Bitácora de un cautiverio: Deténganse

Hay algo de triste y de dulce en estos días cuando la introspección y el encierro permiten advertir las sutilezas. Cuando ves su aliento débil y pausado como una pequeña vela que se apaga; cuando tu padre de 94 ve con atención -o sin ella- la portada del Esto con el rostro de Nacho Trelles en el homenaje póstumo por su vida centenaria que concluyó apenas. Y entonces una piensa: no, que no sea la partida en tiempos del coronavirus ni la tuya ni de los ancianos que tienen menos dicha que tú. Espera, papá, esperen viejos, para que el adiós final transcurra en entrega amorosa y calma para cada ser y quienes les aman. (Angélica Abelleyra).

(Foto: Angélica Abelleyra)

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