La persistencia de las prácticas

Entre el embute y la violencia, el ejercicio del periodismo en México es de alto riesgo. Mientras numerosos informadores han sido asesinados en el ejercicio de su labor, otros siguen recibiendo dinero para, en este tiempo, atacar al presidente de la República, aseguró López Obrador en días pasados. (Foto:sinembargo.mx)

Vieja,

Calva,

Terca,

Testaruda,

Muy testadura.

J. L. Oviedo: “Ha vuelto la barbarie”.

 

A lo mejor existe, y si así es ello ayudaría a explicar el por qué de la persistencia de periodistas y comentócratas para quienes la figura de López Obrador, al amparo de unos tragos de buen o mal alcohol, es virtualmente insufrible y concreta todos los males del mundo en términos de gobierno. Me refiero, claro, a la lista de quienes hoy continúan en los medios escritos o electrónicos tronando contra AMLO y dos o tres años antes recibían tranquilamente el chayote o el sobre que les hacían llegar desde las oficinas del gobierno neoliberal de aquel entonces.

Creo que valdría la pena dar a conocer esa lista –que tengo entendido existe– para conocer así de dónde proviene la rabia de esos personajes que se niegan a ver con objetividad y verdad los hechos y por eso su bilis se vuelve sulfurosa y agresiva, reclamando la falsa libertad de expresión que pagaban sus patrocinadores de dos o tres años atrás. Lo que se reclama, pues, por parte de esos personajes es el cochupo y esa libertad condicionada por el “chayote” o por el sobre.

Eso es bueno saberlo, para entender a fondo el por qué de la crítica amarga y persistente del presente que, en lo particular, me hace recordar las novelas del siglo XIX escritas por Gutiérrez Nájera, Ángel del Campo o Payno y Altamirano sobre el periodismo de aquella época y que ya desde entonces arrastraba muchos vicios muy semejantes a los que agobiaron a esa misma práctica apenas dos o tres años antes que ahora y que hoy, adoloridos sus miembros, se mueve con dificultad en la actualidad, añorando la sobreprotección que entonces recibía y desvirtuaba así la razón de ser de esa práctica tan noble, cuando se realiza bien, de trabajar con la verdad, y que los griegos, en la plaza pública, practicaban.

Bien lo dicen pues, cada quien por su lado, Noam Chomsky y Franco Berardi (Bifo), como en estos tiempos de la cuarta revolución industrial, una de las cosas que está en juego es precisamente el pensamiento crítico que surge del periodismo y de otras práctica ideológicas, al que Marx caracterizó con precisión en su libro Tesis sobre Feurbach diciendo allí, entre otras cosas, cómo ese pensamiento crítico debe basarse en la verdad para poder así transformar la realidad. Y si bien los periodistas mencionados nada tienen que ver con Marx, sí, quienes intentamos seguir sus lecciones, reclamamos, en un acto de justicia ideológica, piso parejo y exponer ante la opinión pública a quienes trabajan en contra de la verdad y en contra de un quehacer gubernamental que no aceptan tan sólo porque , entre otras cosas, nos les reditúa ningún beneficio monetario.

Jugar en igualdad de condiciones en el ejercicio periodístico, sería benéfico para todos aquellos que nos dedicamos a esa práctica. Como periodista, así lo considero.

 

*Profesor jubilado de la UPN

gomeboka@yahoo.com.mx

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