FOCINE expulsa cineastas de otros países

Cosas de los controles fiscales y migratorios. Las autoridades de Hacienda, con la espada desenvainada: cancelan beneficios a extranjeros residentes dedicados al cine. (Imagen tomada de horticultivos.com).

 

Los extranjeros con calidad migratoria de residentes en nuestro país que se dedican y trabajan en el cine nacional, no podrán acceder a los apoyos que otorga el gobierno de la cuatroté a la industria. Dentro de las reglas de operación del programa de Fomento al Cine Mexicano (FOCINE) del IMCINE, el instrumento que sustituyó a los fideicomisos “neoliberales” FIDECINE y FOPROCINE, se les excluye, algo que sucede por primera vez.

Ante tal situación, la de Red de Documentalistas lanzó una carta pública dirigida a Alejandra Frausto, titular de la Secretaría de Cultura y a María Novaro, directora del Instituto Mexicano de Cinematografía.

“Consideramos inaceptable la disposición excluyente y discriminatoria y exigimos que se modifique la disposición en FOCINE para que se incluya a los residentes extranjeros en los derechos que les son naturales a toda persona con la calidad migratoria de residente en México; expresados claramente en el Artículo 1 Constitucional”, se lee en la carta.

La petición fue apoyada por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) que reúne a directores, actores, sonidistas, ingenieros y a toda la comunidad que hace cine mexicano.

“La AMACC se une a la Red de Documentalistas y los colectivos culturales firmantes, sobre el extrañamiento a la exclusión de los extranjeros-residentes en las convocatorias de FOCINE”.

Dicho programa, que tiene prevista una bolsa de 103 millones de pesos, entre sus requisitos señala que “los proyectos deberán ser presentados por personas físicas con actividad empresarial nacidas en México o naturalizadas mexicanas, o por personas morales mexicanas, cuyo interés u objeto social incluya la producción cinematográfica, producción de largometrajes o producción audiovisual”.

Es por ello que la Red de Documentalistas manifiesta “el extrañamiento severo frente a la disposición de excluir a los cineastas con calidad migratoria de residentes en México, dados de alta en Hacienda como personas físicas con actividad empresarial como sujetos de apoyo en el Programa FOCINE, como aparece en las bases del documento que reglamenta el apoyo a la producción de largometrajes y cortometrajes de documentales de ficción y animación”.

Se agrega que “nuestro país ha demostrado muchas veces que abrir los espacios de creación a todos aquellos que viven por distintas circunstancias en nuestro país, no ha hecho más que enriquecer nuestra cultura. ¿Por qué dejarlos fuera ahora?”, escribió Abril Alzaga, directora del Festival Internacional de Cine de la Universidad Nacional Autónoma de México (FICUNAM).

Para la comunidad cinematográfica, la decisión de IMCINE los daña y priva a México de las grandes aportaciones de artistas y cineastas, como en su momento lo hizo Luis Buñuel, entre muchos otros.

“Nuestro país, históricamente, se ha manifestado siempre como un país incluyente con sus inmigrantes, quienes sin duda alguna enriquecieron hasta el día de hoy, sustantivamente todos los ámbitos de nuestro país. En el caso particular de la cinematografía mexicana, sin la presencia de reconocidos directores como Luis Buñuel hasta la enorme cantidad de cineastas que han contribuido, conformado y configurado nuestra riqueza cinematográfica, educativa y creativa, el cine mexicano no sería hoy una de las  cinematografías mundiales con mayor reconocimiento”.

Al respecto, el director mexicano Everardo González escribió sobre el tema: “México no necesita su propia doctrina Monroe”.

La carta fue también firmada por el Movimiento por la Cultura y el Arte en México (MOCCAM), por la Red Nacional de Cinematografías Estatales (RENACE), y por la Asociación Mexicana de Productores Independientes (AMPI), entre otras organizaciones.

Excluir a los extranjeros con calidad migratoria de residentes en México, es uno de los errores del ya “famoso” FOCINE, instrumento que vendrá a “salvar” al cine mexicano, tras la orden presidencial de desaparecer los fideicomisos dedicados a la industria.

Lo anterior es algo que se ve muy lejano, porque “la burocracia hacendaria se impuso a la realidad cinematográfica y sus autoridades fílmicas. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) impuso sus criterios administrativos por sobre las necesidades reales del proceso de filmación y acabado de una película. Todo debe ceñirse al año fiscal. Esto es muy preocupante, porque se van a incrementar los problemas administrativos debido a un mal diseño de la formas de trabajo”, como se puede leer en el artículo de Paso  Libre “FOCINE: regresión presupuestal y de Derechos Humanos”, de Víctor Ugalde, donde se dan detalles de los errores, pifias y omisiones del programa referido.

 

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