
Una de las obras de infraestructura de mayor impacto que hizo Griselda Álvarez como mandataria del estado fue el Complejo Casa de la Cultura, el cual actualmente se encuentra en condiciones deplorables.
Antecedente
A inicios de los años ochenta del siglo anterior, hubo un auge cultural en el estado, con la creación del Instituto Universitario de Bellas Artes de la Universidad de Colima (IUBA) y la edificación del Complejo Casa de la Cultura.
Otra época importante fue entre 2006 y 2015, cuando la Secretaría de Cultura del gobierno del estado, con Rubén Pérez Anguiano al frente, tuvo un relevante crecimiento en la infraestructura y en la oferta cultural de la entidad. Si bien el secretario contó con el subsidio que otorgaba el Conaculta a los estados, tuvo la visión de invertir tanto en mejorar o construir nuevos recintos como en crear programas culturales que tuvieron una gran apropiación de la población.
Algunos de ellos fueron el festival Guadalupe López León y los meses de teatro y de la danza. Lugar especial tuvo el mes del libro, en el que se repartían libros en las casas en todos los municipios y, entre otras actividades, se pegaban calcomanías en los autos, alusivas a la lectura; algunas aún circulan por las calles. Otra actividad que se suspendió y dejó un enorme vacío fue el Festival Colima de Cine, que ya había adquirido prestigio a nivel nacional.
En cuanto a infraestructura, se edificaron: el Centro Cultural Mexiac; el Daniel Cosío; el Museo Griselda Álvarez, dentro del Parque Regional, y el Museo Interactivo de Ciencia y Tecnología Xoloitzcuintle, entre otros.
Fue así como en 2013, el Bureau Internacional de Capitales Culturales asignó al estado de Colima la distinción de Capital Americana de la Cultura 2014, por su riqueza tanto cultural como natural, proyectando al estado a nivel nacional e internacional.
Creación de la Subsecretaría de Cultura
En 1997, por iniciativa del gobernador Carlos de la Madrid Virgen, se creó la Secretaría de Cultura, sustituyendo al Instituto Colimense de Cultura (1992), con la finalidad de promover el desarrollo integral de la cultura y la ciencia, y que contara con autonomía presupuestal y administrativa.
Sin embargo, en 2021 la cultura en Colima recibió un duro golpe, con la llegada de la gobernadora Indira Vizcaíno, quien fusionó varias secretarías de estado. Fue así que se degradó la de cultura a subsecretaría dependiente de la de educación, limitándola a un segundo plano. Algunos artistas manifestaron su rechazo, pero ya la población le había concedido a la gobernadora esta decisión al ser electa, ya que era uno de sus proyectos presentados en su campaña política: la fusión de secretarías para pasar de 17 a 10.
Sobre dicha iniciativa, no hay información pública que justifique esta acción y refleje el “beneficio” para el sector cultural; ojalá no sea un simple capricho u ocurrencia por el que se ha pagado un alto precio.
Lo cierto es que el estado que una vez brilló por su gran actividad cultural y artística hoy atraviesa una de sus peores épocas.
Complejo Casa de la Cultura

Así lucía el edificio central de Casa de la Cultura, que albergaba el Teatro Alfonso Michel
y las oficinas de la Secretaría de Cultura.
Fotografía tomada de internet.
El complejo cultural fue inaugurado por la gobernadora Griselda Álvarez Ponce de León en 1980. Contaba con el Teatro Alfonso Michel, un área de oficinas, el edificio de Talleres Alejandro Rangel Hidalgo, el Teatro al aire libre Jesús Hernández Corona y la biblioteca Rafaela Suárez, en un área de

Esta era la zona de ingreso al Teatro Alfonso Michel. Cabe señalar que la capital solo contaba con tres teatros grandes:
Dos pertenecientes al estado y uno a la Universidad de Colima.
Desde el sismo de 2022, el edificio que comprendía el Teatro Alfonso Michel y las oficinas se encuentra cerrado y en total abandono, al igual que el teatro al aire libre. Solo siguen en funcionamiento: la biblioteca y el edificio de talleres, donde también se encuentran la librería del Fondo de Cultura Económica Miguel de la Madrid, y los estudios de televisión del Estado.

En el patio central del edificio Casa de la Cultura, en donde se realizaban
muchas actividades artísticas.
El Museo de Culturas de Occidente, que se construyó exprofeso, contaba con 11 salas permanentes en dos pisos, y exhibía la colección donada por María Ahumada de Gómez, con cerca de 2,300 piezas. El emblemático recinto, de los más importantes de la zona, permitía conocer la historia de esta región del país, y recibía, además de turistas nacionales y extranjeros, grupos escolares en apoyo a su educación.

Grupos de alumnos de diversas escuelas podían conocer la historia de la región de occidente.
Fotografía: Colimarte.
Desde hace tres años este se encuentra cerrado, sin anuncio de rescate del museo, que en algún momento albergó también oficinas de la otrora Secretaría de Cultura. El INAH tiene en resguardo las piezas arqueológicas sin que se haya dado a conocer qué pasará con este patrimonio cultural tan importante del estado.

