El sector cultural en tiempos del GRECU

El GRECU reunido para su 13avo aniversario en 2022. (Foto: Armando Báez Pinal).

 

En la línea del tiempo, el Grupo de Reflexión sobre Economía y Cultura (GRECU) surge en junio de 2009, como parte de un proceso de expansión del análisis económico de la cultura. Una dinámica tardía en México, con empeños contados, llena de deficiencias en su abordaje con respecto a otras naciones, pero finalmente con toda la intención de empoderar al sector cultural en la dinámica del país.

La instalación del GRECU se liga a mi relación con la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Xochimilco, de donde egresé en 1984. Debo referirme a ello con el afán de precisar los orígenes, no por un mero acto de vanidad.

Mi querido maestro, entrañable amigo y cómplice fundador, Enrique Velasco Ugalde (fallecido en 2014), propició mi regreso a la universidad en octubre de 2008, a fin de apoyar al entonces rector de la unidad, Cuauhtémoc Pérez Llanas.

En el curso de 2009, fui designado al frente de la Coordinación de Extensión Universitaria. Con la intención de reunir amigos interesados en reflexionar, discutir e indagar sobre este vasto campo del desarrollo nacional que es el sector cultural, se da el primer desayuno del GRECU, el momento fundacional, el punto de reunión sustancial en todos estos años. En ese episodio tuvo que ver otro entrañable ya desaparecido, Rafael Campos.

Son esos meses de 2009 de la crisis sanitaria y económica generada por el virus de la influenza, como por la sacudida financiera de los Estados Unidos. Estamos en la segunda mitad de la presidencia de Felipe Calderón, con Consuelo Sáizar al frente del Conaculta, con la diputada panista Kenia López en la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados, con María Rojo presidiendo esa Comisión en el Senado y de cara a un fenómeno de exigencia por dotar a la política cultural, de una dimensión económica.

O dicho al estilo GRECU: dotar de una política económica al sector cultural.

 

 

También son momentos de un aliento inusitado al emprendedurismo, y en él, a los emprendedores culturales. Se multiplican cursos, talleres, incubadoras, el crowfounding y los sitios de trabajo comunitario.

La política económica se apuntala con una subsecretaría dedicada a las micro y pequeñas empresas, creada en el mandato de Vicente Fox. También por diversidad de programas, facilidades de crédito y, muy destacadamente, por la inyección de miles de millones de pesos al ámbito cultural desde el Congreso, los célebres “recursos etiquetados”, que impulsaron circuitos productivos en el sector cultural.

Se sumó a la dinámica una mayor valoración de los insumos estadísticos generados por el INEGI y tareas como la del economista Ernesto Piedras, de la mano de la Sociedad General de Escritores de México (SOGEM), con el ya ido Víctor Hugo Rascón Banda. En la ruta vendría después el Foro de Economía y Cultura, de la UACM, con Marissa Reyes.

A su vez los estudios puestos en circulación por el Conaculta en la administración de Sari Bermúdez y el empeño de otras instituciones, estudiosos, periodistas y gestores culturales. Pero no se crea que todo ello era un conjunto en suerte de tumulto; no, era y sigue siendo, un puñado de afanadores.

 

El 14 de mayo de 2018, se llevaría a cabo el Diálogo por la Reforma Cultural en el Centro Cultural Roberto Cantoral. El evento pondría a los designados en cultura por los presidenciables de 2018 a presentar las propuestas en materia cultural por primera vez en México. (Foto Editarte Publicaciones).

 

Inmersiones afortunadas

El GRECU vino a insertar a este dinamismo un espacio colectivo, de activismo concertado que no existía. Su constitución tuvo como eje la pluralidad de integrantes, representativos del mismo sector cultural.

Además, en ese instante, como hoy en día, a 13 años de distancia, se caracteriza por ser una entidad autónoma, sin fines de lucro, sin estructura jurídica y sin ataduras a grupos culturales. En suma, la confluencia de amigos, colegas y afinidades.

