Nuestra hija tiene 17 años. Suele vestirse de negro. A los 15 años nos pidió permiso para hacerse un tatuaje. Fueron dos alitas de murciélago sobre sus omóplatos. Desde que empezó la cuarentena no soporta la luz. Usa lentes oscuros. Se pinta los párpados y los labios de negro. Duerme todo el día y se alimenta únicamente con jugos de fruta. Ayer, en medio de la noche, un grito nos despertó. Entramos de puntillas a la habitación de Muriel. Estaba colgada boca abajo. Tenía dos alas negras y trataba de desplegarlas. Salimos rápidamente y cerramos la puerta con llave. Mi esposa me preguntó:
-¿Qué dice la SEP?
-¡Las escuelas están cerradas hasta finales de mayo! (Alexandra Domarchi).
