Fuera máscaras: mucho ruido y pocas nueces

El intercambio de bienes y servicios culturales con el exterior por medio de las vías
formales tiene poco impacto en la economía. El nivel más elevado de importaciones se
alcanzó en 2019 con 66.0 millones de pesos, mientras que el de exportaciones se
registró en 2021 cuando sumaron 25.3 millones.

Otro elemento a destacar, que anteriormente comentamos, es que el saldo de dicho
comercio es deficitario, es decir, que compramos más de lo que vendemos a otros
países.

Al revisar la gráfica notamos que en 2020 la contracción de la actividad económica
asociada con la pandemia por el Covid 19 no afectó de manera importante al comercio
exterior cultural. En ese año las importaciones se redujeron apenas en 2.4%, mientras
que las exportaciones lo hicieron en 2.6%.

Sin embargo en 2021 la situación cambió, ya que por un lado se registró una caída
importante en las compras al exterior, con una tasa anual de 21.5%, mientras que las
ventas aumentaron en 7.8%, para alcanzar un valor equivalente a la mitad del
registrado por las importaciones. De esta manera, en 2021 no sólo se registró el nivel
más alto de exportaciones, sino que también el menor monto del déficit comercial.

La siguiente pregunta a resolver es ¿qué vendemos y que compramos? Los analistas
vinculados con la economía naranja destacan que México es un importante productor
de videojuegos, y que en 2017 fue el principal exportador de América Latina en ese
rubro. Pero las cifras del INEGI, que venimos analizando en esta Tercera Jornada
Nacional de la Cuenta Satélite de la Cultura, nos ofrecen otra desagregación.

Por lo que se refiere a las exportaciones, en la clasificación por áreas generales y
específicas destacan los medios audiovisuales que participaron con 77.2% del total, en
su mayoría los vinculados con la radio; le siguen libros, impresiones y prensa con
12.4%, y artes visuales y plásticas con 3.9%.

En materia de importaciones, los medios audiovisuales, en particular radio, televisión y
cine, explican 61.7% del total; seguidos por libros, impresiones y prensa, 18.1%;
música y conciertos, 9.8%, y artes visuales con 9.7%.

La clasificación por bienes y servicios nos permiten identificar que el comercio en el
rubro de radio se refiere a equipo de audio y video, y que en los medios impresos
predominan los libros. De igual forma, en las artes plásticas son importantes las ventas
de dibujos, pinturas y esculturas, en tanto que en las compras sobresalen las
fotografías y los insumos de esta rama.

En los cuadros de la Cuenta Satélite de la Cultura identificamos falta información en
rubros como el patrimonio cultural y natural, que constituyen una fuente importante de
ingresos por concepto de servicios turísticos, pero confiamos que con el tiempo
podremos contar con ello porque esta cuenta, al igual que el Sistema de Cuentas
Nacionales (SCN) son instrumentos que se encuentran en constante actualización, es
decir, que son perfectibles.

Por lo pronto en 2023 el INEGI va a llevar a cabio el cambio de año base del SCN, con
lo que vamos a contar con una fuente de información actualizada, más amplia y diversa
que nos permitirá conocer y analizar con mayor certeza los flujos económicos del país
y, en nuestro caso, del sector cultural.

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