La trama se complica
El enfrentamiento protagonizado por los organismos responsables del deporte competitivo y de alto rendimiento en México ha alcanzado en los últimos seis meses tintes telenovelescos —consúltese la primera entrega sobre el tema—. La trama ha mostrado una alianza entre la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) y las federaciones deportivas nacionales, aislando al Comité Olímpico Mexicano (COM). Este último, si bien ha resentido el aspecto económico, ha mostrado que no puede ser soslayado de los procesos selectivos en tanto es el único facultado para avalar a México en competencias organizadas por el Comité Olímpico Internacional.
En las últimas semanas, la historia parecía haber llegado a un punto de equilibrio en donde cada instancia simulaba replegarse a sus marcos de acción. Sin embargo, los resultados de la auditoría realizada por el Órgano Interno de Control de la Secretaría de la Función Pública (SFP), publicados por la periodista Beatriz Pereyra (Proceso, 15 de febrero), volvieron a agitar el pesaroso proceso olímpico de los últimos meses.
En resumen, la investigación de la periodista deportiva expone las irregularidades en las que incurrieron altos funcionarios de la Conade y algunas federaciones deportivas: desvío de recursos, facturaciones falsas y compras a sobreprecio. La gravedad del asunto llegó a la mañanera del 17 de febrero, en la que Pereyra solicitó públicamente al presidente que revisara el desempeño de la titular de la Conade, Ana Gabriela Guevara. Si bien Andrés Manuel López Obrador defendió a la exvelocista, la SFP confirmó el 19 de febrero las irregularidades antes señaladas.
Oportunidad inmejorable
Independientemente de su gravedad, la confirmación de los actos de corrupción al interior de la Conade se presenta en un momento inmejorable. En el contexto de la sentencia de seis años de cárcel al presidente de la Federación Mexicana de Atletismo, Antonio Lozano, por defraudar 2.3 millones de pesos al Fondo Nacional para el Deporte, una sanción e incluso la remoción de la titular de la Conade podría ser una buena señal para el deporte mexicano. Su destitución se sumaría a las de Carlos Hermosillo (2009) y Jesús Mena (2015), ambos depuestos por ejercicios irregulares e ineficientes. Sin embargo, el caso de Guevara atañe específicamente a actos de omisión y corrupción.
¿Sería este un buen desenlace para esta telenovela del deporte mexicano? En principio, la posible destitución de la exvelocista habría de tomarse como una buena señal, aun y a pesar de la cercanía con los Juegos Olímpicos de Tokio. Sin embargo, más que un final, podría pensarse como el término de una temporada al estilo de los programas estadounidenses; es decir, no se estaría erradicando el verdadero problema y la trama continuaría.
Y es que, en el fondo, el tema de la corrupción en la Conade tiene su origen en la forma en que el Estado mexicano ha establecido su relación con el deporte. El verdadero final a este drama solo llegará en la medida en que se admita el fracaso de la relación Conade-COM-federaciones y se exploren nuevas y más eficientes formas de relación entre el Estado y el deporte. El contexto que vive hoy en día el deporte mexicano, si bien se muestra turbulento, se presenta como inmejorable para comenzar una reforma en la política deportiva.
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24 de enero de 2020.
Raúl Nivón-Ramírez
Raúl Nivón-Ramírez ofrece el dominio de un catálogo de capacidades vinculadas a la historia, sociología y política deportiva. Concibe y despliega cualquier investigación que se estreche a asuntos de orden público en el campo de la ciencia del deporte, particularmente en áreas de comunicación, legado y procesos de planeación de políticas de desarrollo. Diseña y organiza eventos académicos en torno a sus líneas de trabajo, además de crear las vinculaciones con intereses del sector cultural.