Imaginar y reimaginar lo que los museos pueden ser

800 especialistas se reunieron durante tres días en Oaxaca para reflexionar sobre los museos. Aquí la imagen de la mesa de diálogo “El museo situado. Convivir con el problema” en la que participaron Jorge Melguizo, Néstor García Canclini, Hortensia Völckers, Américo Castilla (moderador) y Elaine Heumann. (Fotos: Pilar Herrera).

Otras voces

Imaginar y reimaginar lo que los museos pueden ser

Pilar Herrera Guevara

En el  Centro de Convenciones de Oaxaca se realizó del 20 al 22 de noviembre el encuentro “El Museo Reimaginado” en el cual coincidimos e interactuamos más de 800 agentes sociales y culturales con un mismo interés: “Imaginar y reimaginar  todo lo que los museos pueden ser”. El evento se desarrolló bajo la dirección y la organización de la Fundación Teoría y Práctica de las Artes (TyPA), la American Alliance of Museums (AAM) de Estados Unidos, y la multicultural ciudad de Oaxaca que fungió como sede.

Entre conferencias, escenificaciones, talleres, terapias, mesas de diálogo y almuerzos temáticos, se abordaron temas concretos y específicos del debate contemporáneo de la perspectiva de género y las consecuencias del orden patriarcal; la violencia estructural vinculada a las condiciones sociales de desigualdad y sobre la manera en que los museos pueden contribuir a la comprensión de las estructuras de violencia e incidir en posibles alternativas que la contrarresten; finalmente, en cómo desarticular los estereotipos heredados de la colonización mediante discursos, prácticas y experiencias que permitan la decolonialización[1].

El incendio del Museo Nacional de Brasil acaecido en el 2018 fue el tema que propició una de las mesas de diálogo denominada “Museos al borde del incendio. Políticas públicas y responsabilidad ciudadana”. Dado que el siniestro evidenció los desafíos y responsabilidades para desarrollar estrategias de salvaguarda y protección, fue la brasileña Renata Vieira da Motta (del Consejo Internacional de Museos, ICOM por sus siglas en inglés) junto a otras colegas de México, Perú y Estados Unidos, quien abordó las problemáticas presupuestarias y las iniciativas de resiliencia que enfrentan principalmente los recintos de nuestro continente.

El incendio en 2018 del Museo Nacional de Brasil fue el contexto propicio para que la especialista Renata Vieira da Motta, de ICOM Brasil (a la derecha) hablara de los desafíos actuales para que los museos desarrollen estrategias de salvaguarda y protección.

Con el tema de “Museos al borde del incendio. Políticas públicas y responsabilidad ciudadana” disertaron Graciela de la Torre, María Isabel Grañén Porrúa y  Ulla Holmquist (en la imagen) junto con Renata Vieira y Chevy Humphrey.

Por otra parte, en la misma mesa de diálogo, Graciela de la Torre (directora del Museo Universitario de Arte Contemporáneo, MUAC/México) planteó la importancia de la participación ciudadana para desarrollar estrategias de coparticipación y corresponsabilidad mediante posturas cívicas organizadas que generen conciencia en la población para construir de manera conjunta las metodologías y los planes de protección para los recintos[2].

El “Museo Reimaginado” fue un evento que dejó abiertas muchísimas inquietudes e incertidumbres sobre el panorama futuro que le depara a nuestros museos. No obstante que las mesas se conformaron por expertos panelistas que hablaron desde su praxis y las experiencias que esta les ha generado, aún no podemos hablar de respuestas.

Entre los ponentes destacados, pudimos escuchar al antropólogo social Néstor García Canclini (Universidad Autónoma Metropolitana, UAM/México) quien habló de diversos aspectos referentes a la inclusión social desde la interculturalidad, con una perspectiva de género sin discriminaciones de carácter étnico o etario, hasta la falta de representatividad de los ciudadanos dentro de los espacios museográficos por la nula vinculación de los museos con la comunidad. El especialista también hizo énfasis en que los museos, en su afán de incluirlo todo, pierden su especificidad y unicidad que deberían de cuidar para no perder objetividad. De igual manera, se pusieron sobre la mesa cuestionamientos que se quedaron esperando respuesta: ¿Cuál sería el museo perfecto? y ¿Cómo reimaginar los museos?

