Tormenta eléctrica esta noche y lo único que falta es que se vaya la luz mientras dicto mi clase en línea. ¿Me escucharán? Termina la sesión y la lluvia continúa. Será un fresco amanecer antes de que anuncien la fase tres. ¡Quédate en casa! ¡Salva vidas! Y con la sensación de hacer algo clandestino, salimos antes que el sol a caminar por el barrio. Las aves compiten en diferentes coros con el inconfundible sonido de la escoba de varas.
-¡Buen día, buen día! -nos saluda el anciano barrendero.
-¡Vaya trabajo que le dejó la tormenta! ¡Cuántas hojas y ramas! -le respondo.
-Ah, pero está bieeen bonito -me dice y sigue con su trabajo.
Sonrío. Amanece. (Lines Mogollón González).