Carrusel de vistas a la realidad del sector cultural

La falta de claridad en las políticas del sector y la escasez de recursos provocada por las medidas de austeridad marcan la gestión de Alejandra Frausto al frente de la SC. (Foto: Archivo Angélica Abelleyra).

Carrusel de vistas a la realidad
del sector cultural

Ante una realidad que feliz y responsablemente nos dedicamos a hacer nuestra para pugnar por transformarla, nada como un conjunto de miradas a algunas de sus aristas. Que disfruten este carrusel de la comunidad Grecu para dar el banderazo de salida.

Seguridad social para artistas: deuda para la 4T

Angélica Abelleyra

La seguridad social para los artistas independientes es una deuda histórica. La muerte reciente del escritor Armando Ramírez y los problemas económicos que enfrentó su familia para atender sus costosos requerimientos médicos pone de nuevo en la mira lo que debiera ser un aspecto modal de la política pública del sector cultural: un derecho humano y cultural para los artistas, gestores y creadores no asalariados. El gobierno de la 4T prometió atender este derecho a la salud para todos los agentes que conforman el sector cultura. La comunidad toda, en coordinación con el Poder Legislativo, debieran de  trabajar de manera conjunta para hacer una realidad  y cumplir esta deuda.

¿Y la cultura, apá?

Eduardo Caccia

Quienes tenían fincadas sus esperanzas para que un gobierno de izquierda apoyara en forma decidida a la cultura, e incluso a la ciencia, están experimentando una decepción que no imaginaron. Las medidas de austeridad en el actual gobierno (que ya no “nuevo gobierno”) nos hablan de una insensibilidad para atender problemas estructurales y una triste falta de visión a futuro sobre el sector cultural. No solamente no se apoyarán empresas culturales, se han retirado los estímulos para generar nuevas empresas Pyme que son el gran empleador de México. Triste panorama.

Recuperar los fondos para la niñez

Liset Cotera

Hacia el final de 2019 nos gustaría que la Ley del Impuesto Sobre la Renta considerara la deducibilidad del 100 por ciento sobre las aportaciones de la iniciativa privada a proyectos culturales de asociaciones civiles, con reconocimiento de donatarias autorizadas. También la asignación de presupuestos dignos dirigidos a la atención de la niñez en materia de políticas culturales para esta población, así como el impulso a la profesionalización y realización de contenidos audiovisuales dirigidos a la niños y adolescentes. De igual manera, que se aseguren auditorías y fiscalización de la propia sociedad civil para que se cumplan los objetivos en materia cultural bajo la responsabilidad del gobierno.

Los costos incalculables

Eduardo Cruz Vázquez

Todas las medidas adoptadas a partir del 2 julio de 2018 tienen un indicador que resulta casi imposible medir: el impacto emocional en las personas. Dicho de otra manera: qué sucede, cómo enfrenta, qué siente la persona afectada (para bien o para mal) por las decisiones de gobierno. Me preocupan más los que resienten daños en su cotidianidad. Y si este pesar lo trasladamos a quienes dan sentido al sector cultural, es perceptible la desazón y un escaso optimismo, identificable en los negocios exitosos que se dan a pesar de los pesares. Me atrevo a decir que el costo emocional que ya se paga por la brutalidad de muchas medidas del régimen es altísimo. Sus consecuencias, impredecibles.

Frente a la decepción, la acción

Martha Chapa

Al preguntarme cómo cerrará el 2019, me lleno de preocupaciones y llego indignada a la conclusión de siempre: somos nosotros, la sociedad civil, quienes salvamos y salvaremos al país por encima de los caprichos, desatinos, ocurrencias e ineptitudes de la clase política y los que nos han gobernado y gobiernan. Ahora, de nueva cuenta, la consabida historia se repite y los indicadores económicos, sociales, educativos, culturales y políticos no son positivos ni alentadores. Por eso, además de exigir y protestar, debemos activar cada vez más nuestra participación ciudadana y reorientar el destino de la patria, sobre todo en nuestro caso: los creadores, promotores y activistas en general, aliados de la cultura.

