¡Festival de ilusiones!
¡Llegaron los tiempos electorales! (3 de 4)

Las cenizas del diputado fue producida en 1977 por la empresa estatal CONACITE UNO, dirigida por Roberto Gavaldón, quien con Hugo Argüelles elaboró el guion; interpretada en los estelares por Eulalio González “Piporro”, Lucha Villa y Carmen Salinas.

 

Mientras analizábamos los posibles efectos del FOCINE en la industria cinematográfica, nos sorprendió gratamente la noticia de que el senador por Morena, Ricardo Monreal, elaboró una propuesta de reforma a la Ley Federal de Cinematografía (LFC) misma que se integró a la agenda de la LXIV Legislatura.

Desde hace años, la comunidad fílmica nacional la ha venido solicitando, porque es una necesidad urgente e importante que se actualicen los ordenamientos cinematográficos de acuerdo a los avances tecnológicos tenidos en el siglo XXI. ¡La última gran reforma fue en 1998!

Visión panorámica

Debido al acelerado avance tecnológico del siglo XXI, la transversalidad de la actividad fílmica se realiza a través de salas cinematográficas, televisión en todas sus modalidades y diversas plataformas que permite ser visto en tablets, teléfonos y todo tipo de dispositivos electrónicos y digitales. Es urgente una reforma que sincronice al cine con otras leyes como la de telecomunicaciones y radiodifusión, de derechos de autor, de protección al consumidor y demás leyes conexas.

La necesidad de esta actualización se acrecienta, aún más, debido a los recortes presupuestales sufridos, año con año, a partir del 2013 y que en el 2021 nos dejó sólo 103 millones para impulsar la expresión cinematográfica de la nación. ¡Grave retroceso en materia de derechos humanos que debe ser corregido de inmediato!

Sin los debidos recursos hacendarios, debido en parte a los efectos de la pandemia en la economía nacional y a los efectos de su política pública de austeridad republicana -que para unos representa bonanza como a la guardia nacional y el ejército y para otros, recortes, como a la cultura y el cine-, toca ahora al gobierno de la cuarta transformación apoyar la expresión cinematográfica mexicana corrigiendo las perversiones del mercado en la cadena productiva a través de la reforma a la LFC y diversas reformas de los marcos normativos transversales.

Actualmente, en el cine sólo se benefician desproporcionadamente de la producción fílmica, la distribución norteamericana, los exhibidores, la televisión privada y las plataformas. ¡Se puede apoyar a nuestro cine sin gasto presupuestal! Solo se necesita impulsar un comercio justo!

Todo mundo estará de acuerdo de que son las películas las que atraen al público a las salas, sin estas, la gente no asistiría a los confortables recintos ni pagaría los exorbitantes precios de las golosinas. Sin películas sus butacas lucirían vacías y los anunciantes declinarían pagar por exponer su publicidad en sus pantallas, salvo el día de la NFL, las finales de futbol y los conciertos musicales que los programadores denominan como contenidos alternativos y son esporádicos. Sin embargo, vean cómo es injusto el reparto de los ingresos obtenidos en taquilla.

 

 

Del cuadro anterior, salta a la vista que los exhibidores se quedan con la mayor parte de los ingresos en taquilla aunque su inversión sea mucho menor a la inversión que tienen que hacer los productores para concitar al público a las salas*.

De acuerdo a los datos del Anuario del IMCINE, en el 2019, un productor mexicano de nivel industrial tiene que invertir más de veinte millones de pesos entre el costo de la cinta y la inversión publicitaria que le permita posicionarla frente al público nacional.

El promedio de asistencia de una cinta mexicana fue de 348,514 espectadores por título. Así se obtendría un retorno promedio de 4.6 millones de pesos, es decir, que en el mejor de los casos recuperará el 22.11 por ciento de su costo en las salas y como la venta o licencia en televisión no es alta, debido al control cuasi monopólico que mantienen TELEVISA y TV Azteca sobre este mercado, máximo obtendrán entre 2.0 y 3.0 mdp. Con estos estándares los productores nacionales siempre estarán al borde de la bancarrota. Y esto, cuando logran acceder al estreno en salas, privilegio que sólo alcanzan el 56.82 por ciento de las cintas producidas en el país. El 43.18 por ciento restante de la producción nacional se arruina y pierde todo su capital por la competencia ruinosa que realizan las grandes distribuidoras que saturan las pantallas con unos cuantos estrenos.

 

 

En los últimos diez años 572 largometrajes mexicanos no lograron estrenarse en los cines del país, esto equivale a cuatro años de producción. Es una desastrosa descapitalización para sus productores y una limitación al derecho humano de la libertad de elección por parte de los ciudadanos del país y todo debido a la saturación de las pantallas mexicanas con unas cuantas cintas estadounidenses.

