Cuando aparecieron los lineamientos de operación (LO) del instrumento de la política publica cinematográfica de la cuarta transformación conocido como Fomento al Cine Mexicano (FOCINE*), de inmediato se suscitaron varias polémicas entre los integrantes de la comunidad fílmica que como sabemos es amplia, plural, controversial y propositiva (óperas primas por un lado, directores extranjeros sí o no, por el otro, y en medio, tiempos fílmicos versus destiempo burocráticos, reducción e inseguridad del presupuesto, etc.) mismos que hemos desarrollando desde la pasada entrega y lo haremos en esta y las dos siguientes.
En el origen, son los recursos
Se ha afirmado una y otra vez que existirá un presupuesto de 103 millones de pesos y se asegura que se mantendrán durante el 2021*2, pero también se dice en los LO que este dinero estará sujeto a la disposición presupuestal y además establece que los montos solicitados podrán ser reajustados a criterio del IMCINE. En su texto no se indica, como debería de ser, cuántos proyectos serán los beneficiados por cada convocatoria. ¿Los revisó la Secretaría de Gobernación, integrante de la Junta de Gobierno? Parece que no.
Para nadie es un secreto que la economía del país y del mundo sufrió una caída brutal a partir de marzo del 2020, misma que se mantiene hasta la actualidad con el semáforo rojo del 2021. Esto tendrá efectos directos negativos en la captación tributaria del año y por extensión afectará el gasto presupuestal. ¿De cuánto serán los recortes propuestos por la Secretaría de Hacienda (SHCP) y en qué mes los empezarán a aplicar? ¿Respetarán a SEDENA, Chapultepec y otros? ¿Volverán a castigar al cine como en el 2020?
Mientras la realidad nos contesta, de entrada los LO carecen de certeza jurídica y esto incidirá directamente en el quehacer de los cineastas. Su experiencia es puesta a prueba cuando se les solicita que indiquen cuál es el costo de la cinta y cuánto necesitan de subsidio estatal para su realización y todo para terminar reduciéndolos a su arbitrio, situación que pone seriamente en riesgo la concreción y concepción del film con la calidad solicitada y todo porque se tiene que filmar en unos cuantos meses de acuerdo al calendario fiscal tal y como lo veremos mas adelante. En los extintos fideicomisos el productor entregaba una ruta critica ideal y existía cierta flexibilidad ante los imponderables que casi siempre existen. ¡Eso se perdió y ahora a sufrir! No terminas en el año fiscal, pues a devolver los recursos recibidos ¿Y qué pasará con los que se llegaron a ejercer? ¿De dónde sacarán los productores efectivo para devolverlo? ¿Cuántos de estos pasarán a engrosar las listas negras? ¿Por cuánto tiempo se les castigará? Será una cadena perpetua como en el EFICINE. ¡Mucho que replantear!
Hagamos un ejercicio sobre la ruta de trabajo que tendrán que recorrer los cineastas de películas de largometraje de ficción para cumplir lo requerido de acuerdo al año fiscal propuesto en el Focine.
1.- Se tendrán que inscribir entre el 15 de enero y el 15 de febrero con la carpeta totalmente desarrollada y la estructura financiera consolidada, teniendo cinco días más para alguna aclaración solicitada por el IMCINE. ¿Cuántos cineastas podrán hacerlo? ¿Cuántos pueden consolidar su aportación en efectivo o en especie en tan solo 30 días? ¿Si llevan el apoyo de otras instancias gubernamentales, realmente éstas emitirán los contratos necesarios en tan corto tiempo? De entrada, esto impide el uso cruzado del FOCINE y del EFICINE (189 de la Ley del ISR) ya que no coinciden sus tiempos y también se eliminan, en vías de hechos, las coproducciones internacionales, ya que los tiempos de otros países no son necesariamente los del México actual.
2.- A mediados de mayo, es decir 90 días después, se publicarán los resultados. Y los beneficiados deberán de entregar la documentación solicitada para hacer el contrato en la que debe estar la nueva actualización de la 32-D que proporciona la Secretaría de Hacienda. La realización del instrumento jurídico conducente puede tardar en su elaboración mas o menos un mes.