A ver si ya…

Patricia Chavero

Uno quisiera ver reordenado ya el sector cultural, apreciar que no hay duplicidad de funciones entre sus organismos. Resulta fundamental terminar con la divergencia de atribuciones entre el Centro Nacional de las Artes y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura en materia de educación e investigación artísticas.

¿Que se quede o que se vaya?

Tomás Ejea

Establezcamos unos cuantos indicadores claros y específicos: si AMLO los mejora, le aplaudimos; si los empeora, le pedimos que se vaya. Propongo, por un lado, indicadores macroeconómicos indispensables: tasa de crecimiento del PIB, valor del peso frente al dólar y deuda pública (externa e interna). Por otro lado, indicadores de empleo y pobreza: tasa de desempleo abierto y de subempleo, porcentaje de pobreza y pobreza extrema. De igual manera, indicadores de violencia y corrupción: prevalencia de criminalidad e índice de corrupción gubernamental. Estas son, a la vez, condiciones sin las cuales el sector cultural no podrá salir adelante. Veremos cómo llegamos al fin de año. ¿Cómo ven?

Incertidumbre sectorial

Marcela Flores Ruvalcaba

La incertidumbre y especulación generadas en los primeros meses del año se deben principalmente a la reducción de recursos para el sector cultural y a la falta de un programa sectorial, ausente en el Plan Nacional de Desarrollo. Es imperativo que la Secretaría de Cultura federal evite el vacío de información, presente un diagnóstico, un proyecto viable y sus ejes de ejecución. Siguen desenmarañando 2019 cuando ya deberían estar trabajando en 2020. Están dejando pasar una gran oportunidad para el sector cultural.

Mirarse el ombligo

Silvia Isabel Gámez

Tiene poco de progresista que un gobierno decida no invertir en exposiciones de creadores que son un referente en la historia del arte. La política de austeridad impedirá en este sexenio disfrutar muestras como las de Leonardo da Vinci y Miguel Ángel, en el Museo del Palacio de Bellas Artes, que lograron un récord de 681 mil visitantes. Está muy bien exponer a artistas nacionales y que haya revisiones de acervos, pero no que se levanten nuevas cortinas de nopal que limiten, en parte, nuestro derecho a la cultura. Mirarse el ombligo aburre.

Envoltura sin sustancia

Adriana Malvido

Pasar del buen enunciado y de las buenas intenciones a los hechos es urgente. La Estrategia Nacional de Lectura, por ejemplo. Enunció la esposa del presidente una “estrategia para la paz”, pero no sabemos detalles. Lo mismo sucede con la Coordinación de Memoria Histórica cuyo consejo preside también Beatriz Gutiérrez Müller. Su coordinador, Eduardo Villegas, mencionó tres ejes para el desarrollo del proyecto: el formativo, el persuasivo y el material. No sabemos más. Bonita envoltura, le falta sustancia.

#DescentralizaciónEfectivaYa!

Bárbara Martínez Moreno

La descentralización deberá traspasar las fronteras del discurso institucional para convertirse en acción palpable en los municipios y comunidades del país. El acceso a bienes y servicios culturales sigue siendo un privilegio para las personas que habitan en las grandes capitales y ciudades, a pesar del enfoque de cultura comunitaria que prevalece en los mensajes gubernamentales de la 4T, donde gobiernos estatales y municipales continúan implementando políticas públicas que centralizan los recursos, desmantelan infraestructura cultural y desestiman el trabajo y la participación de agentes culturales.

En la SC las cosas no van a cambiar

Antonio Mier Hughes

Es de esperar que las cosas sigan igual: una visión centrada en las acciones propias de la dependencia, carente de ese enfoque integrador y de corte transversal del que tanto se cacareó en la campaña y, sobre todo, caracterizada por estrategias y acciones aisladas. No hemos observado ninguna evidencia que apunte a la coordinación de esfuerzos con otros sectores como el turismo y el desarrollo social. La vinculación del programa Jóvenes Construyendo el Futuro con la oferta académica de las entidades culturales es un ejemplo de lo que podría hacerse para potenciar el impacto de las acciones culturales.

