Museo de los metales de Met-Mex Peñoles:
La mina que habita nuestra cotidianidad

El Museo de los Metales, se ubica en la ciudad de Torreón. Aquí una vista a la edificación que data de 1901, originalmente utilizada como oficinas y casa habitación. Incluida en el Catálogo Nacional de Inmuebles con Valor Artístico.
(Fotografías cortesía del Museo de los Metales).

TORREÓN. La séptima entrega sobre la condición que guardan algunos museos en México frente a la pandemia de la COVID-19, fue publicada en Paso libre a partir de la mirada de Angélica Abelleyra alrededor del MUCA-Roma de la UNAM. Ahora, el destino es Torreón, Coahuila. Algunas microestampas del lagunero Juan, nuestro protagonista de inicio, dan la bienvenida al Museo de los Metales.

Juan vive en la colonia Nueva Generación, cercana a la planta refinería Met-Mex Peñoles. Cuando despierta, siempre quiere consultar la hora. Busca su celular para salir de dudas. El teléfono de Juan funciona gracias a una estratégica combinación de materiales. Varios de ellos son extraídos, precisamente, de las minas operadas por Industrias Peñoles: cobre, estaño, berilio, antimonio, plata, aluminio, hierro, níquel, zinc, platino, rodio, cerámica, vidrio, fibra de vidrio y cristal líquido. Juan se levanta, mueve el pequeño interruptor y prende la luz.

La electricidad que Juan tiene en casa llega desde una planta que utilizó, entre otros componentes, carbón y uranio, y es distribuida por medio de cables de cobre, un derivado de la calcopirita y la bornita. Juan camina al baño. Abre las llaves de la regadera y comienza a salir el agua que viaja por tuberías de acero galvanizado cubierto de zinc, derivado del mineral esfalerita. Como le gusta rasurarse mientras toma una ducha, busca su rastrillo favorito. Las hojas de las navajas contienen acero inoxidable, es decir, fierro aleado con elementos de minerales poco comunes como el cromo.

Un museo de la comarca lagunera, que atiende a una numerosa población infantil sin distinción.
Una imagen de la Sala Metales en el tiempo. Antecedentes de la actividad metalúrgica en el mundo, en México y en la región.

Llega la hora de desayunar y los cubiertos con los que Juan parte las rebanadas del jugoso melón coahuilense también fueron fabricados con acero inoxidable, pero templado en coque, un carbón que es mezclado con caliza. Las suculentas gorditas de asado rojo y chicharrón prensado que Juan disfruta antes de salir al trabajo están servidas en un plato elaborado con arcillas que contienen feldespato y caolinitas. La sal con que Juan vuelve aún más sabroso el típico platillo comarcano es derivada del mineral halita (museodelosmetales.wordpress.com/).

Así, durante el resto del día y de manera permanente Juan y los metales construyen su propia historia en la Perla de La Laguna (museodelosmetales.wordpress.com/). Qué mejor justificación, entonces, para abrir un museo de ciencia y tecnología dedicado a “divulgar los saberes y el quehacer de la industria minero-metalúrgica, destacando la importancia del desarrollo sustentable y el uso de la tecnología, en interacción con diversas ciencias, entre ellas, las de la Tierra, para promover su conocimiento y estudio”. (facebook.com/pg/MuseoDeLosMetales/about/?ref=page_internal).

Niños de visita en la Sala Ciencias de la Tierra.
Jóvenes en la Sala de Minerales.

Fuera de lo común

La directora del Museo de los Metales es la maestra Cristina Matouk Núñez. Cuenta con la Licenciatura en Administración de Recursos Humanos dedicada a la gestión y administración cultural. Obtuvo la Maestría en Historia de la Sociedad Contemporánea por la Ibero Laguna. Ha realizado investigación sobre patrimonio industrial, historia del trabajo y vida cotidiana en el ámbito minero-metalúrgico de la región lagunera.