3.- Si se da el supuesto de que el IMCINE les reduzca el monto solicitado, el productor tendrá sólo diez días para hacer los ajustes pertinentes. ¿Realmente se podrá encontrar un coproductor que tape el hueco de miles o millones producido por los criterios burocráticos del IMCINE? ¿Se hará producción ficción bajando la calidad? ¿Se recortará el guion? ¿Castigarán a los trabajadores y promovedores bajándoles los emolumentos? Qué pasará si el productor no lo logra una nueva consolidación o no quiere arriesgarse a quedar mal? ¿Le quitarán los recursos? A quienes se le asignaran ¿cuáles serán las fechas y condiciones para el nuevo proyecto? ¿Qué tiempos tendrá que cumplir? ¿Tendrán otro tipo de consideraciones?
4.- Cuando les notifique el jurídico del IMCINE deberán pasar a firmar en un plazo no mayor de diez días y en teoría en ese momento se hará el depósito respectivo en la cuenta bancaria creada al efecto. ¿Existirán los recursos comprometidos en su totalidad o la SHCP ya habrá recortado los recursos como en el 2020 y años anteriores? Este será un misterio por resolver, pero todo apunta a que, como en el 2020, existirán varios recortes extraordinarios en el 2021. Para esto no hay que ser adivino y sólo basta leer el artículo de Eduardo Cruz Vázquez en Paso Libre del 26 de enero sobre el “Desplome del PIB vinculado al sector cultural. ¿Año de la Economía Creativa? dónde indica que “en el Sector 71 Servicios de esparcimiento culturales y deportivos y otros servicios recreativos, donde se despliegan otro tanto de actividades características del sector cultural, tales como teatro, danza, música, literatura, y espacios como parques. Es decir, expresiones presenciales y de movilidad. El primer trimestre fue ya pronunciado con (-)15.9, el segundo con (-)78.4 y el tercero con (-)64.9, para un promedio de (-)53.9 en los primeros 9 meses del 2020. El Sector 71 es el que registra el peor desplome de toda la economía (de toda), superando al turismo y la construcción…”. Más adelante sostiene: “Dudo mucho que el 2021 como “Año Internacional de la Economía Creativa para el Desarrollo Sostenible”, sea lo que tengamos que entusiasmarnos en acompañar”. Interesados ver https://pasolibre.grecu.mx/desplome-del-pib-vinculado-al-sector-cultural/).
5.- En este momento estaríamos casi a inicio del mes de julio y se empezará la preproducción de acuerdo a la complejidad de cada una de las cintas. No es lo mismo una idea de producción como La tarea de Jaime Humberto Hermosillo, Año bisiesto de Michel Rowe y El vigilante de Diego Ros, a otras como La batalla del 5 de mayo de Rafa Lara o Arráncame de la vida de Roberto Sneider, que tienen la necesidad de una preproducción más extensa por los elementos de vestuario, la escenografía, los props de época, etc. Entre esto dos extremos existe una multitud de variantes y todas tienen su complejidad y necesitan su tiempo. No es tan fácil como piensan los señores de Hacienda y otros funcionarios. Acaso, ¿desaparecerán las grandes producciones? ¿Se harán sólo cintas contemplativas de pocos valores de producción? ¿Adiós a las cintas de época? ¿Cómo se contará nuestro imaginario? ¿En close ups? ¿En off? ¿En Green screen?
6.- En este tiempo, los proveedores de servicios estarán saturados de solicitudes y posiblemente suban el costo de sus servicios (efectos del neoliberalismo feroz en el que vivimos) o simplemente no se darán abasto, lo que traerá como consecuencia que no se cumplan y respeten las fechas originales del plan de rodaje presentado al Focine. Arrancar el rodaje en tiempo y costo será difícil. Sobre la posibilidad de contar con los mejores técnicos, los artistas de la cámara y los actores será igual. Los actores y fotógrafos que podrían trabajar en dos o tres proyectos al año, deberán conformarse y seleccionar sólo uno. Mucha demanda en tiempo corto y pocas posibilidades de adaptación ya que las fechas son mortales.
