No es sólo un águila mexicana común y corriente: Kyya forma parte de un programa de conservación y educación ambiental, con el objetivo de rescatar y fortalecer el patrimonio histórico y biocultural de México.

Para empezar, es de la misma especie que el águila posada sobre el tunal devorando a la serpiente, origen mítico de la fundación de México-Tenochtitlan y que después se convertiría en símbolo patrio y escudo nacional.

Pero también Kyya busca hacer conciencia sobre la importancia de la naturaleza y la necesidad de salvar el ecosistema de la Ciudad de México, pues con su sola presencia ahuyenta a roedores, palomas y otras especies que impiden una renovación de la flora y fauna de nuestro medio ambiente.

Además, junto con su protector y salvaguarda, Juan Enrique Bautista Rico (Dr. Jebaric), aprendió a convivir con los seres humanos, en especial con niños. Cuando visitan las escuelas, los peques pueden interactuar con el ave y se interesan más por la naturaleza, por lo que ha sido condecorada por el Senado y ha recibido otros reconocimientos a nivel internacional.

Bella y gallarda, esta águila es -sin duda- la encarnación del Dios Sol, de acuerdo a la mitología mexica.

 

12 de noviembre, Plaza de la República, Colonia Tabacalera, Ciudad de México.

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