A propósito de patrimonios bioculturales… Apuntes del (des)confinamiento

La Casa del Pueblo en Mérida, esencia y función que sobrevive a las etapas de la historia. (Imagen tomada de meridadeyucatan.com).

 

Cuando la información se mueve a velocidad eléctrica,

el mundo de tendencias y rumores se convierte en el mundo real”.

Marshall McLuhan

 

Turismo industrial vs. Turismo biocultural

“Aquellos que gestionan los bienes de patrimonio cultural y natural deben garantizar los medios técnicos y humanos necesarios para su conservación (como guardas forestales, etólogos… en el caso de parques naturales o arquitectos, urbanistas, en relación al patrimonio cultural) y controlar el uso que se hace del mismo, impidiendo que éste suponga un deterioro. Los/as turistas, de igual modo, deben estar informados acerca de los lugares que visitan, tener una actitud de respeto hacia ellos y contribuir a su conservación. Solo de esta forma podremos garantizar nuestro patrimonio a las generaciones futuras.

“El patrimonio mundial, ya sea natural o cultural, material o inmaterial pertecene a todos/as y debe ser protegido por cada uno/a de nosotros/as.” UNESCO, enfatiza: “Por ello se considera que el patrimonio cultural es ‘esencial para promover la paz y el desarrollo social, ambiental y económico sostenible’”.

Museos bioculturales = Museos presenciales

Los derroteros son múltiples igual que los mensajes del museo y con la visión de lograr que se provoquen más los también múltiples diálogos en el museo en sí, con los públicos diversos y con el territorio físico-simbólico, para construir o desarrollar la propuesta del museo en un medio que permita generar una especie de ágora comunitaria-social, un lugar detonador; tanto en el fuero interno como en el externo de los participantes. Sí, un lugar de reunión, el museo presencial y sus bellos alcances.

En la medida o amplitud que los museos junto con sus públicos y el territorio físico-simbólico donde se ubican, seamos conscientes del diálogo que se sucita por compartir y estar en un mismo espacio o lugar; significa abrir más el concepto museo en dicha ágora o plaza pública; casas del pueblo, como lugar de encuentro personal, comunitario y social. Para ello no funcionan los museos sin públicos. Lánzate…

Sólo lee… y se libre…

Si te interesas en leer para desarrollar un criterio y pensamiento propio, se activa el nivel de conciencia de ti mismo y acerca del otro, del entorno; al dialogar con dimesiones de conocimiento y de ideas que alimentan, diversifican y liberan tu percepción de ser y se amplía la existencia del mundo en plural, la diversidad. Va mucho más allá de lo que encuentras en la actividad digital, tenlo por seguro.

“La gente que no lee es más feliz”, Vicente Fox Quesada, afirmó mientras fue presidente.

Instrumenta Oaxaca, hagamos votos

Tiene y debe rescatarse…

Ciberculturas o hiperbioculturas = la “vida” virtual = “Phono sapiens”.

 

En la cumbre del pensamiento transformador, Shoshana Zuboff (izquierda, EU, 1951) y Clarissa Véliz (España-México, 1986). (Imágenes tomadas de businessinsider.es y diariovasco.com).

 

“Entre las prácticas que requieren tiempo se encuentran la observación atenta y detenida. La percepción anexa a la información excluye la observación larga y lenta. La información nos hace miopes y precipitados. Es imposible detenerse en la información. La contemplación detenida de las cosas, la atención sin intención, que sería una fórmula de la felicidad, retrocede ante la caza de información. Hoy corremos detrás de la información sin alcanzar un saber. Tomamos nota de todo sin obtener un conocimiento. Viajamos a todas partes sin adquirir una experiencia. Nos comunicanos continuamente sin participar en una comunidad. Almacenamos grandes cantidades de datos sin recuerdos que conservar. Acumulamos amigos y seguidores sin encontrarnos con el otro. La información crea así una forma de vida sin permanencia y duración”. Del libro No-cosas. Quiebras del mundo de hoy, Taurus, 2021.

