Consumos culturales: la caja registradora

 

Por ser habitantes del mercado de bienes y servicios culturales, nos convertimos en información financiera, estadística y de escenarios de ingresos. Un mar numérico de enorme valor para quienes trabajan, ya sea por cuenta propia, en alguna empresa e incluso en instancias públicas. Una de las firmas por excelencia para estos menesteres es la consultora multinacional PwC.

El informe sobre la industria del Entretenimiento y Medios (E&M) en México es una sabrosura. Ofrece cifras reveladoras del periodo que va del 2022 al 2026. Se señala un crecimiento sostenido en este lapso “pese a la incertidumbre que existe sobre una posible recesión global”.

Al cierre de 2022 E&M generó en México ingresos por más de 27,000 millones de dólares (mdd), “cifra superior a las ganancias registradas en prepandemia” que fueron de 23,179 mdd en 2019.

Las tres actividades que impulsarán el crecimiento, en mayor medida, de esos negocios en territorio nacional a mediano plazo, son el acceso al internet, la televisión tradicional y home video y la publicidad en internet.

La perspectiva es que, este 2023, los ingresos ronden los 10,510 mdd para el primer caso, los 4,945 mdd en el segundo de los citados y en lo tres campos publicitarios del tercer campo más de 5 mil mdd.

Desde el análisis de la firma PwC, la población conectada a internet, ya sea en su modalidad fija o móvil, será del 70% para 2026. Adivierte que con la tecnología 5G se podrá dar acceso al servicio en estados como Chiapas, Oaxaca y Guerrero, “donde no es fácil ni rentable desplegar banda ancha fija”.

Para Anderson Ramires, Socio Líder de TMT & Digital Services, “México es uno de los países en los que la industria de E&M tendrá mayor crecimiento a nivel mundial. La desaparición de las restricciones provocadas por la pandemia son motor para la recuperación de la industria cinematográfica y los eventos en vivo”.

Las áreas que se consignan en el reporte de PwC son: TV tradicional y home video, Publicidad en intenet, Videojuegos y esports, Publicidad en TV, Periódicos y revistas de consumo, OTT (servicios de streaming), Cinematografía, Música, radio y podcast, B2B (negocios entre empresas) y Publicidad out of home.

En los números alegres al finalizar 2023, los OTT habrán sumado 1,434 mdd y la Música, radio y podcast, 1,002 mdd. En lo que refiere al podcast, la audiencia alcanzará los 50 millones de personas en 2026, con tres tendencias de contenido favoritas de los mexicanos: el humor, los espectáculos y el desarrollo personal.

Por lo que respecta a la música (en cualquiera de sus modalidades), tras la caída pandémica de 2020, al siguiente año recuperó 79 mdd: pasó de 310 mdd a 380 mdd y dio el brinco en más del 100% en 2022, alcanzando la cifra de 513 mdd.

En el segmento de música en vivo, la consultora PwC proyecta que será hasta el 2026 con 209 mdd que alcance su nivel de 2019, que sumó 206 mdd.

La cinematografía, entendida como el negocio de la exhibición, el golpe del coronavirus fue tremendo: captó en 2020 la suma de 204 mdd. Para el 2022 se levantó 814 mdd, este año se esperan 1,172, cifra de total regularización. Al umbral de 2026, deberán llegar según PwC, a los 1,428 mdd.

Numerosas lecciones se desprenden del informe y subrayaré tres. Una que va al centro de quienes viven en las áreas de Periódicos y revistas de consumo, que en en 2022 tuvo ingresos por 1,263 mdd. Esta manifestación de la cultura escrita da la batalla sobre todo en sus modalidades en línea. Persistir, adaptarse, innovar y atraer publicidad son las rutas.

La segunda lección tiene que ver con las posibilidades de empleo en un mercado tan competido. Sin importar la edad, la innovación de nicho puede ser proveedora de ingresos, al menos los básicos para muchas economías familiares.

Y la tercera es para las políticas públicas, sobre todo las culturales. Es una lección que suena a incansable reiteración. Asumir la llamada cultura digital como un pilar de cualquier plan de desarrollo. La tecnología es incluyente si se enseña y se procura entre los millones de gente que no tiene acceso a bienes y servicios culturales.

Bien, va otra: como muchos países, nos movemos al son que tocan en Estados Unidos.

Sin embargo, una firme política social de consumos culturales puede ser la diferencia.

Fuente

https://www.pwc.com/mx/es/industrias/tmt/gemo.html

 

 

 

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