Hace 5 años llegó el COVID-19 para quedarse, pero lo más duro fue al principio: cerraron las escuelas, los mercados, las oficinas de gobierno, así como la mayoría de los comercios y empresas. Todo lo que no fuera prioritario, provocando así un gran desempleo y un cambio drástico en la vida cotidiana de millones.
Tuvimos que vivir confinados en nuestras casas, usar cubrebocas y otras medidas de higiene obligatorias, además de tratar de mantener una sana distancia en el espacio y el transporte público, lo cual era muy difícil.
Pero lo peor fue el alto número de defunciones, que tan sólo en 2020 rebasaron las 200 mil personas, según datos del INEGI.
A pesar de la difícil situación, muchos tenían que salir a “corretear la chuleta”, o sea, a buscar el sustento para ellos y su familia.
También quiero destacar la resiliencia y la solidaridad autogestiva que hubo en esos momentos, incluso varias iniciativas llegaron a ser más efectivas que las acciones erróneas o tibias del gobierno.
Para no abonar en la desmemoria colectiva, un mal que predomina en nuestro país, les presento algunos momentos que logré capturar en aquellos días aciagos, tanto en la Ciudad de México como en Pachuca.
Aclaro que algunas de estas imágenes ya las había publicado, en su momento, aquí mismo en Paso libre, pero la mayoría son inéditas.
2020, año uno de la pandemia.