La charla con la maestra Matouck comienza con la vinculación histórica entre el primer museo de ciencia y tecnología de la civilización occidental y los museos de ciencia y tecnología contemporáneos: “existe un hilo de conexión con el Museo de Alejandría; aquél que fundara Tolomeo I, hijo de Lagos, general de Alejandro Magno, a comienzos del siglo III a. de C. Su objetivo era convertir a Alejandría en la capital de las ciencias, lo cual quería lograr con la Biblioteca y el Museo. Así describe Estrabón (siglo I a. de C.) el Museo en su Geografía: ‘el Museo es una parte de los palacios reales. Tiene un paseo público, unos atrios con asientos y una casa grande en la que se encuentra el lugar de reunión común de los sabios que comparten el museo. Este grupo de hombres tienen sus propiedades en común y un sacerdote está a cargo del museo, originariamente nombrado por los reyes’. El complejo comprendía un anfiteatro, un observatorio, salas de trabajo y de estudio, un jardín botánico y una colección zoológica. Fue el centro de estudio más grande del mundo antiguo, donde se traía y mantenía a escritores, poetas, artistas y científicos de todas partes. Ahí realizaban actividades de observación y la deducción en matemáticas, medicina, astronomía y geometría. En el Museo de Alejandría nacieron nuevas disciplinas como la trigonometría y la gramática.

“Los museos de ciencia y tecnología contemporáneos, dependiendo de su origen y organización –agrega Matouck- cumplen con labores de investigación, conservación y divulgación, principalmente. En muchos casos son proyectados como el ala de divulgación de instituciones dedicadas a la enseñanza y la investigación; otros museos operan con alianzas entre instituciones, donde los temas y contenidos son proporcionados y curados por un consejo de investigadores, académicos y divulgadores de ciencias”.

Detalle de la maqueta y videos sobre procesos mineros actuales. 2016.
Sala Metales transformados. Interactivos de los procesos de fundición y refinación de metales.

Virtudes en La Laguna

En el contexto industrial mexicano, la directora del Museo de los Metales destaca que han sido pocas las iniciativas para crear y sostener museos dedicados a la divulgación de ciencia y tecnología. “El Museo de los Metales, que fue fundado en el año 2007 como iniciativa de la empresa Peñoles, y como un regalo al municipio de Torreón por su centenario, es uno de esos pocos casos. Está situado en el complejo metalúrgico de metales no ferrosos más importante de América Latina, el cuarto a nivel mundial. La sede del museo es parte del complejo industrial construido por la Compañía Metalúrgica de Torreón entre 1900 y 1901. El edificio del museo es el más antiguo de la ciudad y, originalmente, eran unas oficinas en la planta baja y una casa habitación en la planta alta. Fue intervenido por especialistas para que conservara, en la mayor medida posible, su toque original. Está catalogado por el Instituto Nacional de Bellas Artes por su valor arquitectónico. La Compañía Metalúrgica de Torreón fue establecida como una hacienda metalurgista y era la única compañía del sector con capital mexicano. En 1917 fue vendida a la Compañía Minera de Peñoles”.

Un dato es relevante en la descripción del quehacer del Museo de los Metales. Además de inscribirse como una institución dedicada a divulgar ciencia y tecnología, es un museo de fábrica, ya que una parte fundamental de sus exhibiciones permanentes muestra los procesos actuales de la exploración geológica, la minería y la metalurgia. Comenta la maestra Matouck: “Dichas actividades económicas han sido para Torreón de gran relevancia desde su fundación como villa. Los primeros trabajadores en incorporarse a la fundición fueron mineros y metalurgistas que arribaron de otros lugares de México. Muchos más iniciaron, entonces, como aprendices. Ellos construyeron los cimientos de esa industria en la región lagunera, a la que, con los años, se incorporaron cientos de personas, locales y foráneas, de diversos oficios y profesiones. Al tomar como base los saberes de muchos de ellos, fue desarrollada una parte de los contenidos del Museo de los Metales”.

Detalle de Sala Desarrollo Sustentable. 2012.
Actividad didáctica: Los minerales en el cuerpo. Niños de preescolar, 2014.