Nulo interés por el sector cultural

Francisco Moreno

El arribo al poder en 2018 de una de las alternancias políticas más esperadas en muchos años muestra un perfil indefinido de lo que podríamos llamar una “política cultural”. Hoy, a unos meses de cumplirse el primer año de gobierno de AMLO, observo con desesperanza el desmantelamiento de instituciones culturales que son soporte y pilar de nuestra historia e identidad; la cultura para este gobierno es como una nave desvencijada que debe encallar sin esperanza. El nulo interés en este sector es evidente al no contar hasta el momento con un Programa Sectorial de Cultura para los próximos seis años.

Características a desentrañar

Eduardo Nivón Bolán

El presidente ha llamado “Cuarta Transformación” a su ejercicio de gobierno, es decir, un cambio de régimen y no de administración. Saber qué es esto en materia de cultura ha sido la tarea de este primer año, donde pueden ser tres sus características: 1) Énfasis de la actuación pública en las culturas populares e indígenas. 2) Austeridad expresada en reducción de los presupuestos, con afectaciones al personal contratado por honorarios y gastos de inversión, 3) Desconfianza hacia y de los organismos de la sociedad civil, inhibiendo las posibilidades de contratación de artistas y colectivos culturales.

Esos medios que ves

Alejandro Ordorica Saavedra

Qué preocupante es lo que ocurre con los medios públicos de comunicación social, radio y televisión, pues además de sus exiguos presupuestos han tornado de su obligada misión democrática y de pluralidad política, a un proselitismo regresivo, ilegal, grotesco e inadmisible.

¿Dónde quedó la imaginación?

Tere Quintanilla

2019: año de descubrimientos, asombro y rompimiento de estructuras para la nueva esfera gubernamental. Tantos años de luchar por alcanzar el espacio público donde imaginaron podrían aportar para cambiar el rumbo de nuestro país (o al menos eso nos dieron a entender), y llegan a un entorno desconocido, como salido de una novela de terror. La realidad rebasó su imaginación, y no lo terminan de aceptar. El México de hoy no es igual al México que cierra el siglo anterior; los “deseos” de unos pocos no son remedios mágicos para transformar el país.

Ocurrientitis cultural

Gabriel Río de la Loza

“Cualquier proyecto sin un diagnóstico es mera ocurrencia” (Dr. Carlos García Martínez, q. e. p. d.). En materia de cultura, ha sido un año crítico, desalentador y ocurrente en las políticas culturales; la inercia improvisada en la operación de la Secretaría de Cultura federal y sus organismos no dan certeza en el rumbo que se pretendía en campaña por parte de la titular del ramo, Alejandra Frausto. De no emitirse un programa sectorial claro, una reingeniería institucional coherente y la defensa de un presupuesto digno en los próximos días, estaremos hablando de la mayor crisis sectorial que se haya visto hasta ahora.

Buenas intenciones sin garantías

Annel Rosas

Solicitar la renuncia de personal calificado en instancias de gobierno es uno de los peores desatinos en la 4T. Deshacerse de personas con gran experiencia genera a corto y largo plazo más pérdidas que ahorro, desde funcionarios en la Secretaría de Relaciones Exteriores, hasta personal de museos que son sustituidos por personas con buenas intenciones, pero que por la falta de conocimiento de la operación de la institución a la que representan, no garantizan buenos resultados. No es momento para la improvisación.

Cortometraje de la 4T

Víctor Ugalde

Todo indica que, después de un año de gobierno de la 4T, en el cine se hace menos con menos y se necesita más tiempo para lograrlo. Las cuatro reducciones drásticas en materia de presupuesto se reflejaron en desempleo burocrático e inhibieron muchas actividades sustanciales como los festivales y la promoción internacional. Tibia y lentamente se atendió a las comunidades indígenas, pero en general nada cambió. El Senado ratificó un T-MEC entreguista negociado por Enrique Peña Nieto, las pantallas siguen colmadas de películas estadounidenses, violando cotidianamente las leyes en la materia y sin que el Poder Ejecutivo lo impida. Los derechos de las audiencias son letra muerta, mientras se apoya a los privilegiados de siempre sin lograr la tan ansiada descentralización e inclusión de los más desprotegidos. Y todo se realiza de forma opaca y lejos de la prometida transparencia.

16 de julio de 2019.

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