Parte de la oferta en la verbena cultural First Friday en Las Vegas, Nevada. (Fotos: Marcela Flores Ruvalcaba).
Consumo cultural (II)
En la primera parte de este artículo hablamos sobre la importancia de fomentar la creación de nuevos públicos o consumidores culturales, e hicimos una visita al Centro de Exposiciones de la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
A continuación, expongo otro ejemplo que puede servir como una alternativa para generar comercio de bienes y servicios culturales.
Una de las amenidades de First Friday en Las Vegas.
First Friday (Primer viernes)
First Friday es un acontecimiento público que tiene lugar en muchas ciudades, principalmente de Estados Unidos, durante el cual hay una gran actividad cultural el primer viernes de cada mes. El evento se puede considerar un tianguis o verbena que transcurre entre las 5 o 6 de la tarde hasta la media noche, y tiene lugar comúnmente en los distritos culturales de cada localidad. En ellos se ofrece una gran variedad de comida y bebida además de que se promueve la venta de obra artística y artesanal, y la presentación de performances y exposiciones en galerías de la zona.
Los distritos artísticos o culturales son áreas de las ciudades en las que se encuentran galerías de arte, salones de baile, teatros, cines de arte, salas de música, así como plazas públicas para actuaciones. Estas zonas pueden ser resultado de políticas públicas gubernamentales o una creación con el fin de impulsar el comercio y el consumo cultural. Además de los giros artísticos se pueden encontrar cafeterías, restaurantes y bares.
Estos espacios han permitido revitalizar zonas urbanas, y a diferencia de un centro cultural, los propietarios son emprendedores independientes cuya organización involucra tanto a los creadores como a los pobladores locales. Su mayor atracción es la diversidad y la mezcla de distintas manifestaciones artísticas.
Cada distrito cultural tiene sus características propias acorde a las costumbres, la historia y las necesidades de la comunidad. Lo mismo que sucede con First Friday, en algunos sitios puede ofertarse la agenda en otro día de la semana o incluso tener dos o tres emisiones a lo largo del mes.
Actualmente opera en 39 ciudades de Estados Unidos y en 7 de otros países, como en Chicago, Las Vegas, Nueva York, Miami, Toronto, Tokio y Río de Janeiro.
Por ejemplo, el pasado First Friday en Denver se desarrolló en fecha coincidente con el 1 de noviembre y la cancillería de México anunció que su temática sería sobre el Día de muertos, una tradición mexicana de gran arraigo que fue celebrada por los mexicano-estadounidenses con un amplio programa.
Invitación del Distrito de arte en Santa Fe para participar en el First Friday Art Walk en Denver cuya temática giró en torno a la celebración mexicana del Día de muertos.
Más que shows y casinos
Hablar de las Vegas es pensar en espectáculos, casinos, grandes hoteles y el glamur de una ciudad que nunca duerme. Sin embargo, muchos de los habitantes de esta luminosa metrópoli no suelen acercarse al Strip, avenida principal en la que se encuentran la mayoría de los centros de atracciones, salvo que tengan alguna visita.
Como ya mencioné, cada First Friday tiene su propia esencia y organización; en Las Vegas no es la excepción. Tuvo sus inicios en 2002 y abarcaba apenas unas cuantas calles. En la actualidad es todo un sector manejado por First Friday Foundation of Las Vegas organización no lucrativa cuya finalidad es impulsar a artistas emergentes locales, vincularlos con la población y promover el arte y la creatividad.
Entrada del Art Square en el distrito cultural en Las Vegas que ofrece un espectro amplio de galerías, tiendas, teatros y lugares para comer.
Además del evento del mes, la fundación realiza constantes actividades culturales con el apoyo de patrocinadores, voluntarios y donativos en coordinación con otras asociaciones y dependencias. Se abren muchas oportunidades para los estudiantes de artes en términos de exposiciones, excursiones y concursos, convencidos de que el arte en todas sus formas puede traer alegría a las personas.
Es así que la fundación ha logrado un trabajo de cooperación entre los sectores privados y públicos con base en el trabajo comunitario que contribuye al mejoramiento y el enriquecimiento de la sociedad.
Si tienen la oportunidad de ir a una de esas ciudades, recuerden que el primer viernes de cada mes hay un gran evento al que pueden asistir.
Colofón
En días recientes se dio a conocer la millonaria inversión con la que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) remodelará sus teatros, así como la producción de dos obras teatrales. Claro que todos queremos que haya más recursos para cultura. Sin embargo, hacer tal anuncio en medio de una crisis médica en lugar de abonar, disminuye las cargas positivas de cómo la población podría percibir la noticia.
Por ejemplo, en twitter el usuario @alex_dm71 escribió: “No estoy en contra de la cultura ni del teatro ¿Pero no creen que el IMSS tiene asuntos más graves a los que debería destinar sus escasos recursos, como medicinas, por ejemplo”? Como este comentario hubo cientos.
Sin lugar a dudas el gobierno debe replantear la manera en que implementa sus políticas públicas, sobre todo en materia de cultura. Sus mensajes no están llegando de la mejor manera y parece ser que el cambio anunciado solo está llevando a viejas prácticas que muchos quisiéramos no volver a ver, como en este caso destinar recursos sin licitar, sin reglas claras de operación y en hacer anuncios sin cuidado.
Cito dos consideraciones sobre el tema:
Héctor Ariel Olmos [1] plantea que puede ser que haya quien piense que es mejor invertir en un hospital que hacer un gasto construyendo un teatro. Sin embargo, no es cuestión de opciones; se debe invertir en los dos porque como menciona Alfons Martinell [2], la cultura debe ser considerada como una dimensión imprescindible para lograr el bienestar colectivo, concibiéndola como un bien común que las entidades deben incorporar en sus políticas.
La primera producción teatral para estos teatros deja en claro que a lo largo de la historia los recursos sirven para manipular a la opinión pública. No es casualidad que la obra elegida sea Felipe Ángeles, de Elena Garro, título elegido en medio de otra polémica, la del aeropuerto de Santa Lucía que lleva también el nombre del general. Dejo aquí un análisis puntual que hace Juan Carlos Franco del asunto, con muchos cuestionamientos que deberían ser contestados por la autoridad.
Hasta el próximo vuelo del ticús en el que conoceremos otra cara del consumo cultural.
mfruvalcaba @gmail.com
7 de noviembre de 2019.
[1] Olmos, H. A. (2004). Cultura, el sentido del desarrollo. México: Gicome SA de CV.
[2] Martinell, A. (2010). “Aportaciones de la cultura al desarrollo y a la lucha contra la pobreza” en A. Martinell, Cultura y desarrollo, un compromiso para la libertad y el bienestar. Madrid: Fundación Carolina.
Marcela Flores Ruvalcaba
Bailarina, gestora cultural, docente con especialidad en danza contemporánea; empresaria y productora cultural. Miembro del Seminario de Cultura Mexicana Corresponsalía Colima, donde forma parte de la mesa directiva. Maestra en Promoción y Desarrollo Cultural, licenciada en Artes Escénicas y egresada de la Escuela Nacional de Danza Contemporánea del INBAL. Fue docente del Instituto Universitario de Bellas Artes de la Universidad de Colima y de varios grupos de danza y teatro de Colima y la CDMX. Productora de obras de teatro, danza y música. Colabora como dictaminadora de artículos para la revista Estudios sobre las Culturas Contemporáneas de la Universidad de Colima.