De Baja California y de Yucatán: atisbos de sus sectores culturales

De punta a punta, México goza de sectores culturales por entidad federativa, con características propias. Una tarea pendiente conocerlos más a fondo. (Imágenes tomadas de mapade.org y netmaps.mx).

 

Desde la adopción del Sistema de Clasificación Industrial de América del Norte (SCIAN) en 1994, se abrió la puerta enorme a la caracterización del sector cultural. Veinte años después, en 2014, se instaló la Cuenta Satélite de la Cultura de México (CSCM).

También es cierto que, durante estos 28 años, se han consolidado las cuentas de los estados de la república, pero con excepciones. Una de ellas es, justamente, las del sector cultural.

Hasta ahora estamos imposibilitados de una suerte de constelación de “cuentas satélites de la cultura de los estados”, a la manera que existe el Producto Interno Bruto por Estado (PIBE). El INEGI tienen las razones, que no comparto del todo (harina de otro costal).

Sin embargo, sobre todo en lo que va del siglo XXI, ha habido intentos por aproximar los números en algunas entidades federativas. Al responder por lo que he realizado, han sido empeños en suerte de ejercicios con vocación paisajista.

En el fondo, lo que está en perspectiva es la historia de los sectores culturales de México. Es decir, la necesidad de que a los escenarios de la Cuenta Satélite se sumen, al menos, bosquejos de lo que ocurre por regiones.

Más a profundidad, es la construcción de una narrativa a partir de ciertos datos disponibles. Ya no es sólo el relato desde la historia cultural de cada localidad; cada día, al elaborarla, es importante acompañarla de su acontecer en la economía.

De ahí este nuevo ejercicio pictórico, a partir de los extremos geográficos del país.

Dos estados, muchos contrastes

En el pandémico 2020, la economía de Baja California (BC) cayó (-)3.7%, la de Yucatán (YU) (-)7.7%, en tanto que el PIB nominal fue 801 mil 564 millones de pesos (mdp) y de 332 mil 101 mdp, respectivamente.

Recordemos que la población en BC es de 3 millones 769 mil y en YU de 2 millones 321 mil. Una diferencia notable que marca varios contrastes.

Para efectos de una comprensión de los sectores culturales de los dos estados, también conviene subrayar que, al estar casi en su totalidad integrados a las actividades terciarias, en BC éstas ocupan el 53.3% del total de la economía, mientras que en YU va al 68.1%. En 2020 las caídas fueron de (-)3.8% y (-)6.9%, respectivamente.

Por sectores del SCIAN tanto como a partir de los criterios metodológicos de la CSCM, a lo cual adicionamos dos sectores más, fijemos nuestra atención a los que mayormente concentran los bienes y servicios culturales.

Es una aproximación a los miles de millones de pesos nominales en “bruto” del mismo año 2020, sin la desagregación por actividades características y conexas, que son la simiente de la CSCM.

51 Información en medios masivos

BC 5 mil 183 mpd, el de YU 3 mil 860 mdp

54 Servicios profesionales, científicos y técnicos

BC 10 mil 441 mdp, el de YU 6 mil 334 mdp.

61 Servicios educativos

BC 26 mil 651 mdp, el de YU 16 mil 230 mdp.

71 Servicios de esparcimiento culturales, deportivos y otros recreativos

BC 4 mil 198 mdp, el de YU 525 mdp.

72 Servicios de alojamiento temporal y de preparación de alimentos y bebidas

BC 13 mil 391 mdp, el de YU 4 mil 968 mdp.

93 Actividades gubernamentales

BC 29 mil 352 mdp, el de YU 14 mil 963 mdp.

En porcentajes, en los doce meses del coronavirus 2020, los sectores que más cayeron fueron el 71 y 72: en BC (-)45.6% y (-)24.7% y en YU (-)42.7% y (-)46.6%, respectivamente. En efecto, se trata de los que más comprometen movilidad y presencialidad.

Mucho por contar

Recordemos que la Cuenta Satélite de la Cultura registró en 2020 un PIB de 2.9%, es decir, de 640 mil 687 mdp.

