De cine, niñas, niños y muchos viajes

¿Qué ocurre cuando se apagan las luces en la sala de cine?

Sucede que nos preparamos para encontrarnos con nosotros mismos y con los personajes que dan vida a cada historia. Así de impactante es el cine, así nos adentramos a otras latitudes, paisajes, idiomas, culturas, sentimientos y sensaciones que compartimos como seres humanos. La pantalla grande tiene un enorme poder en los espectadores para tocar fibras muy especiales que abonan también en el desarrollo de las personas. Imagínense el poder del cine en la niñez de nuestro país y la gran posibilidad de, con un boleto para ver una película, lograr hacer muchos viajes y adentrarnos en otras realidades.

El Festival Internacional de Cine para Niños (…y no tan Niños) organizado por La Matatena, Asociación de Cine para Niñas y Niños, A.C., es uno de los encuentros más longevos en la historia de la divulgación cinematográfica en México. Cumple 24 años, que significan un reto de mucho trabajo, perseverancia y continuidad para alegrar y ofrecer una alternativa real, fuera de las opciones que otorgan las grandes cadenas en nuestro país. No solo Hollywood reina y marca las pupilas de la niñez en México.

A casi dos décadas y media de distancia, el festival ha habituado a muchas generaciones de niñas y niños -que ahora son jóvenes- a transitar por una semana de cine con contenidos de calidad. Con enorme gusto, podemos decir que el impacto por el gran número espectadores que asiste a la Cineteca Nacional ha convertido al festival en un fenómeno internacional. Junto con varios festivales de cine a los largo de los años, La Matatena A.C. ha logrado incidir en la formación del público infantil. Y no solo se preocupa por esta población en la Ciudad de México sino que ha intentado trascender las fronteras centralistas y viajar a otros estados de la República, como Michoacán, Tabasco, Tijuana, Hidalgo y el Estado de México, con la consigna de atender a todas las niñas y niños del país.

¿A que contribuye esto? Al acceso de los derechos culturales a través de una disciplina poco desarrollada en nuestro país: crear contenidos audiovisuales acordes con nuestra idiosincrasia; menuda tarea que requiere de políticas públicas y de una profesionalización para atender las miradas de las niñas y niños en materia de cine.

El festival del que aquí hablamos es el espacio donde, cada verano, las niñas y niños lograrán hacer contacto con sus pares a través de la pantalla grande y tocar fibras especiales para comprender mensajes que les permitan el reconocimiento de las emociones del ser humano. Además, el encuentro abona en la construcción de una ciudadanía más empática, solidaria y sensible entre los propios infantes y en su relación con los adultos. Es el espacio por excelencia para vivenciar con historias lo que significa la amistad, el respaldo, la protección, la lealtad, la perspectiva de género y el respeto a los derechos humanos.

Votación infantil en el 23o. Festval Internacional de Cine para Niños (…y no tan niños). Cineteca Nacional.

Las reacciones de las niñas y niños expuestos a estos materiales han sido muy positivas, afortunadamente; ver estas películas, acompañados de sus padres, genera una comunicación más profunda que el decir “me gustó o no me gustó”; impulsa su creatividad e imaginación; genera arraigo, pues quienes acuden por primera vez al festival, regresarán al año siguiente, convencidos de su calidad.

Cabe decir que además del entusiasmo de los infantes por experimentar y acudir a los talleres que cada año oferta La Matatena A.C., para introducirlos al mundo de las imágenes en movimiento, integran un jurado que premia algunos materiales programados en el festival, lo cual genera que transiten de ser espectadores pasivos a hacedores de sus propios mensajes: una faceta con tanta relevancia como la de tener acceso a un cine de calidad.

¿Una política pública de contenidos audiovisuales para la niñez?

Falta de recursos y escasa sensibilidad de las autoridades han sido las dos principales dificultades a las que nos hemos enfrentando en 24 años. ¿Cómo lograr una política pública clara en materia de contenidos audiovisuales para la niñez en nuestro país? Con la experiencia acumulada, el festival merece una itinerancia para llegar a otras entidades de la República Mexicana; las niñas y niños se merecen un cine que apele a su inteligencia; películas de calidad que arropen sus derechos culturales, no solo en las vacaciones de verano sino durante todo el año y con acceso a funciones de matiné con cintas que ofrezcan historias sobre las formas de cohabitar de manera respetuosa, armoniosa y amorosa entre sus pares y con la humanidad entera.

El festival es el espacio per se en donde se visibilizan las distintas infancias y se abordan problemáticas y soluciones que se convierten en herramientas para la vida futura de la niñez, con repercusión en sus comunidades, llámese familia, escuela o sus entornos más cercanos.

Más de 204 mil 500 espectadores, en 23 años de trabajo, han disfrutado de una muestra cinematográfica de excelente calidad dirigida a las niñas y niños, en donde un jurado infantil selecciona y premia al mejor largometraje, cortometraje de animación, cortometraje de ficción, documental y mejor producción nacional que se exhibe dentro del festival. Es preciso señalar que niñas, niños y adultos realizan una votación en cada una de las exhibiciones y extienden sus comentarios.

Hasta el momento, en el evento se han exhibido 145 largometrajes y 702 cortometrajes de reciente producción (en 35 mm y 16mm); 88 documentales y 349 cortometrajes realizados por infantes de Canadá, Alemania, Dinamarca, Noruega, Finlandia, Brasil, Cuba, México, China y Japón. Todos, de excelente calidad en cuanto a contenido y realización, con mensajes que promueven valores positivos en la población infantil como la solidaridad, amistad, tolerancia, respeto a la diferencia de clases sociales y razas, entre otros.

Los más destacados cineastas, productores y distribuidores a nivel Internacional  han visitado el festival, considerado en la lista de los 30 encuentros de cine para niños más importantes en el mundo por su programación, diseño, intervención de los niños en la realización, así como el doblaje en sala para cada una de las funciones.

¿Cómo convencer a los tomadores de decisiones que el festival tiene un valor inconmensurable, que todavía no es valorado en una dimensión real y cada año debe convencer de su valía, como si iniciara desde cero?

Votación infantil en el 20o. Festival Internacional de Cine para Niños (…y no tan niños).

Sala Julio Bracho, Centro Cultural Universitario, UNAM

A lo largo de estos años, muchas historias nos comprueban la existencia de organismos aliados, al pie del cañón otorgando apoyos, mientras otros que se suponían afines por ser referentes en la defensa de los derechos de las niñas y niños, desconocen de tajo las virtudes y el valor de estos espacios. Sus acciones son preocupantes porque muestran una insensibilidad en la atención a la infancia. Para llorar.

Estimular a este sector de la población y atenderlo con la calidad que merece, es un gran reto. Requerimos de políticas públicas que protejan estas iniciativas no solo para que no se pierdan sino para que se dupliquen y cuatripliquen con el fin de atender a una de las poblaciones más vulnerables que no pueden luchar por sí mismas para exigirlo.

Reitero: el festival está a un pelín de cumplir un cuarto de siglo. Se dice fácil pero la realidad es más compleja, así que les pedimos estar atentos, correr la voz, pero sobre todo asistir a las funciones porque no se repetirá eso que podemos ver en una semana de cine para niños y niñas. La huella que dejará en ellos quedará indeleble para su vida futura.

La edición 24 del Festival Internacional de Cine para Niños (…y no tan Niños) está programada del 6 al 11 de Agosto. Más información en www.lamatatena.org

29 de julio de 2019