró más de cien días y yo me la pasé dibujando flores.