Lo poco que se podía ver al interior del Museo de Culturas de Occidente,
mientras las piezas eran colocadas en cajas para ser almacenadas por el INAH Colima.
Muy cerca de ahí, se encuentra el Museo Interactivo de Ciencia y Tecnología Xoloitzcuintle, ubicado en el Parque de la Piedra Lisa, inaugurado en 2009; fue creado con el objetivo de promover la educación científica de manera lúdica. Se encuentra cerrado, aparentemente por el mismo fenómeno natural, aunque esporádicamente se organizan eventos en su interior.

En sus 1200 m2 de construcción, el museo Xoloitzcuintle, además de las áreas de exhibición,
contaba con un auditorio y un planetario.
Museo de Arte Contemporáneo Jorge Chávez Carrillo

Museo de Arte Contemporáneo Jorge Chávez Carrillo en la actualidad.
En el exterior aún se encuentra la escultura creada por Rafael Zamarripa, la cual ha sido
testigo del desprecio de las autoridades hacia este espacio cultural.
El Museo de Arte Contemporáneo Jorge Chávez Carrillo, inaugurado en noviembre de 2002, en homenaje al destacado pintor colimense, era un sitio de gran importancia para los artistas en general. En él había dos salas de exposición, una audiovisual y un auditorio, espacios en los que se podían programar todo tipo de actividades. Este se encuentra ubicado a un costado del Parque Regional Griselda Álvarez, al sur de la capital del estado.
Lamentablemente, tiene una década cerrado. Desde el sexenio anterior gobernado por Ignacio Peralta Sánchez, cuando se otorgó la concesión a la empresa Fiesta Zafari S.A. de C.V. del funcionamiento del Parque Regional, que incluía un área de albercas, un zoológico y el museo, al que llamaron Ecoparc. Además, se comprometieron en crear en el Chávez un nuevo museo dedicado a las ciencias naturales, al cual llamaron Museo de Historia Natural Muhnat. Sin embargo, el zoológico tenía constantes denuncias de descuido de los animales, el área de albercas fue también descuidada y el museo no llegó más que a tener un letrero en su exterior.

Cabe señalar que la privatización se hizo con total opacidad, y fracasó aun cuando el gobierno estatal seguía cubriendo algunos de los gastos de este. En 2024, acertadamente, la gobernadora Vizcaíno logró cancelar la concesión que tenía una duración de 25 años. Se recuperaron y reacondicionaron el parque y las albercas, abiertas al público para la pasada temporada vacacional de verano 2025; aunque es triste verlo sin animales, era peor ver en las condiciones que los tenían.

Así se encuentra hoy el acceso al museo.
No tuvo la misma suerte el Chávez Carrillo, el cual se encuentra en total abandono y vandalizado. Un medio local informó que hay un proyecto para crear un museo con temática medioambiental “cuando haya presupuesto”.

Estado actual de la sala de exhibición principal.
¿Con qué derecho las o los jefes del ejecutivo de cualquier orden de gobierno deciden el futuro de un espacio cultural? No cabe duda de que somos la ciudadanía quienes debemos hacerlos respetar, porque, aunque formen Consejos Ciudadanos por decreto, siempre habrá otros decretos que los echen abajo.
Colofón
Hoy, Griselda estaría triste de ver los espacios culturales en tan lamentable situación, muchos de ellos cerrados; pero, sobre todo, estaría indignada de saber que como sociedad no hemos sido capaces de defender nuestra riqueza cultural. No hay disculpa que valga para Griselda Álvarez y para Jorge Chávez Carrillo.
Por la falta de interés de los gobernantes y nuestra tibieza, hemos sentenciado a la niñez colimense a no poder conocer fuera de sus libros de texto la historia, la ciencia e incluso a los animales.
Para reflexionar: ¿Qué hacemos como sociedad para que la autoridad respete los espacios públicos de nuestros estados? Y si la austeridad significa abandono, ¿de qué nos sirve?
El próximo 2 de noviembre, enciendan una veladora por todos esos espacios culturales públicos que han muerto.
Fotografías archivo personal.
Marcela Flores Ruvalcaba
Bailarina, gestora cultural, docente con especialidad en danza contemporánea; empresaria y productora cultural. Miembro del Seminario de Cultura Mexicana Corresponsalía Colima, donde forma parte de la mesa directiva. Maestra en Promoción y Desarrollo Cultural, licenciada en Artes Escénicas y egresada de la Escuela Nacional de Danza Contemporánea del INBAL. Fue docente del Instituto Universitario de Bellas Artes de la Universidad de Colima y de varios grupos de danza y teatro de Colima y la CDMX. Productora de obras de teatro, danza y música. Colabora como dictaminadora de artículos para la revista Estudios sobre las Culturas Contemporáneas de la Universidad de Colima.