En los 1500m2 que ocupa el Museo de los Metales, en 10 salas de exhibición permanente y en una para exposiciones temporales, son abordados temas como el de los antecedentes de la metalurgia, así como una breve historia de la empresa y sus operaciones actuales y el desarrollo sustentable. “Los temas de los usos y aplicaciones de minerales y metales, cuya sala se encuentra actualmente en renovación, amplía el enfoque de la relevancia de los minerales, desde aspectos biológicos hasta el desarrollo de nuevos materiales”, subraya la maestra en historia. “Además de presentar procesos industriales, como piezas originales y únicas, el museo muestra parte de sus colecciones de minerales, modelos, instrumentos y planos geológicos. Los apoyos museográficos incluyen diagramas, maquetas, fotografías, cédulas, videos y animaciones. La interactividad a base de dispositivos es moderada. En breve, será incrementada con la nueva exhibición que incorpora distintos soportes e interfaces”.

Con un promedio de 260 visitas guiadas para escuelas al año y más de 180 actividades de servicios educativos y divulgación de ciencia, tecnología y arte para distintos públicos, el Museo de los Metales fortalece la formación educativa de corte formal. “El Museo en una herramienta didáctica donde son abiertos nuevos temas o son reforzados los ya existentes. Año con año son llevadas a cabo ferias y el concurso de ciencias para estudiantes de preescolar, primaria, secundaria y bachillerato con el involucramiento de más de cien instituciones educativas, sus profesores y directivos. Talleres y cursos para docentes, principalmente en enseñanza de las ciencias, son programados cada semestre. La atención a grupos universitarios locales y foráneos es parte de la actividad frecuente. Incluso los que cursan ingenierías en geología, minería y metalurgia programan visitas al museo y las plantas metalúrgicas”.

Feria de ciencias Descubriendo la Tierra. Niños de preescolar, 2014.
Feria de ciencias con niños de primaria, 2014.

Riqueza compartida

Los lazos comunitarios no son menos importantes para el Museo de los Metales. “Para niños y adolescentes son ofertados el miniclub de iniciación a las ciencias, los módulos de ciencias y las mesas de innovación. Para distintos públicos, incluidos jóvenes y adultos están dedicados los talleres, conferencias, funciones didácticas de teatro, música y danza, cafés de la memoria, rallies, noches de museo y otras actividades programadas mensualmente. En ellas quedan fusionados contenidos de arte con los de la ciencia y la tecnología, así como con referentes históricos. En torno a estas propuestas y acciones, son conformadas comunidades de aprendizaje de corta, mediana y larga duración y construidos conocimientos de distinta índole. Mineralogía, paleontología, cultivo de hortalizas, cocina nutritiva, herbolaria, diseño de joyería, grabado química elemental, ecología, dendrocronología, son algunos temas que han propiciado el diálogo de quienes habitan el Museo”.

Cuando el Museo de los Metales es tomada la decisión de que sean traspasados sus muros, el aprendizaje florece en el bosque Centenario, en el vivero o en el jardín botánico, espacios que también son parte del complejo museístico. Otra manera de ir más allá de esos mil metros cuadrados asignados al museo, es por medio de las las visitas a otros espacios de Peñoles como son la planta de tratamiento de aguas, el laboratorio central, el Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico y la reserva ecológica en Velardeña. Es rico el menú de experiencias significativas de conocimiento del medio y de contacto con profesionales.

“También han sido producidas una veintena de exposiciones temporales. La última de ellas fue titulada Elemental, una muestra colectiva interactiva donde ingenieros químicos, otros profesionistas, niños y jóvenes presentaron los elementos químicos con demostraciones, actuaciones, fotografías, versos e ilustraciones. Refrendaron la vocación del museo como un espacio para construir conocimientos en comunidad y recordaron que el ser humano también sobrevive, y lleva consigo, distintos tipos de metales que están en la naturaleza. No sólo dan calidad de vida, sino la posibilidad de vida. Conocer el mundo minero y metalúrgico también es conocernos como individuos”, concluye la maestra Cristina Matouck, y nos regresa, precisamente así, a la historia de Juan y los tantos metales que habitan su cotidianidad y la nuestra.

Presentación final de proyectos de ciencias. Convocatoria Química en movimiento, donde el reto fue la producción de Biodisel, en 2019.
Fin de taller para maestros, 2014.

