OAXACA. En fecha 10 de agosto de este 2021, el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa, declaró en entrevista con el periodista Francisco Zea de Grupo Imagen, que según datos publicados por el INEGI, “Oaxaca es el estado que más crece en el país, crece al 4.5%, pasamos del lugar 31 al 29”. Y agregó que esta es la segunda ocasión que se reporta crecimiento de la entidad durante su administración, lo cual es de destacarse si consideramos que Oaxaca, en los últimos años, ha sido golpeado no sólo por la pandemia actual, sino también por el terremoto y fuertes réplicas de septiembre del 2017, que devastaron buena parte del estado, centralmente la Región del Istmo de Tehuantepec.
En la misma entrevista se dijo, en voz del periodista Zea, “Oaxaca está de moda turísticamente” y se hizo alusión a la reciente visita, a la capital, del famoso reguetonero colombiano Maluma y a la estancia, en las playas de Puerto Escondido, del no menos famoso Kanye West, rapero que ha vendido más de 100 millones de discos y ganado 22 premios Grammy. En este contexto (sin adentrarnos mayormente en el tema de indicadores) hago un repaso a manera de reflexión, sobre el sector cultural, en lo que va de esta administración que se encuentra a poco más de un año de concluir.
Desfile de secretarias y secretarios
En la actualidad el sector cultural en Oaxaca es muy amplio y de una actividad considerable, fundamental en el desarrollo de este estado. En este sector, en el que participan tanto instituciones públicas como de la iniciativa privada y la sociedad civil, la representación del gobierno recae en la Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca (SECULTA), cuya creación data del año 2005, durante el sexenio del Gobernador Ulises Ruíz Ortiz, entonces con el nombre de Secretaría de Cultura.
Durante esta administración de Alejandro Murat (2016–2022), la Secretaría ha tenido cuatro responsables: Ana Vázquez Colmenares, Ignacio Toscano (interino, quien falleció el 7 de enero de 2020), Adriana Aguilar Escobar y Karla Villacaña Quevedo. Igual número de cambios, aunque con un interino más, se realizaron en esa dependencia durante la administración del gobernador Gabino Cué Monteagudo, mientras que durante el sexenio del gobernador Ulises Ruíz se llevaron a efecto dos cambios, lo que significa 11 responsables en 18 años que lleva de creada la Secretaría de Cultura en Oaxaca. Esta situación que nos da una idea de lo complicado que ha sido darle seguimiento y continuidad a los proyectos, programas e instituciones de dicha dependencia, en un estado que cuenta con el mayor número de municipios en el país, 570 en total, con más de 10 mil comunidades en su territorio.
Sin duda un rubro fundamental (que vale aclarar, no es inherente de la administración actual) ha sido el presupuestal, como lo refirió la secretaria en turno, Adriana Aguilar Escobar, en su comparecencia de enero del año pasado, ante la Cámara de Diputados: “En el 2020 fueron designados un total de 180 millones 748 mil pesos, de los cuales solo el 9%, es decir 16 millones, se va en acciones de fomento cultural, el resto dijo, que es del 80% se va en sueldos y prestaciones, mientras que el 11% en gastos de operación”.
A esta problemática, hay que sumarle el volver a empezar en cada cambio de titular, que conlleva, el remplazo de mandos medios, la novatez y quizá la falta de compromiso con el sector, el artístico en particular, que sin duda debe ser parte sustantiva de las acciones de la SECULTA.
Esta suma de condiciones ha dado origen a la pérdida de programas y proyectos valiosos y de impacto, instaurados en el pasado reciente, así como a la falta de estrategias claras y atractivas para el sector. Más bien han sido las políticas y acciones fallidas los temas de conversación entre los miembros de la comunidad artística.
Son varios los casos, que han inquietado a la comunidad artística, derivados de las acciones o decisiones desafortunadas de los responsables en turno de la SECULTA durante la presente administración (traigo a colación algunos, para “darle sabor al caldo”) entre ellos destacan los siguientes.
En enero del 2017, a escaso mes y medio de iniciada la gestión de Alejandro Murat y de asumir Ana Vázquez Colmenares el cargo de secretaria, se anunció el recorte presupuestal de la Orquesta Sinfónica de Oaxaca, que derivó en el término de contrato de 38 músicos de la OSO y la salida de su director Juan Trigos, afamado concertador de renombre internacional, cuyo cargo había asumido en agosto del 2015.
Por otro lado, en febrero de 2020 se suscitó un cambio, de alguna manera esperado, en la Dirección de Banda del Estado, con la destitución del titular Félix Méndez García, destacado músico oaxaqueño, trombonista principal de la Orquesta Sinfónica Nacional durante 35 años. El cargo lo venía desempeñando desde diciembre de 2017, poco antes fue director de la Orquesta Primavera de Oaxaca, con nombramiento, apenas en marzo del mismo año.