 

 

Esta política de saturación también afecta a las cintas que logran su estreno en salas. De las 883 cintas mexicanas que alcanzaron a proyectarse en salas del 2009 al 2019, sólo 388 alcanzaron a verse en los estados de la república, es decir que 495 largometrajes nacionales sólo se consumieron en la ciudad de México. ¡Qué desastre para sus inversionistas! Qué censurados dejan a los habitantes de las 32 entidades. Sumando, son casi mil cintas realizadas en los últimos once años que nunca podran ser vistas en las salas del país mientras se mantenga este modelo de negocio. ¡Urge un cambio radical!

Esta competencia ruinosa debería de haber sido atacada desde hace años por la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), la Secretaría de Economía, la Procudaduría Federal del Consumidor, la Dirección General de Radio, Televisión y Cinematografía o el IMCINE; sin embargo, estas dependencias han hecho caso omiso a la realidad que nos aplasta con sus malas prácticas comerciales y han cerrado sus oídos a las exigencias de la comunidad creadora, volteando su mirada hacia el otro lado: el resultado ha sido la entrega a los EEUU de las mentes de nuestros ciudadanos. Hoy, los espectadores jóvenes desconocen nuestra historia fílmica y mucho menos tienen en mente un proyecto de nación soberana e independiente.

 

 

Lo que ignoran o no quieren ver los legisladores

El mercado del cine es limitado, muy fácil de controlar y manipular. Su oferta no puede superar su número de butacas existentes multiplicados por las veces que se ofrecen en un día, multiplicados por los 365 días del año.

Cada semana, la disputa se da entre las sesenta casas ditribuidoras por los mejores cines, pantallas, días y horarios. No todas las salas obtienen buenos ingresos, tampoco todos los días son buenos en asistencia (viernes, sábados y domingos) e influye y mucho, contar con los mejores horarios*2 (18 y 20 horas).

 

 

En el 2019, 454 cintas se disputaron las mejores condiciones de mercado, de estas 167 fueron de origen estadounidense, 101 mexicano y 176 del resto del mundo. Aparentemente existe cierta diversidad en la oferta pero la realidad nos dicta que sucede exactamente lo contrario. Las empresas norteamericanas afiliadas a la MPAA*3 ; con unos cuantos estrenos, acaparan y controlan el 92 por ciento de las mejores fechas, salas y horarios.

A partir de la digitalización de todas las salas de cine del país en el 2013, cuando se eliminaron casi al cien por ciento los proyectores analógicos y se sustituyeron por proyectores digitales que bajaron drásticamente el costo de las copias a reproducir*4. La MPAA estrenó del 2014 al 2019 un promedio de 89 cintas al año y con ellas ocuparon el 22.20 por ciento del total de las pantallas existentes, en su semana de estreno. Lo que equivale a ocupar 1,389 pantallas por título estrenado (Cuadro No. 7) Al estreno semanal sumese las cintas norteamericanas en segunda, tercera o cuarta semana y se comprenderá  que con este tipo de práctica alcanzaron a saturar el 92 por ciento de todas las salas disponibles, semana a semana, y con ello concentraron los ingresos y los asistentes destrozando a sus competidores. Aparentemente, parece una politica de éxito artístico cuando en realidad son malas prácticas comerciales que propician una competencia ruinosa al resto de las cinematografías. A las cintas mexicanas y del resto del mundo se les condena a las peores fechas, días y horarios, lo que equivale a obtener menores ingresos e índices de asistencia. ¡Y la Cofece  no se da por enterada de estas malas prácticas comerciales que se pueden calificar como competencia ruinosa y esta prohibida tanto en el T-MEC como en la constitución. !Por algo  la quiere desaparecer AMLO!

En el 2019, 454 cintas se disputaron las mejores condiciones de mercado, de estas 167 fueron de origen estadounidense, 101 mexicano y 176 del resto del mundo. Aparentemente existe cierta diversidad en la oferta pero la realidad nos dicta que sucede exactamente lo contrario. Las empresas norteamericanas afilidadas a la MPAA*3, con unos cuantos estrenos acaparan y controlan el 92 por ciento de las mejores fechas, salas y horarios.

A partir de la digitalización de todas las salas de cine del país en el 2013, se eliminaron casi al cien por ciento los proyectores analógicos y se sustituyeron por proyectores digitales que bajaron drásticamente el costo de las copias a reproducir*4. La MPAA estrenó del 2014 al 2019 un promedio de 89 cintas al año y con ellas ocuparon el 22.20 por ciento del total de las pantallas existentes, en su semana de estreno. Lo que equivale a ocupar 1,389 pantallas por título estrenado. Al estreno semanal súmese las cintas norteamericanas en segunda, tercera o cuarta semana y se comprenderá que con este tipo de práctica alcanzaron a saturar el 92 por ciento de todas las salas disponibles, semana a semana, y con ello concentraron los ingresos y los asistentes destrozando a sus competidores. Aparentemente, parece una politica de éxito artístico cuando en realidad son malas prácticas comerciales que propician una competencia ruinosa al resto de las cinematografías. A las cintas mexicanas y del resto del mundo se les condena a las peores fechas, días y horarios, lo que equivale a obtener menores ingresos e índices de asistencia. ¡Y la Cofece no se da por enterada de estas malas prácticas comerciales que se pueden calificar como competencia ruinosa y esta prohibida tanto en el T-MEC como en la Constitución. ¡Por algo quiere desaparecer AMLO la Cofece!

