En esta gráfica, la número 5 del paquete que nos compartió el INEGI, observamos que la atención a la cultura por parte del Gobierno, tanto Federal como de los estados, no es constante y ello se refleja en las variaciones del gasto destinado al sector. Esto puede ocurrir por el mayor o menor interés o también por las condiciones que prevalecen en la economía interna y externa, pero no hay una constante.
Tras la crisis inmobiliaria de 2008 en los Estadso Unidos, el Gobierno de México se vio obligado a recortar el gasto en ese año y en 2009, es por ello que iniciamos la gráfica con un registro negativo.
En los siguientes años el gasto crece y en 2012 se estanca, el último del presidente Felipe Calderón. Diversos factores propiciaron ese comportamiento, como las asignaciones adicionales al proyecto del PEF por parte de los Diputados, que todos conocemos como los etiquetados; los festejos de 2010, 200 años de la Independencia y 100 de la Revolución; la construcción de la Estela de Luz y los errores que elevaron de manera extraordinaria su costo, y la remodelación de la Cineteca Nacional.
Enrique Peña Nieto inició su período con dos recortes consecutivos, estaba más preocupado por sus reformas estructurales. La creación de la Secretaría de Cultura y los etiquetados contuvieron la caída, pero no la contrarrestaron. Tal vez EPN intentó dejar un buen recuerdo para el sector, por lo que se despidió en 2018 con un fuerte incremento del gasto que, en su momento, nos sorprendió.
El primer año del gobierno actual fue el anuncio de una etapa de estancamiento del gasto. Las promesas fueron muchas pero los recursos han sido escasos, y eso que todavía no evaluamos los efectos de la pandemia. En noviembre vamos a poder hablar de ello cuando se actualice la Cuenta Satélite de la Cultura.