El presente del futuro

Para reflexionar sobre la perspectiva de los espacios museísticos se desarrolló la conversación titulada “El presente del futuro de los museos” en la que participaron los expertos Richard Sandell (Universidad de Leicester, Reino Unido), Lucina Jiménez (directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, INBAL/México), Daniel Castro (Museo Nacional de Colombia) y Selma Holo (University of Southern California, USC Museums/Estados Unidos) con la coordinación de Dolores Beistegui. En este sentido, la titular del INBAL habló de la amenaza que el neoliberalismo representa para estos recintos al haberlos permeado a tal grado de desencadenar un fenómeno de marketing –similar al de las franquicias-, cuando los museos debieran de permanecer en un modelo de unicidad, sin perder su autonomía ni depender totalmente del presupuesto, dada su propia capacidad de gerencia.

Con la moderación de Dolores Beistegui (al centro), la conversación sobre “El presente del futuro de los museos” contó con las reflexiones de Selma Holo, Richard Sandell, Daniel Castro y Lucina Jiménez.

A lo largo de las pláticas fue claro que el tema financiero sigue siendo uno de los problemas primarios que impactan a los museos desde sus rangos administrativos hasta los de su operatividad. No obstante, lo recurrente y lo preocupante continúa siendo los resultados de su autonomía plena. Selma Holo enfatizó en que la moral y la ética deben primar, por lo que las fuentes de financiamiento deben ser únicamente de carácter lícito. Así mismo, abundó en que la sostenibilidad de un museo no es solo económica y financiera sino que requiere de la participación de todos los agentes involucrados en el mismo, incluida la participación de la propia comunidad.

Durante tres intensos días de actividades convivimos e interactuamos aquellos que nos dedicamos a la museología y la academia así como quienes son responsables del funcionamiento de los museos: directores, museógrafos, curadores, restauradores, educadores, y un sin fin de colegas del sector público y privado; artistas, organizaciones no gubernamentales, particulares y colectivos.

El lado B de este encuentro nos permitió que después de las sesiones diarias tuviéramos la oportunidad de visitar distintos recintos en los cuales algunos miembros de la propia comunidad nos presentaron actividades artísticas y populares que nos permitieron conocer un poco de la vasta cultura oaxaqueña.

Al final, como parte de la plenaria se consumó “la boda”, es decir el acto en que se vincularon diversos actores a partir de proyectos específicos con ánimo de colaboración y de retroalimentación entre los recintos o entre los agentes independientes con el fin de potenciar sus respectivos programas. Como sucede en este tipo de eventos, es claro que durante los tres días del encuentro fueron surgiendo diversas inquietudes que no siempre tuvieron respuesta.

Para el próximo encuentro del “Museo Reimaginado” a realizarse en Perú en el 2021, quedan pendientes para la reflexión y la crítica varios temas que necesitan abordajes específicos y profundos ante el cambio social que atraviesa la mayoría de las naciones en América, así como sus museos impactados en el rubro de los presupuestos. Otra inquietud a retomarse en dos años será el énfasis en el giro “decolonial” de los museos, es decir, poner de manifiesto que estos no son repositorios de ideales colonizantes sino que deben plantearse perspectivas participantes y vinculantes que permitan pensar y trabajar en colectivo.

29 de noviembre de 2019.

[1] Sobre esta temática, considero que se requeriría de un encuentro específico para desplegarla dado que estamos pasando por una etapa histórica en materia de cambios sociales y estructurales que requieren ser analizados y debatidos desde diversas ópticas para desarrollar discursos y prácticas que modifiquen ese patrón. 

[2] En este sentido, considero que el desarrollo de planes de manejo ante las contingencias deben ser responsabilidad de los propios directivos y de sus equipos de trabajo, aunque tomen en cuenta la participación de los miembros de su comunidad.

 

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