7.- El clima y las condiciones geográficas incidirán directamente en el costo de la producción y sus efectos en la película. De junio a octubre es época de ciclones y huracanes. Sólo analicen los antecedentes de las filmaciones del país y descubrirán que históricamente casi no se filma en estos meses. Si se retrasa la filmación, no se acabará el primer corte a tiempo. Si se filma y existen malas condiciones climatológicas, los retrasos serán muchos y aumentarán el presupuesto. ¿Si lo que necesitas para la historia se tiene que desarrollar con el ambiente seco de Pedro Páramo, hay que viajar con todo el crew a buscarlo por el país con un incremento de costos no contemplado en la carpeta presentada? ¿O esperarse a las secas? Imposible. Ahora ya no se podrá esperar a que lleguen los mejores tiempos geo estacionales porque se violaría el año fiscal y el productor tendría que devolver el subsidio. Filmar en etapas, porque se necesita una nevada u otro ambiente determinado por la naturaleza, imposible, hay que entregar el primer corte antes del 31 de diciembre. Un campo nevado, uno seco o una inundación se puede mandar a hacer en el estudio, pero cuesta muchísimo. Hacerlo en un estudio sería muy por encima de los escaso apoyos que destinará FOCINE y buscar en alguna parte de la república implica transporte, hoteles, alimentos, etc. Por esto una vez que se han obtenido los recursos, lo que sigue es la planificación exacta del plan de trabajo, no es lo mismo un plano general a medio día que un atardecer o amanecer y todo se refleja en costos. Si la cinta se realiza en interiores no habría tantos problemas. ¿Haremos un cine intimista sólo por cumplir con el año fiscal?
La Directora del IMCINE a manifestado públicamente que el FOCINE está inspirado en las prácticas del FOPROCINE, por lo que aparte de lo que digan los LO sobre solicitar hasta ocho millones de pesos, si eres un director con trayectoria, o cinco, si eres uno de Opera Prima, los apoyos promedio podrían ser del orden de:
Cuadro elaborado con datos del IMCINE, FOPROCINE e investigaciones propias. *3 La inflación del 2000 al 2021, de acuerdo al índice de precios del consumidor del INEGI, fue de 146.46%, por lo que los apoyos del 2021 para ser iguales a los del 2000 deberían ser del orden de los 12.32 millones de pesos por película. *4 La suma de películas apoyadas es de 33 del 2019 y 10 del 2020. *5 No se consideró el presupuesto ejercido en el 2020, ya que hasta el momento el IMCINE no a informado públicamente el monto ejercido. *6 El monto promedio por film se calculó con los datos del 2019 pero se prevé que para el 2020 sea menor.
En apariencia parece que estamos regresando al FOPROCINE, en la época zedillista, cuando la SHCP se negaba a proporcionar recursos al cine mexicano ya que a su decir nadie quería ver películas mexicanas. ¿Será Focine una trampa para terminar finalmente con los apoyos a esta expresión nacional?
8.- La coproducción internacional sufrirá una caída ya que los tiempos fiscales no se pueden ajustar al de otras convocatorias a nivel internacional. Será el juego del huevo o la gallina. ¿Qué será primero? No podemos aplicar a las convocatorias internacionales por carecer del apoyo nacional y si ya lo tenemos, no podemos aplicar a las internacionales, ya que hay que cumplir con el tiempo fiscal.
Las coproducciones con otros países se volverán mas dificiles al no tener garantías que aseguren el uso del recurso para poder cubrir toda la parte mexicana. Los productores y fondos de otros países no van a querer invertir y arriesgar su dinero en un proyecto que no ofrece garantías económicas sólidas, al estar a expensas de los tiempos de la burocracia.
9.- Para todos los cineastas con experiencia resulta obvio que la alta inversión de un film debe de planearse de tal forma que se maximicen las inversiones y se aproveche todo aquello que abarate los costos para obtener los mejores resultados artísticos posibles.
Aparentemente para Hacienda todo se reduce en filmar de 9 a 17 horas de lunes a viernes y mandar los reportes respectivos previamente auditados antes del 31 del último mes del año fiscal. ¡Cuanta ignorancia!
