XALAPA. En general, durante el proceso creativo, el artista se preocupa por que su idea sea clara, por que su obra tenga una buena factura y represente sus intereses formales y conceptuales. Pero, en una muestra, tiene adicionalmente la posibilidad de exhibir el desarrollo de una temática, lo desconocido de una etapa de su creación, un nuevo enfoque sobre su quehacer, además de proporcionar información relevante relacionada con una técnica o expresar un punto de vista desconocido sobre un tema. Para esto, puede apoyarse en la labor del curador y, en ocasiones, en la del departamento de educación y difusión de los museos.
Actualmente, para un creador producir ya no es todo. Debe generar audiencia, porque es un ente comprometido no sólo con su creación, sino también con la difusión y el consumo de su producción. Auxiliado por las debidas estrategias, puede hacer un análisis de su público potencial, de su nicho de mercado y de las tácticas necesarias para acercarse a él. Un artista también aborda prácticas para crear conciencia y generar cambios, a fin de enriquecer el conocimiento, la identidad y el momento histórico en que está viviendo.
Asimismo, son importantes la proyección, que significa desplegar algo en la mente, imaginar y visualizar; y la sensibilidad, que es una parte importante del pensamiento artístico y la manera en que el visitante tendrá contacto con la muestra. Por lo tanto, es deseable que el curador y/o el autor se involucren teórica y emocionalmente con su proyecto, ya que esto será lo que determine el resultado principal de su exposición. Las muestras son, ante todo, un recorrido emotivo; en consecuencia, el curador y/o el artista tienen que pensar en esa estructura sensible. La exposiciones deben tener un clímax y un desenlace. El contacto anímico con el público depende de cómo están planteados los recorridos visuales y emocionales.
Además, una buena exposición combina la familiaridad con lo desconocido, por lo que un curador necesita conocer todo el material y, junto con el creador, debe estar decidido a arriesgarse. Las mejores muestras se dan cuando ambos están conectados, comprometidos con su trabajo, y para realizarlas se requiere estar preparados de antemano, tener obras que armen un discurso claro y evidente. Por ello, el autor tiene que proporcionar impecablemente y a tiempo los materiales solicitados por el museo o la galería: buenas fotos, piezas bien enmarcadas y con instrucciones de montaje, lista de obra clara y sin errores. No hay que olvidar que para que el mueso realice su trabajo de gestión, difusión y aseguramiento de la obra se necesitan los materiales hasta con dos o tres meses antes de la inauguración.
Manuel Velázquez
Nace el 26 de junio de 1968 en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Actualmente es el Portavoz y Director General de la Galería Flavia. Licenciado en Artes Plásticas por la Universidad Veracruzana, Maestro en Estudios de Arte por la Universidad Iberoamericana y Candidato a Maestro en Artes Visuales por la UNAM. Actualmente es Creador Artístico del Sistema Nacional de Creadores de Arte del FONCA emisión 2018-2021. Su obra suele ser de gran formato sobre madera. Le interesan las posibilidades escénicas de la escultura, buscando un encuentro más corporal con el espectador. Ha participado en diversas exposiciones individuales y colectivas. Entre otras tareas, fue fundador del Jardín de las Esculturas de Xalapa y Subdirector de Planeación, Seguimiento y Evaluación del Instituto Veracruzano de la Cultura. Es Catedrático de la Universidad Veracruzana y del Instituto Universitario para la Cultura y las Artes.