La conversación con la titular del Museo de los Metales de la planta refinería Met-Mex Peñoles, ubicado en Torreón, Coahuila, continúa a través del cuestionario de Paso libre.

¿Cuáles son, a tu juicio, las medidas de emergencia para apoyar la labor de los museos en México?

En este momento, una de las principales preocupaciones de los museos que dependen de asociaciones civiles es el pago de gastos fijos, incluida la nómina. Un plan de emergencia tendría que considerar subsidios para el sostenimiento de la nómina durante el tiempo equivalente al que han permanecido cerrados los recintos. La recuperación de entradas será muy lenta debido a las restricciones de distanciamiento físico. También aliviaría la situación que fueran postergadas otras obligaciones como son el pago al IMSS por concepto de nómina, el pago de energía eléctrica y otros servicios. De no implementarse un programa emergente, existe un riesgo alto de que muchos museos resulten económicamente inviables.

¿Cómo ha impactado la pandemia en la vida del Museo de los Metales?

Ha impactado de forma muy importante, puesto que fue interrumpido todo lo programado desde mediados de marzo a la fecha. Disminuyó a niveles mínimos la interacción del museo con maestros, estudiantes y público en general, salvo por lo que hemos ofertado en redes sociales. Quedaron suspendidas, por tiempo indefinido, actividades relevantes como son las visitas escolares, ferias y concursos de ciencias, talleres para niños, jóvenes y adultos, entre otras. Todo ello significa perder continuidad en el trabajo de colaboración con el sector educativo y limitar la interacción con la comunidad. Dos aspectos prioritarios para el Museo de los Metales.

¿Cuál es la estrategia que estudian implementar en el mediano y largo plazos?

Desde finales de marzo implementamos un programa de creación y publicación de contenidos de ocho temáticas diferentes a insertar en las redes sociales del Museo. El mayor consumo es local. Estamos en Torreón, Coahuila. Esta forma de mantener contacto y entregar contenidos, planeamos continuarla posteriormente a la pandemia. Incluso, deseamos tener una plataforma para realizar talleres de capacitación, conferencias y seminarios que puedan seguirse a distancia.

Actualmente, elaboramos protocolos de seguridad, realizamos planes de trabajo para los primeros meses del retorno, lo que implicará la atención a grupos más reducidos e incrementar las actividades al aire libre. Serán diseñadas más actividades en el bosque Centenario y el vivero de especies regionales, así mismo en el jardín botánico de cactáceas y suculentas, que están en las inmediaciones al museo y son parte del complejo de Peñoles. Consideramos que las actividades al aire libre serán una excelente alternativa. Segura y atractiva para el público, después de los meses de confinamiento. Parte de las exposiciones itinerantes que el Museo normalmente presta a escuelas será montada en el patio del Museo y para generar un abordaje de formas alternativas. Con recorridos que cumplan con las normas de distanciamiento físico. De esta manera, podremos repartir a los visitantes entre el espacio interior y exterior. También procuraremos alianzas con instituciones de educación superior, centros de investigación y otros museos.

Niños como volcanes en el Miniclub de iniciación a las ciencias, 2019.
Visita al Bosque Centenario de Peñoles, en Torreón, Coah. Curso de verano, 2018.

¿Cuáles serían los aspectos a subrayar en un Programa Sectorial de Cultura acorde a la nueva realidad mexicana post pandemia?

Será necesario un programa de capacitación para preparar la reapertura en condiciones distintas. Diversificar la oferta de los museos para hacer frente a las restricciones. Cambiar el enfoque: mayor acercamiento a públicos locales. Recuperar el valor de la atención e interacción con el público (la interacción no se limita a tocar o tocarnos). Alianzas entre instituciones y sectores. Campaña nacional para promover la visita a los museos. Capacitarnos en soportes, formatos y curaduría de contenidos para la producción de museos virtuales y plataformas de interacción con el público a distancia. Creación de un fondo de emergencias para sueldos y costos fijos de los museos.

¿Qué requeriría una Ley de Museos?