Como en cada año desde 2008, punto de arranque de la medición, el mercado concentra la mayor aportación, con el 2.1% en 2020. Complementariamente, en el no mercado la gestión pública aportó 0.2% y la producción cultural de los hogares el 0.6%. Vale subrayar que estos porcentajes han sido invariables en la serie 2008-2020.

En esa perspectiva, dentro del no mercado es posible acceder, en fuente de la Secretaría de Hacienda, al Reporte de Donatarias Autorizadas (RDA). Su versión del año fiscal 2020.

Aludimos a esta fuente como referente, no por ser parte integral del PIBE o de la CSCM.

Tenemos que por fuerza de brazo filantrópico en BC sumaron donativos por mil 020 mdp, en tanto que en YU fueron 344 millones 820 mil pesos.

En la entidad fronteriza, por ejemplo, hay 22 donatarias culturales, las cuales captaron 24 millones 757 mil pesos. Asunto extraordinario es que la Fundación de Artes Musicales recibió 12 millones 197 mil pesos y el Patronato Amigos de la Orquesta de Baja California 6 millones 237 mil pesos.

En la península, YU cuenta con 24 donatarias culturales que captaron 39 millones 336 mil pesos. Una de ellas, la Fundación Bepensa, sumó 17 millones 451 mil pesos, siguiendo muy de lejos el Patronato de la Orquesta Sinfónica de Yucatán con 4 millones 224 mil pesos y el Patronato de la Universidad Autónoma de Yucatán 3 millones 302 mil pesos.

Otro medio de contraste se da en las donatarias educativas. En BC captaron 160 millones 843 mil pesos y en YU la cantidad de 93 millones 480 mil pesos.

En cuanto a donatarias autorizadas a nivel nacional, que son 9 mil 675 al año de referencia del RDA, en BC hay 336, en tanto que YU tiene 251.

Aquí la estructura sectorial completa de Yucatán, para que los lectores hagan otras interpretaciones. (Imagen tomada del comunicado de prensa del INEGI número 749/21 del 9 de diciembre de 2021).

 

Algunas lecturas pintorescas

Así es, la piedra de toque es Yucatán.

Sorprenden los altísimos números de sus sectores 51, 54, 61 y 93, cuando Baja California tiene más población, la actividad cultural es sumamente diversificada, es fronterizo y goza de una economía más fuerte.

Por lo que refiere al sector 93, donde se cuenta parte del gasto público, es una cifra que subraya la dependencia y también la precariedad del sector 71 yucateco.

A pesar del gran acervo cultural, del patrimonio histórico y natural, es generador de esos pocos millones de pesos, al comprar la cifra con los miles de millones del estado norteño insertado entre grandes porciones desérticas.

El toque yucateco se acentúa al apreciar que, tras ese poder cultural, su sector 72, donde se concentra la actividad turística, sea raquítico al lado del bajacaliforniano.

Cierto, la vecindad con California cuenta y mucho, el flujo turístico por cruces es apabullante. Lo extraño es, justamente, los acervos culturales y de entretenimiento disponibles. Esto da para muchas más reflexiones.

Si un abismo se impone en los donativos registrados entre ambas entidades, por lo que refiere a las donatarias culturales, Yucatán tiene un músculo más poderoso. Podemos ver que en 2020 captaron más que las de Baja California.

Una serie de datos más habría que sumar a este lienzo. Por ejemplo, que la Universidad Autónoma de Baja California destinó en 2021, poco más de 30 millones de pesos a difusión de la cultura y la ciencia, incluidos en este monto los salarios de los trabajadores.

Por ahora no disponemos del presupuesto ejercido por los organismos culturales públicos de los estados o los recibidos en la relación bilateral, caso de importaciones de bienes y servicios culturales.

Con esos datos, más otras variables como la producción cultural de los hogares, el paisaje se tornaría tanto más detallista como atractivo.

En suma ¿qué sector cultural pinta mejor, el de BC o el de Yucatán?

Dejemos el parecer a cada lector.

Ahora pueden observar la estructura sectorial y las cifras para Baja California. (Imagen tomada del comunicado de prensa del INEGI número 738/21 del 9 de diciembre de 2021).

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