La agenda de los dos lustros y medio se configura así. 1) Una actividad promocional bajo la visión sectorial 2) Un programa editorial 3) La impartición de un diplomado en dirección de empresas culturales 4) Vinculación con el Poder Legislativo 5) Estrecha relación con el INEGI 6) Creación de un nicho en la página de la UAM Xochimilco, primero, y después del portal Paso libre bajo la consigna de hacer periodismo del sector cultural 7) Diálogo y debate con los poderes públicos y los órganos autónomos 8) Búsqueda de entendimiento con los poderes del ámbito empresarial 9) Reuniones regulares con protagonistas del acontecer nacional 10) Vinculación con instituciones de educación superior y organizaciones no gubernamentales afines.

El tiempo corre y las agenda se abulta como se decanta. De igual manera se genera una dinámica entre los integrantes del GRECU. A la fecha somos unos y a la distancia muchos otros nos acompañaron y ahora son colegas en sus respectivas rutas.

Somos la periodista cultural y experta en artes visuales Angélica Abelleyra, la directora de la A.C La Matatena Liset Cotera, la socióloga y analista de políticas culturales Patricia Chavero, la periodista cultural Silvia Isabel Gámez, el gestor cultural Héctor Garay, la también periodista cultural Adriana Malvido, la gestora cultural Nubia Martínez, el especialista en tecnologías y redes sociales Rafael Mendoza, el economista Antonio Mier Hughes, el escritor y ex diputado Alejandro Ordorica Saavedra, el escritor y gestor cultural Leobardo Sarabia Quiroz, el gestor cultural y ex diplomático cultural Andrés Webster, el cineasta Víctor Ugalde, el antropólogo Eduardo Nivón Bolán, el historiador Raúl Nivón-Martínez, la bailarina y gestora cultural Marcela Flores Ruvalcaba, el gestor cultural Gabriel Río de la Loza y con su apoyo en todo renglón, Virginia Laguna.

 

“Tallereando el 2020”, reunió en noviembre de 2019 a destacadas figuras del sector cultural para compartir sus previsiones sobre el país en 2020.

 

Entre sus fundadores estuvieron los ya mencionados Enrique Velasco Ugalde y Rafael Sánchez Campos, ya fallecidos, Y han sido parte en distintos momentos entrañables como René Avilés Fabila (también ya desaparecido), Jorge Pantoja, Federico González Compeán, Eduardo Caccia, Jorge Bravo, Guadalupe Gómez, Pascual Borzelli, Carlos García de Alba, Valentina Gatti, Raúl Alfaro, Carlos Lara, Francisco Moreno, José Manuel Hermosillo, Manuel Lino, Fernando Gómez Pintel, Javier Esteinou, Tomás Ejea, Carlos Madrid Varela, David Dávila, Alexa Sol, Bárbara Martínez, More Taffoya, Tere Quintanilla, Anel Rosas y Arturo Sastré.

En el andar de los senderos, de la UAM Xochimilco pasamos a la Casa Rafael Galván, de la cual fue designado responsable en 2015, en virtud de la encomienda del entonces rector general, Salvador Vega y León (2013-2017). El recinto y el estímulo brindado potenció nuestra labor.

En el siguiente periodo, el de Eduardo Peñalosa Castro (2017-2021), la relación se dio, pero fue tensa y menos interesada. Su sucesor, José Antonio de los Reyes Heredia, sin mayor diálogo, ni oportunidad de valoración, dio por terminadas tanto mis tareas institucionales como todo vínculo con un acontecer que, para bien, será parte indisoluble de nuestras vidas.

 

Recuentos básicos

Para bien y para siempre, la historia del GRECU se liga a la UAM, como a la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), con la figura de José Garza, destacado funcionario en la Secretaría de Extensión y Difusión, docente e investigador de la casa de estudios.