Los museos son bienes sociales que deben ser protegidos con una legislación. Existen experiencias lamentables de museos que han sido abandonados por sus gobiernos. Otros han sido vendidos sus bienes (casos de particulares). También se ha dado el saqueo de colecciones o desmantelamiento paulatino. Muchos existen, pero no se les asigna un presupuesto para programas, lo que les impide cumplir a cabalidad con su fin social. Y los que han surgido como iniciativa de asociaciones civiles corren suerte distinta: algunos logran apoyos federales y estatales, mientras que otros no tienen acceso. Por la falta de una Ley de Museos, se han perdido valiosas inversiones públicas y privadas, así como proyectos de trabajo de investigación y divulgación de ciencia, tecnología y arte. Una ley de de esta naturaleza requeriría que participaran en su elaboración profesionales del campo, representantes de asociaciones de museos y centros de ciencias; representantes de sector público de la Secretaría de Cultura, el INAH, el INBAL, el Servicio de Administración Tributaria (SAT); organismos estatales y municipales de cultura, así como fundaciones que apoyan a museos. Esta ley podría tener un apartado de mecenazgo.

¿Es o no es necesaria una Ley de Mecenazgo?

Como un apartado de la Ley de Museos, para fomentar el mecenazgo o patrocinios de empresas y particulares en beneficio de los museos. Se pueden establecer incentivos fiscales, como la deducibilidad de impuestos, asegurando la legalidad y transparencia en la captación y administración de recursos. Los museos no pueden ser autosuficientes porque deben ser accesibles e inclusivos. El subsidiado, mecenazgo o patrocinio es necesario, porque los ingresos propios no soportan el costo real de los servicios que ofrecen. Por otra parte, los museos que dependen de gobiernos municipales, estatales o federales, requieren tener figuras legales que les permitan gestionar patrocinios u otros ingresos, con el fin de disminuir la presión al erario.

Exposición temporal de dendrocronología Árboles: Viejos libros del tiempo. Producida en colaboración con el INIFAP Cenid-Raspa y la revista Nomádica, 2011.
Exposición temporal Del concreto a la plata, Joyería inspirada en la obra de Luis Barragán, 2009.

¿Qué lineamientos plantearías para una Ley de Mecenazgo en México?

Reglas claras, revisión y transparencia. Diligencia legal.

¿Cómo alentar la participación social, de individuos, del gobierno y de empresas, en el entramado del sector cultural?

Con el posicionamiento de los museos como bienes y servicios culturales indispensables, protegidos con una ley y con importantes campañas mediáticas. Es requerido que las instituciones museísticas y sus gobiernos se vinculen más con instituciones de educación superior, centros de investigación, industrias, investigadores, científicos y artistas para que los museos sean espacios de construcción social del conocimiento, el arte y la ciencia. También es necesario para alentar la participación referida que el uso de los museos como espacios didácticos, de experiencia directa, sea incluido oficialmente en los planes y programas de la Secretaría de Educación Pública a nivel federal. Esto ha sido intentado de distintas formas y no se ha concretado.

¿El Museo de los Metales ha establecido con las Secretarías de Cultura (gobiernos federal y estatal) y con direcciones de cultura municipales, algún tipo de comunicación, enlace, intercambio de opiniones o críticas?

Sí hemos mantenido diálogo con museos públicos y privados de la región lagunera. Así mismo estamos en comunicación constante con los directivos de los museos que pertenecen a la Asociación Mexicana de Museos y Centros de Ciencia y Tecnología.

¿Cómo puede participar la iniciativa privada en la reactivación del sector museístico en La Laguna?

Lamentablemente, es un momento difícil para todos, pero la iniciativa privada pudiera considerar incorporar a sus programas sociales un beneficio para empleados y sus familias al comprar paquetes de entradas a museos a un precio que deje un margen para su sostenimiento. Otra forma de participar es por medio de patrocinios para los programas regulares de las instituciones museísticas basados en una mayor vinculación para fomentar la transferencia de conocimientos en ambos sentidos, de la empresa al museo y del museo a la empresa.

Noche de Leyendas. Patio del Museo de los Metales, en 2019.

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