La información que contiene la Cuenta Satélite de la Cultura va más allá de cuantificar tamaños o marcar tendencias, ya que también nos permite conocer con mayor detalle la estructura del sector. La gráfica 9 de 15 que ha brindado el INEGI para esta serie, nos muestra la oferta de los bienes y servicios culturales y su utilización.
En 2019 la oferta de bienes y servicios culturales ascendió a 1,157,457 millones de pesos. De este total, la producción generada en el país aportó 94.4% y las importaciones contribuyeron con el restante 5.6%.
La información anterior refleja que en materia de cultura tenemos una importante producción interna y que dependemos poco de lo que nos llega del exterior. Esto también es relevante si tomamos en cuenta que, en los grandes agregados el peso relativo de las importaciones se acerca al 20% de la oferta nacional.
Así que, pese al acaparamiento de las pantallas cinematográficas por parte de la industria americana y la venta de recuerdos made in china en los centros turísticos y religiosos, su peso en el mercado no es significativo.
Por lo que se refiere a su utilización, 66.2% se destinó al consumo (62.9 al privado y 3.3% al público) y 2.5% a la inversión. Además, una parte importante de estos bienes y servicios, casi 30%, formaron parte de otros procesos productivos como insumos, equipos de sonido, reflectores, piezas musicales, entre otras, mientras que una parte muy pequeña, apenas 1.8%, se canalizó al sector externo.
Aquí es necesario destacar algo que señalamos Eduardo Cruz Vázquez y yo hace algunos años y que todavía persiste, con relación a la falta de registro sobre el comercio exterior de artesanías y el pago de derechos por la exhibición de películas extranjeras en el país, lo cual subestima de manera importante el monto de las transacciones externas del sector.
Antonio Mier Hughes
Antonio Mier Hughes resuelve todas las aristas relacionadas con el análisis económico en el que se desempeña el sector cultural. Elabora estudios y soluciones para empresas culturales, para organizaciones de la sociedad civil y para dependencias de gobierno, en escenarios propios de la planeación estratégica, el diseño de políticas económicas, la creación y evaluación de indicadores así como en el análisis de las finanzas públicas. Es un docente a toda prueba con los emprendedores culturales.