FLASH BACK: ¿interés genuino o

simplemente vientos electorales?

La bancada de Morena presentará en el periodo de febrero-abril más de 461 iniciativas, entre ellas 21 son reformas constitucionales*5. ¿Les alcanzará el tiempo o muchas las trabará la oposición como está siendo costumbre, y algunas se quedarán en la congeladora?

El partido mayoritario dará prioridad a las nueve iniciativas en materia de salud. Además, Morena enlistó 98 iniciativas en materia de derecho, seguridad y justicia. En cuanto a transparencia y corrupción, los legisladores enlistaron 16 propuestas. En bienestar y combate a la pobreza, Morena tiene en su agenda 73 iniciativas; entre éstas se encuentra la reforma a la Ley Federal de Cinematografía, que debe garantizar un apoyo real al cine mexicano, pues actualmente se encuentra en desventaja frente al extranjero tal y como pudo verse en los cuadros anteriores. Esta bancada también registró 16 iniciativas en derechos humanos y 89 en medio ambiente, economía y más. A esta febril actividad legislativa agréguese que hay que darle seguimiento a 140 propuestas de reforma que han sido presentadas en otros periodos y no están dictaminadas a la fecha. ¡Demasidado trabajo para un periodo del que restan 75 días!

Tantas propuestas de reformas a nuestras leyes, nos hace sospechar que Morena se está previniendo a los resultados de las próximas elecciones intermedias del 6 de junio. Actualmente, puede aprobar cualquier reforma sin necesidad de los partidos opositores, salvo en las reformas constitucionales, pero ¿cuál será la realidad a partir del primero de septiembre? ¿Se refrendará la mayoría aplastante AMLOISTA? ¿O estaremos con una cámara de equilibrio parlamentario?

Previsiones aparte, de cualquier forma resultará muy difícil que se aprueben todas las iniciativas porque en este año de elecciones todo se vuelve negociable y político. Además de que existirá un gran ausentismo por parte de los diputados ya que estarán en plena campaña para su posible reelección o en busca de mejor puesto. ¡Deberían de renunciar y no seguir cobrando mientras hacen campaña!

En este momento la pregunta es ¿Realmente a Morena le interesa salvar al cine mexicano o sólo están impulsando esta iniciativa para aparentarlo? Hay que recordar cómo nos han tratado presupuestalmente en estos tres años y cómo faltaron a su palabra en la lucha por la no extinción de los fideicomisos.

FLASH FOWARD, a una situación drámatica de emergencia

Como decíamos al inicio de estas letras, se agradece que el senador Monreal quiera formalizar una iniciativa de ley, elaborada casi seguro, con la opinión del IMCINE y de algunos cineastas de buena voluntad. Sin embargo nos sorprendió la existencia de otra iniciativa que se iba a subir, el mismo día, a la Gaceta Parlamentaria por parte de la Comisión de Cultura del Senado, encabezada por la cantante Susana Harp*7. Esto ocasionó que ambas quedaran en suspenso. Es de suponer que las estarán puliendo y ajustando para presentarlas al pleno para su dictaminación. ¿Por qué no convocan a los especialistas en la materia? ¿Cuándo llamarán a los posibles afectados tal y como lo marca el reglamento del Senado?

Hay que tener presente que desde la última gran reforma del año 98, los ciudadanos mexicanos hemos adquirido derechos y el gobierno obligaciones, a través de los compromisos establecidos en los tratados internacionales como la Convención sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales, conocida también como Convención para la Diversidad Cultural (CDC) desde el 2005 y tampoco se ha actualizado con respecto a las modificaciones a la Constitución, cuyo primer capítulo se llama “LOS DERECHOS HUMANOS Y SUS GARANTÍAS” reforma realizada en el 2011. ¡Mucho por hacer, mucho por cambiar, más por actualizar!

