Mire las barritas que vienen y que van. Como que muy equilibradas, con variaciones no muy diferentes en sus tamaños. Así es: una simplificación que, como en las distintas gráficas que ha elaborado el INEGI para este serial, encierra numerosos significados.
Dado que hablar de empleos es relativo por razones de movilidad y tiempo, es preferible, para fines estadísticos, guiarnos por una norma internacional, la que mide por puestos de trabajo ocupados (PTO) en un ciclo anual.
Los nutrientes de esta importante categoría viene de diversas fuentes del Sistema de Cuentas Nacionales, como los Censos Económicos y las Encuestas de Ocupación y Empleo con sus vistas por sector de la producción.
¿Cuántos integrantes del sector cultural buscan trabajo fijo al año, en cualquiera de sus niveles de desempeño? No hay respuesta categórica a ello, pero esta gráfica nos señala los que se pueden contar y sus variaciones.
Si entre 2008 y 2019 la oscilación de puestos de trabajo ocupados fue de 118 mil 162 ¿son suficientes “plazas” creadas en 12 años? Si lo respondemos a la luz del supuesto de más de 10 mil egresados de instituciones de educación superior por año en diferentes actividades del sector cultural, la cuenta puede ser más o menos alegre. El detalle es que no tenemos fuente confiable para fijar esa cantidad de felices licenciados en busca de ser asalariados.
Sin embargo, en la serie que observamos hay otros datos. Por ejemplo, de 2008 a 2009 tuvimos la crisis económica de los Estados Unidos y la epidemia de la influenza AH1N1. De un año a otro se perdieron 43 mil 210 PTO.
Al cambio de sexenio, entre 2012 y 2013, el incremento fue de 22 mil 801 PTO. En el historial de la serie, la mayor cantidad de ocupación se alcanzó a finales del gobierno de Enrique Peña Nieto con un millón 417 mil 828 puestos. Se podría decir entonces, que el presidente del empleo cultural ha sido EPN.
Recordemos: son puestos representativos de todo el sector cultural.
Así las cosas, en el primer año del régimen de AMLO se perdieron 22 mil 184 PTO. Como sabemos, el próximo jueves 18 de noviembre se dará a conocer la actualización de la Cuenta Satélite de la Cultura (CSC) al año 2020. En ese momento nos enteraremos si esos empleos se recuperaron o se perdieron más, como efecto de la pandemia del coronavirus.
El sabor, el aroma, la percepción que nos queda es que en el sector cultural se generan pocas oportunidades de trabajo “normal” al año y que en la cobertura que brinda la CSC se nos antojan pocos. Y que si bien son muchos a la luz de otros sectores de la producción, por donde volteamos hay colegas sin trabajo y en la precariedad.
Eduardo Cruz Vázquez
Eduardo Cruz Vázquez periodista, gestor cultural, ex diplomático cultural, formador de emprendedores culturales y ante todo arqueólogo del sector cultural. Estudió Comunicación en la UAM Xochimilco, cuenta con una diversidad de obras publicadas entre las que destacan, bajo su coordinación, Diplomacia y cooperación cultural de México. Una aproximación (UANL/Unicach, 2007), Los silencios de la democracia (Planeta, 2008), Sector cultural. Claves de acceso (Editarte/UANL, 2016), ¡Es la reforma cultural, Presidente! Propuestas para el sexenio 2018-2024 (Editarte, 2017), Antología de la gestión cultural. Episodios de vida (UANL, 2019) y Diplomacia cultural, la vida (UANL, 2020). En 2017 elaboró el estudio Retablo de empresas culturales. Un acercamiento a la realidad empresarial del sector cultural de México.