Este cese no habría tenido mayor relevancia de no haber sido por las diferencias previas, que se comentaban, habían surgido entre el director de la Banda y la secretaria de Cultura en turno. La última se suscitó durante el homenaje póstumo al maestro Francisco Toledo en septiembre del 2019 en el teatro Macedonio Alcalá, al que había convocado la SECULTA, con la presencia del Gobernador del Estado y personalidades del mundo de la cultura y las artes, entre ellas, la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto. Los integrantes de la Banda de Música del Estado se retiraron del recinto, de manera imprevista, sin esperar el momento de su participación para ejecutar la pieza musical, programada en la ceremonia y para lo que fueron convocados. El argumento que trascendió fue que tenían otros compromisos.
En otro acontecimiento, en el mes de agosto del 2019, estalló un paro de labores y toma de instalaciones de la Casa de la Cultura Oaxaqueña (CCO) por parte de los trabajadores y personal docente. El motivo fue la protesta en contra del recorte presupuestal, posible despido de personal y hasta cierre definitivo de esta institución, según trascendió en los medios en esos días. La CCO, cuya creación data de 1971, contaba en esas fechas con más de dos mil alumnos, que serían afectados por el despido de 54 docentes.
La movilización ciudadana, con amplia participación de los vecinos del barrio de los 7 príncipes (donde se ubica la Casa de la Cultura) y la comunidad artística fueron un ingrediente fundamental para llegar a un buen termino del conflicto. Este mes de agosto del 2021 la Casa de la Cultura oaxaqueña celebró felizmente los 50 años de su fundación.
Incesante espiral
La situación actual del Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (MACO) es un tema que agravia a la comunidad artística y a la comunidad oaxaqueña en general. Este importante recinto se encuentra cerrado actualmente (al parecer esa fue la mejor solución encontrada hasta el momento) después de un largo conflicto administrativo, de más de un año, que ha afectado a los 19 trabajadores del museo, incluyendo a la directora, en relación a la percepción regular de sus salarios.
El museo, cuya creación en 1992 se debió a la iniciativa de un grupo de artistas plásticos oaxaqueños encabezados por Francisco Toledo, es administrada por la Asociación Amigos del MACO quien es la encargada de gestionar los recursos para su operación y de nombrar y, en su caso, destituir a sus directivos. Cabe agregar que esta institución recibe recursos públicos a través de la Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca.
En el mes de febrero de este año, el Congreso local aprobó un punto de acuerdo con carácter de urgente para pedir a las autoridades competentes su intervención para darle solución al conflicto y evitar pasar a mayores, a pesar de ello, hoy el museo se encuentra sin servicio al público. En pocas palabras, la percepción que se tiene es que la SECULTA, organismo responsable de la política cultural en el estado, ha mostrado poco interés en buscar la solución a la problemática del MACO.
Es importante subrayar que la gran mayoría de instituciones a cargo de la SECULTA se centralizan en la capital del estado, así mismo un alto porcentaje de las acciones que realiza. Los sistemas Casas del Pueblo y Casas de Cultura, que podrían ser una buena opción para la descentralización de los servicios culturales, al depender directamente de los municipios, hoy se encuentran -salvo excepciones- prácticamente en el abandono y sujetos a presupuestos raquíticos, cuando hay. La centralización de servicios es una de las razones por las que el accionar de la SECULTA impacte poco en el interior del estado y, que esta labor sea más notoria en Oaxaca de Juárez, la ciudad capital. (Continúa).
Enrique López Hernández
(Juchitán, Oaxaca). Nombre artístico Enrique Guajiro López. Músico cantautor y gestor cultural. Estudió Licenciatura en Gestión Cultural y Desarrollo Sustentable (UABJO) y Maestría en Educación Comunal (Instituto de Ciencias de la Educación-UABJO). Se ha desempeñado como subsecretario en la Secretaría de Cultura de Oaxaca, director de Fortalecimiento Cultural e Interculturalidad de la Secretaría de Asuntos Indígenas de Oaxaca, coordinador en la Coordinación de Bandas de Música de la Dirección de Fomento Musical de Conaculta y como director de Cultura Municipal de Santa Lucía del Camino, Oaxaca. Es autor del libreto de la ópera en zapoteco Dunaxhii, con música de Roberto Morales. Becario del FONCA en la categoría de Músicos Tradicionales en 2002 y Músicos Tradicionales con Trayectoria 2012–2014. Ha publicado Antología Musical de Chu Rasgado. Música para bandas de viento (libro con 34 partituras impresas y digitalizadas en un CD), a cargo de la Secretaría de Cultura de Oaxaca y el Sistema Nacional de Fomento Musical, Conaculta. 2007.