Se dice que todo cabe en un jarrito sabiéndolo acomodar. La sentencia popular es aplicable para la titánica labor del INEGI: la de colocar en buen cántaro un manantial que se llama gasto público.
La operación es digna de cirujano. Tomar de distintas fuentes cifras presupuestales que van dirigidas a bienes y servicios culturales. No solo las que se depositan y ejercen en las dependencias federales y estatales; también en las instituciones de educación superior y otros organismos que al ejercer gasto del erario, realizan gestión pública en cultura.
En esta octava entrega del serial que generosamente ha dispuesto el INEGI para Paso libre, podemos ver miles de millones de pesos corrientes y su representación en porcentajes. Un gran logro del Sistema de Cuentas Nacionales y de la Cuenta Satélite de la Cultura poder apreciar con tanto detalle y rigor, el movimiento a partir de 2008 y hasta 2019 (recordemos que la actualización al 2020 se da a conocer el 18 de noviembre).
Hay varias revelaciones. Si sumamos todas las cantidades, fijaremos en alrededor de 700 mil millones de pesos (mdp) lo destinado en el ciclo a la gestión pública en cultura. Un dato duro de múltiples interpretaciones, entre ellas, que dividida la cantidad en 12 años, promedia 58 mil millones de pesos.
Otra: no es nada despreciable lo que aplican los gobiernos estatales al sector cultural. Ustedes podrán elaborar otras aproximaciones.
Vemos en esta gráfica con los colores que nos remiten al club de futbol América, que los recursos son mayormente fondeados por el Gobierno Federal, cuyos picos más altos son los 68%. Solo en dos años se alcanza, 2009 y 2012; también es cierto que a esta luz, se desempeñó mejor el panista que el priista. La participación más baja del Gobierno Estatal es en 2009, coincidente con los efectos de la crisis financiera de los Estados Unidos y la epidemia de la influenza.
Vale la pena detenerse en advertir que durante cuatro años del régimen de Enrique Peña Nieto la intervención estatal se registra en 38%, cierra en 36% y sube tres puntos en el primer año del mandato de López Obrador, en 2019.
Por lo que respecta al fondeo federal, vuelve a bajar a partir de 2013 y levanta en el año de cierre, 2018. En el primer año de la llamada 4T vuelve a bajar tres puntos.
Regresemos a los miles de millones de pesos. Es en el último año de la presidencia de Felipe Calderón donde se alcanza el mayor flujo de su administración. Y es en 2018, fin de mandato peñista, cuando se fija el techo a derribar en alguno de los años por venir: se alcanza la suma de 72 mil 388 millones de pesos.
En 2019, el gobierno lopezobradorista se quedó en 68 mil 594 mdp.
Vaya baile ¿no? Un criterio general priva: la variación de los recursos de la gestión pública en cultura entre 2008 y 2019 fue de 27 mil 592 mdp. Hablamos de poco más de 2 mil millones por año. ¿Poco, mucho? Algo es seguro: la estabilidad, el poco crecimiento, nada de momentos de jauja, como muy plano el mapa, tal y como lo revela la desagregación del PIB cultural.
Falta un largo camino y cierto número de milagros para subirle a estas cifras, aunque se diga que vamos de gane con que no hayan caído de manera grave hasta 2019.
Eduardo Cruz Vázquez
Eduardo Cruz Vázquez periodista, gestor cultural, ex diplomático cultural, formador de emprendedores culturales y ante todo arqueólogo del sector cultural. Estudió Comunicación en la UAM Xochimilco, cuenta con una diversidad de obras publicadas entre las que destacan, bajo su coordinación, Diplomacia y cooperación cultural de México. Una aproximación (UANL/Unicach, 2007), Los silencios de la democracia (Planeta, 2008), Sector cultural. Claves de acceso (Editarte/UANL, 2016), ¡Es la reforma cultural, Presidente! Propuestas para el sexenio 2018-2024 (Editarte, 2017), Antología de la gestión cultural. Episodios de vida (UANL, 2019) y Diplomacia cultural, la vida (UANL, 2020). En 2017 elaboró el estudio Retablo de empresas culturales. Un acercamiento a la realidad empresarial del sector cultural de México.