El presupuesto de cultura 2020

Anunciado el pasado abril por el presidente López Obrador, el proyecto del Complejo Cultural Bosque de Chapultepec, que incluye Los Pinos, recibirá en 2020 una inversión de 1,688 millones de pesos, la octava parte del presupuesto de la Secretaría de Cultura. (Foto: SC).

El presupuesto de cultura 2020

Pronto se aprobará el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2020, pero creo que ya conocemos a grandes rasgos cuáles serán las principales tareas que van a afrontar las distintas instituciones del gobierno federal en el próximo año. Es muy interesante como año con año hay más interés y debate por este tema en el sector cultural, donde la prensa está jugando un papel cada vez más importante y profesional.

El presupuesto que se aprobará será más o menos el mismo que se envió desde el Ejecutivo y esto resulta natural pues es muy difícil mover montos o destinos en pocos días de discusión. Hacerlo normalmente implica más problemas que soluciones, lo que deja claro que para influir en el presupuesto se requiere de una acción previa a los debates de septiembre-octubre. Es necesario que los legisladores estén cerca de la ejecución del presupuesto y observen las dificultades que conlleva, y aprecien los problemas que suscita su ejercicio. Solo con un buen trabajo de seguimiento, la autoridad responsable podrá apreciar cuál es la mejor manera de hacer eficiente el gasto público.

Del proyecto de presupuesto se pueden sacar varias conclusiones. Creo que la primera es que, en general, a pesar de que el presupuesto 2019 fue elaborado por la administración anterior con el concurso del gabinete que entraría en funciones hasta diciembre, se convirtió en el piso de este presupuesto. No se trató entonces de un proyecto de transición, sino fue ya un molde definitivo que marcará la salud, la educación, la ciencia o la seguridad en los siguientes años. Para la cultura significa que la participación del sector en el total del presupuesto federal será de 0.22 por ciento según ha calculado Carlos Villaseñor. ¿Es posible creer que en este sexenio la cultura podrá alcanzar una participación mayor?

El presupuesto de cultura en general aumentará 3.67 por ciento, pero hay novedades en cuanto a la redistribución. El INAH y el INBAL crecen en su presupuesto 4.78 por ciento y 5.67 por ciento, respectivamente, pero hay otras instancias de la secretaría cuyo decremento es notable. Por ejemplo, el Centro Nacional de las Artes (CNA) y la Dirección General de Bibliotecas bajan 13 por ciento. Unos organismos con un poco más —Canal Once con 2.6 por ciento, Radio Educación con 2.9 por ciento y el Fonca con 2.6 por ciento— y otros con menos, perfilan en general un año tan difícil como el actual.

Las novedades más notables están en la gestión misma de la secretaría. El presupuesto se concentra para su ejecución, un retroceso según algunas voces autorizadas como la de Arturo Saucedo, pues se había luchado mucho en el sentido opuesto. Ahora las dos subsecretarías ven “llenas sus arcas” de manera importante. La subsecretaría de Desarrollo Cultural incrementa su presupuesto casi dos mil por ciento (de 87.14 millones de pesos a 1,836.2) y la de Diversidad Cultural lo hace en alrededor de 10 mil por ciento (de 6.3 a 646 millones de pesos). Además de la concentración de los recursos, tras estos incrementos están dos grandes programas. Uno es el de Cultura Comunitaria, que crece en un 50 por ciento (pasa de 400 a 600 millones de pesos), y otro es el Complejo Cultural Bosque de Chapultepec, que se llevará una inversión de 1,688 millones de pesos, la octava parte del presupuesto de la secretaría.

Como ya he mencionado, el presupuesto de 2019 no fue en realidad un presupuesto de transición, sino que ha impuesto la tendencia de la participación del sector cultural en el presupuesto de la federación y será muy difícil remontarla. En cuanto al ejercicio podemos observar las siguientes cuestiones principales:

      • Cultura Comunitaria continúa siendo el programa principal de la secretaría acorde con las definiciones tomadas desde la campaña y ratificadas por el presidente de la república cuando afirmó que, para él, cultura era la cultura de los pueblos. Así, van a trabajar en favor de los municipios más pobres manteniendo y ampliando el esfuerzo actual hasta cubrir los 700 municipios de mayor marginalidad y altos índices de violencia. Este esfuerzo de ninguna manera es desdeñable y solo se pueden remarcar sus posibles deficiencias: que el gobierno federal irrumpa en el ámbito municipal sin el concurso de los gobiernos estatales y que sea un programa que se autonomiza del resto de programas culturales dejándolo como un departamento estanco dentro del hacer general de la cultura.
      • Adicionalmente se mantendrá y ampliará para la ejecución de este programa el esquema laboral de outsourcing, con el que hasta el momento se tienen contratados alrededor de un millar de talleristas y promotores culturales.
      • El Complejo Cultural Bosque de Chapultepec, un proyecto innecesario desde el punto de vista de los requerimientos de la infraestructura cultural de la Ciudad de México y de esa zona de la urbe, supondrá un enorme gasto que afectará al realizarse a diversas instancias culturales del país. Es el capricho del presidente en turno como lo fueron el CNA en su momento o la Biblioteca Vasconcelos, disfrazados de don generoso al pueblo de México.
      • Los pasivos laborales de los trabajadores de los dos institutos nacionales INBAL e INAH no están presupuestados o lo están posiblemente en proyectos como el retiro voluntario o la cancelación de plazas.
      • La concentración del presupuesto como nuevo modelo de gestión de la Secretaría de Cultura deberá probar su eficacia no solo en el ámbito del ejercicio de los recursos, sino, principalmente, en el de lograr una efectiva participación democrática en la planeación cultural.

nivon.bolan@gmail.com

20 de octubre de 2019.

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