¿Y qué hace esta gráfica, la 14, aquí?
No es ocioso que aparezca a estas alturas del recorrido que iniciamos el lunes 13 de septiembre, gracias a la colaboración del GRECU y Paso libre con el INEGI, a efecto de alentar la participación en la Segunda Jornada Nacional de la Cuenta Satélite de la Cultura.
Como nunca antes en medio alguno, hemos presentado un catálogo aleccionador de las condiciones que privan en el sector cultural de México. Por ello, aunque por ahora solo sea a partir del dato puntual del PIB cultural en 17 naciones, resulta emocionante como revelador, apreciar lo que se determina en otros países.
A nuestros ojos los porcentajes en Argentina, Australia, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, España, Estados Unidos, Estonia, Finlandia, Holanda, Japón, Perú, Portugal, República Checa, Uruguay y México. Las cifras oscilan entre 2012 y 2019.
La variación de los años de registro tiene que ver con los sistemas de cuentas nacionales de cada país. En ese sentido, México puede sentirse sumamente orgulloso, ya que desde que nació la Cuenta Satélite de la Cultura en 2014 (con punto de partida de conteo en 2008) se ha realizado la actualización año con año. Como en otros lados no les es posible (como habrá lugares donde aun no se mide), por eso el INEGI ofrece a lo que es factible acceder.
Tomar conocimiento de lo que en esta entrega vemos, tiene muchas maneras de lograrlo. Por ejemplo, nadie pondrá en duda que la potencia cultural son los Estados Unidos, dicho (y subrayado) desde lo que mide la estadística. No solo van al día en sus mediciones; la aportación es altísima.
Luego viene otra lectura que es pregunta: ¿qué hace Australia para alcanzar tal cifra? La respuesta no resulta sencilla, pues para nosotros es una nación lejana, inaccesible en sus bienes y servicios culturales. Y algo más: ¿Holanda, cuan pequeño es, con tal porcentaje?
La aportación de la actividad económica de la cultura a las economía nacionales, según esta fuente, puede verse en tres grupos. Uno, ya descrito, de las naciones desarrolladas; luego los casos intermedios como Estonia, Finlandia, Colombia y México. Finalmente los coleros, Portugal, Perú y Uruguay.
Salvo excepciones, las metodologías que se aplican para dar sustento a los sistemas de cuentas nacionales son de carácter internacional. La aplicación de criterios universales facilita el diálogo, la comprensión, el análisis, la comparación y la cooperación. Por ello son datos confiables y nos permite generar escenarios de interpretación.
En suma: en México no cantamos mal las rancheras. Aunque en este momento no tengamos en pantalla los porcentajes de todo el planeta, el criterio básico que va del extremo de Estados Unidos al otro lado representado por Uruguay, nos permite afirmar que el sector cultural es parte del desarrollo de la humanidad.
Eduardo Cruz Vázquez
Eduardo Cruz Vázquez periodista, gestor cultural, ex diplomático cultural, formador de emprendedores culturales y ante todo arqueólogo del sector cultural. Estudió Comunicación en la UAM Xochimilco, cuenta con una diversidad de obras publicadas entre las que destacan, bajo su coordinación, Diplomacia y cooperación cultural de México. Una aproximación (UANL/Unicach, 2007), Los silencios de la democracia (Planeta, 2008), Sector cultural. Claves de acceso (Editarte/UANL, 2016), ¡Es la reforma cultural, Presidente! Propuestas para el sexenio 2018-2024 (Editarte, 2017), Antología de la gestión cultural. Episodios de vida (UANL, 2019) y Diplomacia cultural, la vida (UANL, 2020). En 2017 elaboró el estudio Retablo de empresas culturales. Un acercamiento a la realidad empresarial del sector cultural de México.