Coronacrónicas antivirulianas: La pausa

No tocarnos, una de las medidas de prevención, me causa dificultades. Me resulta más fácil la de la sana distancia. Comprendo la medida que no va con la forma de llevar mi expresividad y mi cuerpo. Suelo ser tímido; no estar con otro o cerca de otro no me resulta difícil, pero no estar conmigo mismo -que es la forma en que entiendo tocar mi rostro- me causa eso sí un poco de molestia. Suelo adoptar una actitud pensativa y llevar mi puño a la barbilla, una postura para llamar a la musa de la creatividad, y sí, resulta y me surgen las ideas. También me toco constantemente la nariz. La comodidad de uno mismo, tendrá que esperar. (Héctor M. Garay).

Foto: Héctor Garay

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