10.- No todo es negativo o problemático en el nuevos LO. En el 2021 se pasa de una política de coproducciones, donde el gobierno se convertía en “socio” de la película de acuerdo al porcentaje que representara su inversión dentro del presupuesto total, a otra de subsidios a fondo perdido, donde el productor es el dueño del film a cambio de que FOCINE pueda explotar los “derechos culturales”. Se evita así la carga burocrática de reportar cada cierto tiempo un sin número de informes y entregar las participaciones respectivas “ad eternum”.
Desgraciadamente esta medida incidirá también en un decremento en el presupuesto fílmico y por lo tanto en el número de apoyos anuales, ya que en ocasiones el IMCINE podía incrementar los apoyos debido a los ingresos de sus coproducciones. Baste como ejemplo que en el 2018 y 2019 en el FIDECINE no se recibió partida presupuestal alguna y se usaron los retornos y cancelaciones para cubrir los presupuestos de esos años*7. La pregunta sería ¿cómo utilizarán los retornos de todas las cintas producidas en estos 20 años de FIDECINE y FOPROCINE? ¿Servirán para apoyar más proyectos fílmicos? ¿Se irán a la SHCP como en los tiempos de Francisco Gil Díaz para utilizarlos en lo que ellos determinen, como es el pago de deuda y un largo etcétera? ¿Y el patrimonio físico quién lo administrará? ¿Los productores que generaron el proyecto, IMCINE o la SHCP?
Otro beneficio es que si acabas en tiempo y entregas todo lo administrativo en el año fiscal, puedes acceder de forma automática a la segunda etapa del apoyo que es la postproducción, aunque del monto total aprobado deberá haber reservado la parte correspondiente.
A manera de conclusión
La aplicación del año fiscal y sus consecuencias en la realización fílmica parece un gran despropósito que acarreará graves problemas administrativos, simulaciones y malas prácticas en la comunidad fílmica. Con estos lineamientos, le hubiera sido imposible filmar a la directora del IMCINE su cinta Las buenas yerbas que apoyó FOPROCINE.
Urge crear un panel de discusión con el Secretario de Hacienda y la comunidad filmica para dejarle claro que su dependencia, aparte de recaudar y exprimir a los contribuyntes cautivos, tiene la obligación de impulsar el desarrollo del país y garantizar el cumplimiento de los derechos humanos establecidos en el primer capítulo de la Constitución. Actualmente, su politica está vulnerando no sólo la libertad de expresión de los mexicanos, sino que está atentando contra la formación del imaginario mexicano y la libertad de elección de los ciudadanos, lo que redundará en más dependencia intelectual colonizada y también afectará, y mucho, las actividades de una industria que apenas se estaba recuperando. Hasta cuando entenderán nuestras autoriades que los mandatos constitucionales hay que cumplirlos. ¡No son opcionales!
Si a ustedes les ha parecido muy difícil seguir y cumplir las reglas de los LO en materia de ficción ahora imagínense si quieren hacer una película documental, donde las vicisitudes son mayores por sus características intrínsecas de captar la realidad, pero esa es otra historia que les contaremos en la siguiente entrega.
Notas
*Con fecha 5 de enero del 2021.Diario Oficial de la Federación.
*2. Lo mismo se afirmó en el 2020 y existieron diversos recortes.
*7 Declaración de Gerardo Barrera, ex secretario ejecutivo de FIDECINE en el programa ¿Y después del COVID… qué? FIDECINE: Una desaparición forzada. Programa 2. 9 de noviembre del 2019.
Víctor Ugalde
Víctor Ugalde es guionista, director e investigador de cine. Coautor en las obras Anuario de la exhibición en México (Filmoteca, UNAM, 1984); Bye, bye, Lumiere (UdeG, 1994), ¿Yankees, Welcome?; Industrias Culturales y TLC (RMALC,2000); TLC, la otra conquista?; y TLCAN/Cultura ¿Lubricante o engrudo? (UAM/UANL, 2015). Además ha publicado en las revistas Cámara de CANACINE (Primera época), Estudios cinematográficos (del CUEC), Dicine, El Universo del Búho y Revista Toma, entre otras. Ha escrito o dirigido más de diez películas como El extensionista (1989/35 mm.), ¿Me permites matarte? (1992/35 mm.), Hoy no circula (1993/35 mm.), La prima (2018/HD) entre otras. Actualmente es Presidente del Observatorio Público Cinematográfico “Rafael E. Portas”.