Se aproxima un momento revelador para la cultura*

El 7 de febrero, en el recinto de la Escuela Carlos Septién García de la colonia Del Valle, se presentó Vislumbres del sector cultural. En la imagen al centro el autor con Luis Miguel González, director editorial de El Economista y la gestora cultural Mishelle Muñoz. (Imagen tomada de septien.mx).

 

El periodista y gestor cultural Eduardo Cruz Vázquez entrega en Vislumbres del sector cultural el esbozo de una historia completa del sector creativo que aún está por escribirse; “es el libro de un reportero que lo que buscó fue hacer una selección muy apretada de una cantidad  de trabajo que he realizado a lo largo de los últimos 20 años”, dice.

“Estos vislumbres esconden la ambición de una historia que sigo pendiente por escribir, que es la historia completa del sector cultural, es decir que lo que yo he intentado con estas páginas es entregarle al lector una visión, de cabo a rabo, para que se entienda lo que es el sector cultural de México y todas las muchas lecturas e implicaciones que tiene”.

Es Eduardo Cruz Vázquez, periodista, analista, diplomático, gestor cultural y fundador del Grupo de Reflexión sobre Economía y Cultura (GRECU), con casi 40 años de trabajo escudriñando en las entrañas de la política cultural del Estado mexicano -o la ausencia de ésta- y sus principales protagonistas, que al comienzo de 2024 presentó Vislumbres del sector cultural, editado por Lectorum y la Universidad Autónoma de Nuevo León, una visión condensada y crítica del devenir histórico del aparato cultural, los entresijos de sus élites y la emergencia de nuevos actores que han roto el canon.

“Si el libro pudiera tener un subtítulo sería ‘Antes y después de la 4T’; sin embargo, los números, las estadísticas, no abarcan todo el sexenio y si yo hubiera querido cubrirlo, a lo mejor el libro no sale cuando tendría que haber salido, que es en esta parte del proceso electoral que estamos viviendo”, comparte el autor.

La obra salta a las mesas de novedades editoriales en un momento político crucial para la política cultural mexicana, la contienda presidencial y legislativa 2024, donde lo que está en juego es la continuidad de un modelo “garantista” de derechos, que a la postre no se cumple y que mostró sus limitaciones tras la pandemia, frente a uno que detone el desarrollo de las industrias creativas con independencia de la intervención estatal, que tampoco está muy a la vista en la oferta opositora, pero que es el meollo de lo que los agentes del sector creativo han planteado en diversos foros y desde múltiples plataformas, entre ellas el GRECU.

“No hemos logrado que se entienda la necesidad de crear una conciencia sectorial. La conciencia sectorial radica en entender que el desarrollo de la vida cultural de México no depende estrictamente de las instituciones culturales del Estado, ni de las federales, ni de las estatales ni de las municipales. Depende de una gran cantidad de jugadores cuya visibilidad se la debemos en buena medida a la Cuenta Satélite de Cultura”, refiere Cruz Vázquez.

La obra del coordinador del GRECU. (Imagen de Miguel Dimayuga tomada de proceso.com).

 

Una biografía desde el periodismo

Valiéndose de todas las artes del periodismo y del análisis estadístico, el autor transita de la reseña bibliográfica al reportaje, pasando por la crónica y el ensayo, para discurrir sobre la construcción del aparato cultural mexicano y echa mano de la obra de Pedro Ángel Palou, México, la novela y Estrella de dos puntas. Octavio Paz y Carlos Fuentes: crónica de una amistad, de Malva Flores.

Como metáfora de la opacidad gubernamental en temas de cultura, y bisagra entre el pasado “neoliberal” y la “transformación”, aparece en las páginas centrales del libro el reportaje “Los papeles del Auditorio Nacional; ¿rescate a la vista?” y, previamente uno más que diagnostica el estado de la iniciativa privada en el sector –“Notas básicas para la comprensión del Retablo de empresas culturales de 2017”- que actualiza los resultados de una encuesta aplicada a 350 de ellas y que es acaso el primer esfuerzo sistemático por censar y categorizar un universo que aporta casi 3% al PIB nacional.

“Una de las cosas que deja pendiente el lopezobradorismo, y en particular Alejandra Frausto, es justamente no haber replanteado o dicho algo sobre forma en que opera el Auditorio Nacional, y todo lo que pasa o allí ocurre nadie tiene derecho a saberlo”, resume.

 

Un cambio de paradigma

Este esbozo histórico del sector cultural en México no se enfoca en el devenir de la literatura, el teatro, las artes plásticas, la danza o el cine, sino en la función de la producción cultural en la economía del país, y sitúa al lector, con datos recientes, en el maltrecho escenario que atraviesan las industrias creativas en los últimos sexenios y, en particular, en el periodo postpandemia. Pero sobre todo adelanta propuestas surgidas desde el GRECU y otros espacios de discusión y análisis para detonar el desarrollo de un sector lastrado por fallidas políticas culturales y “ponerlo en el lugar que merece”.

“Decidí que el libro tenía que estar enfocado en lo más reciente, estamos hablando del 2017, que es cuando doy a conocer el retablo de empresas culturales, que además me tomó casi dos años realizarlo, porque el trabajo que implicó ese reportaje lo tuve que hacer con mucha lentitud, por la exigencia y también por las fuentes que no fueron nada fáciles ubicarlas”, detalla el autor.

En plena contienda electoral por la Presidencia de la República, Eduardo Cruz Vázquez hace hincapié que el libro también “busca cumplir un papel de invitar a la reflexión y al conocimiento de los lectores, y a quienes en el sector político y la partidocracia se interesen por la obra para entender el desarrollo histórico del sector”, pero sobre todo para alertar sobre la oportunidad de realizar un cambio histórico en la política cultural para transitar de un paradigma de ‘garantía de derechos’ a un paradigma de desarrollo, que genere empleos, ingresos y condiciones laborales dignas para los creadores y creadoras y para quienes trabajan en empresas culturales.

Y es que Cruz Vázquez está convencido de que estamos ante un momento que será “revelador” para el sector cultural, ya que, dado el desmantelamiento institucional perpetrado por la 4T, la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, va a heredar “un conjunto de vestigios institucionales dignos de la envidiable labor de los arqueólogos forenses del sector cultural”.

Y añade: “quien encabece el aparato institucional con la próxima presidenta de la República, encontrará tan despejado el paisaje, que la reconversión de la política cultural y de los organismos para encauzarla augura, desde este momento, toda una revelación”.

*Con la autorización del periódico El Economista y del autor de la nota, se reproduce esta entrevista publicada el jueves 11 de abril de 2024 en la sección de Artes e Ideas.

Libros de Malva Flores y Pedro Ángel Palou resultaron esenciales para la obra de Cruz Vázquez. (Imágenes tomadas de malvaflores.com y de la página de Facebook del novelista).

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