“El régimen neoliberal es en sí mismo smart. El poder smart no funciona con mandamientos y prohibiciones. No nos hace dóciles, sino dependientes y adictos. En lugar de quebrantar nuestra voluntad, sirve a nuestras necesidades. Quiere complacernos. Es permisivo, no represivo. No nos impone el silencio. Más bien nos incita y ánima continuamente a comunicar y compartir nuestras opiniones, preferencias, necesidades y deseos. Y hasta a contar nuestras vidas. Al ser tan amistoso, es decir, smart, hace invisible su intención de dominio. El sujeto sometido ni siquiera es consciente de su sometimiento. Se imagina que es libre. El capitalismo consumado es el capitalismo del ‘Me gusta’. Gracias a su permisividad no tiene que temer ninguna resistencia, ninguna revolución”. Del filósofo Byung-Chul Han, autor del libro aludido.

Egocentrismo-Narcisismo: negocio de datos, números y dinero = poder. Ecuación que me remite a la atinada definición y título del libro de la socióloga Shoshana Zuboff, La era del capitalismo de la vigilancia. Que junto con la filósofa Carissa Véliz y su libro Privacidad es poder, entre otras autoras; son referentes obligados para pensar-liberar nuestro presente y futuro hiperinevitable: ARPANET.

Democracia-cultural-ciudadana… de lo propio, lo neoliberal…

La obcecación de un grupo tecnócrata cultural resistiendo el inevitable derrumbe de su poder económico y simbólico, rebasados por el tsunami de la historia: “‘(…) Con similar potencia reacomodó las piezas económicas del país y construyó las instancias y avenidas por las que hoy circula la vida pública y privada de los mexicanos. Acaso ésa sea su mayor conquista: haberse confundido con la forma misma del país. (…) Lo que alguna vez fue un proyecto se vive hoy como una condena’ el neoliberalismo mexicano o en México también fue facilitado, no solo por elementos económicos y globales, sino por la intensa actividad cultural y de intelectuales que se adueñaron y permearon de ‘democracia’ el proyecto neoliberal para suavizarlo y que fuera digerido, aceptado e impuesto a la diversidad social y cultural de nuestro país”. Cito, desde una entrega de Apuntes…

Regreso a No-cosas: “La cultura tiene su origen en la comunidad. Transmite valores simbólicos que fundan una comunidad. Cuanto más se convierte la cultura en mercancía, tanto más se aleja de su origen. La comercialización y mercantilización total de la cultura ha tenido por efecto la destrucción de la comunidad. La community que tan a menudo invocan las plataformas digitales es una forma de comunidad mercantil. La comunidad como mercancía es el fin de la comunidad”. Es decir; la voluntad de totalidad del neoliberalismo y su brutal voracidad e ignominia.

Somos biocultura; somos patrimonios… y, somos recursos energéticos…

“La biodiversidad y la diversidad cultural son indivisibles y consustanciales desde el origen de la vida misma. Por tal motivo, somos bioculturas y personas o individuos bioculturales, porque somos un todo que dimensiona estructuras biológicas, económicas, sociales, ecológicas, políticas, organizacionales, psicológicas, cognitivas, simbólicas, tecnológicas, artísticas y en suma culturales desde el espacio y el tiempo histórico que pasan por nuestro presente hasta un mañana próximo y un futuro muy lejano”.

De acuerdo a lo anterior, los Apuntes del (des)confinamiento son escritos, posturas y propuestas bioculturales…

Epílogo: Conoce y/o descubre las historias de México, Latinoamérica y el Caribe, ten por seguro que será una de tus mejores y más acertadas decisiones. Viaja, sí, viaja y no dejes de viajar y, siempre se presencial. En México existen muchísimos y diversos México bioculturales para reconocer y aceptar la diversidad con respeto y amabilidad, con equidad e igualdad. Humanismo y ética. Me permito ponerlo suculentamente en la mesa, disfruta más de patrimonios que es la vida misma. Seguiré insistiendo…

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