Sin estos puntos de amarre, la tarea de forjar una conceptualización, posicionamiento y empoderamiento del sector cultural, hubiera sido imposible.

Al llevar a cabo este recuento con el que celebramos 13 años de trayectoria, hay ejemplos de conquistas y otros de pendientes. Cabe el orgullo de ser parte de la instauración de la Cuenta Satélite de la Cultura en 2014, año en el que celebramos un foro para evaluar los 20 años del TLCAN en el sector cultural.

Hay en el catálogo un sinnúmero de reuniones, conferencias, encuentros, talleres y diálogos para apuntalar lo que llamamos una cultura de la estadística. En el Puerto de Veracruz, por citar otro empeño de 2015, tuvo lugar la hasta ahora única reunión nacional de empresarios culturales.

En otra cita, se promovió un “Maratón para entender la Secretaría de Cultura”, en las semanas previas a su creación en 2015.

Por lo que refiere a la producción editorial, cobra relevancia la obra colectiva ¡Es la reforma cultura, Presidente! Propuestas para el sexenio 2018-2024, bajo el sello Editarte. Este volumen generó, a su vez, el foro sobre la reforma cultural a la que asistieron Alejandra Fraustro, Raúl Padilla, Beatriz Paredes y Consuelo Sáizar, como parte del proceso de sucesión presidencial.

Al afianzar la colaboración con el INEGI, a partir de noviembre de 2020 se lleva a cabo la Jornada Nacional de la Cuenta Satélite de la Cultura. En ese sentido, nuestro sitio Paso libre es un nutrido acervo de registros sobre el análisis económico de la cultura, como de numerosos asuntos concernientes a la dinámica del sector.

 

En colaboración y complicidad, el INEGI, GRECU y su portal de difusión Paso Libre, realizarían la Primera Jornada Nacional de la Cuenta Satélite de Cultura en 2020. Un ejercicio que tendrá su tercera edición este año.

 

De los presidentes Felipe Calderón, a Enrique Peña Nieto, a Andrés Manuel López Obrador, los tres sexenios que cruza el historial del GRECU, hay cuatro asuntos no resueltos.

En primer lugar, la imposibilidad de influir para lograr que, ante todo, se aplique una política económica para el sector cultural. Eso significa ir más allá de la tradicional comprensión a partir de las políticas culturales, del “Estadocentrismo cultural” a la mexicana, como de la visión simbólica de la cultura que tanto daño ha hecho al país.

Segundo, lo infructuoso de los esfuerzos por un diálogo y colaboración permanente entre los promotores de dicha visión sectorial y los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

Aunque en mesas de discusión y de pronto confabuladores de ciertas iniciativas con dichos poderes, persiste un alejamiento que, se antoja, será insuperable por siempre.

En tercer lugar, la incapacidad de hacer cómplices en las luchas del sector a los grandes poderes empresariales que, aunque no lo reconocen así, forman parte del campo cultural. Las empresas dominantes siguen su ruta al margen de una noción de desarrollo nacional.

Finalmente, el cuarto punto tiene que ver con la llamada comunidad cultural. Sin duda, la permanencia del GRECU ha sido un insumo para alimentar su participación en la agenda del sector.

Pero está aún muy lejos de, por un lado, socializar ampliamente la visión económica de la cultura para defender sus intereses.

Y por otro lado, de sacar provecho al importante compendio estadístico con que contamos, a efecto de fortalecer sus posturas en bien de la creatividad, la productividad y el ser múltiple de lo nacional.

De cara al año 14 del GRECU, tenemos la Tercera Jornada Nacional de la Cuenta Satélite de la Cultura, el sostenimiento, como repositorio, del sitio Paso libre, un homenaje al embajador en retiro, Luis Ortiz Monasterio, por su vida y obra, un nuevo programa vía podcast “Grecurías” que arranca en este mes de julio, la continuidad de los tradicionales desayunos y un ciclo dedicado a la relación de los presidentes de México con la cultura.

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