Puerto Escondido, Oaxaca. Para abril o para mayo, da igual, que ya se me olvidó. Lo que no pasaré en alto, fueron los 20 pesos que me cobró por detenerse para la foto. Y eso que somos medio paisanos, del sureste, pues. Don Juan. Y ella, Chula. Treinta y pico de calor, la leña para cocinar. “¿Cubre quéééé? ¡Ahhhh! Allá en el cuarto”. ¿Será que un médico le haga entender lo del coronavirus? Juan es un arcoíris a nivel del mar. Siguió su camino, chupándose los dedos, como tarareando la de Javier Solís: Churros nada más, acariciando mis manos, churros nada más, entre mi Chula y yoooo. (Encarnación Acuña).
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