También hay que tener presente que existe una tercera propuesta de reforma de la LFC, a medio desarrollo, en la Comisión de Cultura y Cinematografía de la Cámara de Diputados, misma que se ha venido trabajando con algunos representantes de la comunidad durante más de un año. Se lograron algunas coincidencias en diversos artículos en lo general, pero en los artículos fundamentales nunca se logró una redacción definitiva que favoreciera al cine mexicano. Me refiero al artículo 8, referente al respeto de la obra original y el doblaje y al artículo 19, donde existieron grandes discrepancias entre los creadores y los representantes de Hollywood ya que algunos solicitábamos ampliar el tiempo de pantalla de acuerdo a lo que permitía el TLCAN vigente en ese momento*8, es decir que se pasara del 10 por ciento al 30 por ciento de garantía de estreno al cine mexicano. Por su parte, la MPAA y CANACINE solicitaban reducirlo a cero o mantenerlo tal cual. Desgraciadamente el presidente dicha Comisión, el diputado Sergio Mayer, se inclinaba más por la defensa de las transnacionales y los exhibidores que por la expresión artística nacional. Por lo anterior, algunos de los cineastas y sus organizaciones dejaron de asistir y la iniciativa quedó también en suspenso.

En la iniciativa monrealista existen muchos avances que actualizarán al cine a las nuevas tecnologías para beneficio nuestro, pero contiene algunos detalles fundamentales y problemas en los artículos antes mencionados y otros más. ¡Algunos de estos pueden convertirse en caballos de Troya contra nuestro cine!

La redacción propuesta de autorizar, por medio de una ley, el 30 por ciento del doblaje de las cintas extranjeras que se exhiban en nuestras salas, es una abierta violación a los derechos de autor contemplados en el Convenio de Berna y la Ley Federal del Derecho de Autor. Por otra parte, en el artículo 19, en lugar de acotar la presencia dominante de la MPAA, a través de suprimir sus malas prácticas comerciales, las alienta y justifica. Ya en otras ocasiones la CANACINE la había tratado de imponer a través del cabildeo de algunos productores cercanos a esta institución. ¡La cuarta transformación debe analizarlas a detalle asesorado por especialistas y no convertirse en el asesino de nuestra cinematografía!

Con su propuesta de autorizar el 20 por ciento de copias por título de estreno, lo único que logrará es validar “legalmente” la desastrosa situación que nos está matando diariamente desde hace más de seis años. Analicen los números del cuadro número seis, el promedio por título estrenado de la MPAA utiliza más del 22 por ciento de las pantallas. Se entiende que la propuesta tiene como fin acotar el desproporcionado número de pantallas mostrado en el cuadro cuatro, pero no es lo recomendable ya que se necesitan otras medidas transversales. Por otra parte, resulta ridículo que se le dé 20 por ciento de las pantallas al cine extranjero y sólo se garantice “a todo el cine mexicano” un 10 por ciento de garantía de estreno. Quién redactó este despropósito que mantendrá intacta la omnipresencia estadounidense que nos está llevando a la ruina y que todos los días educa de forma acelerada la colonización mental a nuestros jóvenes y adolescentes.

Si queremos recuperar la soberanía ideológica de los habitantes de la nación; si queremos que los mexicanos se comprometan con un proyecto de nación democrático e incluyente, urge que esta reforma sea discutida y corregida entre el Poder Legislativo, los interesados y afectados, que somos la nación misma.

No queremos como destino, que si uno les pregunta a los jóvenes sobre directores o películas mexicanas, su respuesta sea negativa o sólo hablen de las películas que pasan por el Canal 2 todos los domingos. ¡Triste futuro si las iniciativas no progresan o no se corrigen debidamente, pues nos mostraría que sólo se presentaron en busca del voto perdido debido al incumplimiento de las promesas electorales de AMLO en el 2018 en materia de cultura y cinematografía!

 

 


Notas.

*1. Paso libre/grecu/detrás de la pantalla/ competencia ruinosa/13 de octubre 2019.

*2. Arturo Sastré/Lo que cámara no da, markenting se los presta/ Revista toma número 26/ enero – febrero 2013.

*3. Motion Picture Association of America (MPAA), inc. Representa a los seis mayores productores y distribuidores estadounidenses: Walt Disney Studios Motion pictures / Twentieth Century Fox Film Corporation; Paramount Corporación; Sony Pictures Entertainment; Universal City Studios llc; Netflix y Warner Bros. Entertainment inc.

*4. Paso libre/ grecu/ detrás de la pantalla. Condición de dependencia. 27/octubre/2019.

*5. Se aprueba por el voto de las dos terceras partes (mayoría calificada) por lo que se necesita el apoyo de la oposición.

*6. Víctor Ballinas. Periódico la jornada. Lunes 8 de febrero de 2021, p. 8.

*7. Presenta Morena iniciativa para apoyar a la industria cinematográfica. Víctor Ballinas y Andrea Becerril. Periódico La jornada. Miércoles 3 de febrero de 2021. P.6.

*8. A partir de la firma del T-MEC, junio del 2020, esta posibilidad se canceló ya que se redujo del 30 al 10 por ciento.

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