Imagen tomada de la portada del libreo “el cine independiente, ¿hacia dónde?
Ilustración de Rogelio Naranjo, publicado por ADOC, México.
Asociación de Documentalistas de México A. C. y la editorial la Raa del Sur. S. A. de C. V. 2007
En estos días, me encontré un documento de Fundar, Centro de Análisis e Investigación, titulado “PRESUPUESTO FEDERAL PARA CULTURA” donde elaboraron algunos cuadros estadísticos que, sin intención manifiesta, desmienten lo propalado en el 2023 por el IMCINE.
El artículo se centra “en la reducción del presupuesto en cultura a nivel federal en los últimos años, mismo que representa un retroceso en la garantía de los derechos en el acceso a la cultura y nos ponen lejos de los niveles de gasto de otros países”.
En su documento presenta un breve análisis de la evolución del gasto ejercido y aprobado en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) a Cultura en México desde su clasificación funcional y administrativa, así como sus principales programas presupuestarios y fideicomisos públicos relacionados al sector cultural. A continuación, tomaré solo los dos cuadros que se refieren al cine.
Disponibilidad de Fideicomisos y mandato extintos relacionados con temas culturales
Lo que nos da los siguientes promedios
Si comparamos los presupuestos anuales hasta el 2019 con lo ejercido por el FOCINE del 2021 al 2023, tendríamos que el presupuesto para el apoyo de películas es menor en 84 millones de pesos por año y mucho menor si solo lo comparamos con el gasto ejercido en la producción de largos.
En los últimos tres años, el apoyo del FOCINE ha sido de $101.1 millones de pesos al año, en promedio, para sus once o doce convocatorias y para la producción de películas solo existieron apoyos por un total 170.8 millones de pesos, lo que equivalió a un promedio de $56.9 mdp al año. Cantidad mucho menor a la que se otorgaba a través de los dos fideicomisos extintos, que fue de 185 millones al año, a lo que habría que agregar los retornos por la explotación de las cintas más lo recaudado por la clasificación de películas y los intereses bancarios generados. Hecho que desmiente, en automático, las afirmaciones que realizó la titular del IMCINE a través de los medios durante el año pasado.
FOCINE: APOYOS A PELÍCULAS DE LARGOMETRAJE
Conocido es, que sin presupuesto suficiente no hay forma de ejercer el derecho a la cultura en industrias culturales tan caras y complicadas como el cine y el audiovisual y su acceso es fundamental para garantizar la vida digna de las personas. Lo anterior, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y el Comité de Derechos Económicos Sociales y Culturales (DESC), que en su Observación General 21, señalan que la cultura en todas sus manifestaciones es parte intrínseca del ser humano y configuran su identidad. En México este derecho se establece en el artículo 4° constitucional que señala que, “Toda persona tiene derecho al acceso a la cultura y al disfrute de los bienes y servicios que presta el Estado en la materia, así como el ejercicio de sus derechos culturales”.
La política de AMLO, de recortar presupuestos a la mayor parte de las dependencias federales para reasignar estos “supuestos ahorros” a las dependencias encargadas de la seguridad y a sus mega proyectos, está ocasionando un problema muy grande. Que la mayor parte de nuestras instituciones se vuelvan inoperantes y sus burocracias cobren sin trabajar, ya que no hay presupuesto para desempeñar las funciones sustantivas dictadas por la ley. De por sí, siempre hemos criticado que la mayor parte de las dependencias de cultura usan el 85% para gasto de empleados y solo destinan el 15% a sus funciones sustantivas. Ahora, la mayor de las dependencias federales, ni eso.
¿Puede la Dirección de Cinematografía supervisar y autorizar las más de 1,500 películas y audiovisuales que le presentan al año con solo una docena de empleados? ¿Pueden vigilar el cumplimiento de la LFC de todas las etapas de la cadena productiva? De antemano la respuesta es ¡NO! Por esto, Cinematografía no ha multado a los violadores de la ley en años y este ordenamiento se ha vuelto letra muerta en vías de hecho. De igual manera, la PROFECO y la COFECE no cuentan con personal ni recursos para vigilar que no existan malas prácticas comerciales ni abusos por presencia dominante ni competencia desleal en contra del cine mexicano que tanto nos afecta y nos arruina cotidianamente, y así nos podríamos extendernos hasta el infinito y siempre la respuesta será ¡NO! ¡Falta presupuesto!
Afortunadamente, para el IMCINE hay buenas noticias para el 2024. Este año si contará con un incremento real de 85 millones de pesos que el Congreso de la Unión le autorizó. Este incremento presupuestal se debe, en parte, a los tiempos electorales y también a un error inercial de incremento automático por parte de la Cámara de Diputados*. Con este dinero podría pagarles y bien a los jurados de sus diversas convocatorias. Así dejarían de solicitar jurados sin experiencia que les trabajen gratuitamente, mientras la burocracia cobra puntualmente. También se podrían incrementar los montos de los apoyos a filmes de largometraje, mismo que actualmente rayan en lo ridículo, tal y como lo demuestra el cuadro anterior, o se utilice el apoyo para incrementar el número de proyectos de largometrajes aprobados. Por último, se podría incrementar el número de guiones apoyados para mejorar su calidad, ya que los treinta y tantos en promedio anual que se apoyan, resultan insuficientes para incrementar la calidad de los largometrajes. Así se podría acceder a las salas comerciales y empezaríamos a recuperar el público que ha perdido la presente administración. De los 154.6 millones de asistentes a nuestro cine captados en el sexenio peñista se cayó a 62.9 millones en este sexenio. En parte por la pandemia, y por la otra parte debido a las malas prácticas comerciales de la MPAA así como la selección de proyectos inviables, tal y como se muestra en el siguiente cuadro, pero de esto hablaremos en una próxima entrega.
ASISTENTES A PELÍCULAS MEXICANAS SEXENIOS 1994 – 2023
Por último, esperemos que la SHCP respete lo dictaminado por el legislativo y cumpla la ley y no se le vaya a ocurrir un recorte arbitrario tal y como acostumbra.
Nota.- En el 2023 la Cámara de Diputados aprobó un apoyo extraordinario de 85 millones de pesos para que el IMCINE cubriera pagos pendientes de años atrás de los FIDEICOMISOS. Para el 2024 la Camara otorgó un incremento inercial partiendo de lo aprobado en el 2023.
Víctor Ugalde
Víctor Ugalde es guionista, director e investigador de cine. Coautor en las obras Anuario de la exhibición en México (Filmoteca, UNAM, 1984); Bye, bye, Lumiere (UdeG, 1994), ¿Yankees, Welcome?; Industrias Culturales y TLC (RMALC,2000); TLC, la otra conquista?; y TLCAN/Cultura ¿Lubricante o engrudo? (UAM/UANL, 2015). Además ha publicado en las revistas Cámara de CANACINE (Primera época), Estudios cinematográficos (del CUEC), Dicine, El Universo del Búho y Revista Toma, entre otras. Ha escrito o dirigido más de diez películas como El extensionista (1989/35 mm.), ¿Me permites matarte? (1992/35 mm.), Hoy no circula (1993/35 mm.), La prima (2018/HD) entre otras. Actualmente es Presidente del Observatorio Público Cinematográfico “Rafael E. Portas”.